La tensión entre ambos países alcanza un punto crítico tras dos ataques militares estadounidenses contra embarcaciones sospechosas de narcotráfico. Washington justifica las operaciones como “defensa legítima”, mientras Caracas las denuncia como “ejecuciones extrajudiciales” y un pretexto para un cambio de régimen.
El Caribe se ha convertido en el escenario de una creciente confrontación entre Estados Unidos y Venezuela, donde el combate al narcotráfico sirve como justificación para operaciones militares que podrían redefinir el equilibrio de poder en la región. En menos de un mes, el gobierno de Donald Trump ha llevado a cabo dos ataques contra embarcaciones que identificó como “narcolanchas venezolanas”, resultando en la muerte de al menos 14 personas. Estas acciones, calificadas por Washington como “ataques cinéticos” contra “narcoterroristas”, han sido condenadas por el gobierno de Nicolás Maduro como “crímenes atroces” y violaciones al derecho internacional.
Este artículo examina los argumentos de ambas partes, el contexto geopolítico detrás de la escalada y las implicaciones para la seguridad regional y el combate al narcotráfico.
Los hechos: dos ataques en aguas internacionales
El 2 de setiembre de 2025, Trump anunció el primer ataque militar contra una embarcación venezolana que, según su administración, transportaba cocaína y fentanilo con destino a Estados Unidos. Once personas murieron en la operación. Casi dos semanas después, el 14 de setiembre, Trump confirmó un segundo ataque en su red social Truth, donde afirmó que tres “narcoterroristas varones” habían sido eliminados en aguas internacionales.
En ambas ocasiones, el mandatario republicano justificó las acciones como actos de “legítima defensa” contra una “amenaza inminente” para la seguridad nacional estadounidense. Aseguró que los ocupantes de las embarcaciones pertenecían al Tren de Aragua, una organización criminal venezolana designada como grupo terrorista por el Departamento de Estado en febrero de 2025.
La postura de Estados Unidos: combate al narcotráfico como seguridad nacional
La administración Trump ha argumentado que el narcotráfico proveniente de Venezuela constituye una amenaza directa para Estados Unidos, especialmente en el contexto de la crisis de opioides que ha causado más de 110.000 muertes por sobredosis en el último año. Marco Rubio, secretario de Estado, declaró a Fox News: “Estamos 100% seguros de que estas embarcaciones estaban implicadas en el narcotráfico”.
Trump ha insistido en que tiene la autoridad para ordenar estos ataques sin aprobación del Congreso, basándose en la designación del Tren de Aragua como organización terrorista y en la premisa de que el tráfico de drogas representa una “amenaza inminente”. Además, ha destacado que no hubo bajas entre las fuerzas estadounidenses y que las operaciones fueron meticulosamente documentadas.
El despliegue de ocho buques de guerra y un submarino en el Caribe refuerza la postura de Washington de que se trata de una operación de interdicción marítima ampliada, no de una acción aislada.
La postura venezolana: ejecuciones extrajudiciales y pretexto para la invasión
Por su parte, el gobierno de Nicolás Maduro ha denunciado los ataques como “ejecuciones extrajudiciales” y violaciones al derecho internacional. En una conferencia de prensa, Maduro afirmó que los fallecidos eran civiles y que, de ser delincuentes, debieron ser capturados y juzgados, no ejecutados sin debido proceso.
Caracas también alega que Estados Unidos busca provocar un incidente militar que justifique una intervención más amplia contra Venezuela. Maduro señaló: “Esto no es sobre narcotráfico; es sobre petróleo y cambio de régimen”. El presidente venezolano hizo referencia a un incidente independiente la semana anterior, cuando un destructor estadounidense abordó y retuvo un barco pesquero venezolano durante ocho horas en lo que Caracas considera su Zona Económica Exclusiva.
Venezuela niega cualquier vinculación estatal con el narcotráfico y acusa a Washington de utilizar el tema como arma política para aislar internacionalmente al gobierno chavista.
El contexto legal y geopolítico
La legalidad de los ataques ha sido cuestionada incluso dentro de Estados Unidos. Un grupo bipartidista de senadores exigió explicaciones formales a la Casa Blanca, mientras organizaciones de derechos humanos advierten que estas acciones “normalizan las ejecuciones extrajudiciales”.
Desde una perspectiva geopolítica, la escalada ocurre en un momento de creciente influencia rusa y china en Venezuela, y de endurecimiento de las sanciones económicas estadounidenses contra el país sudamericano. Para Trump, el combate al narcotráfico es también una forma de reafirmar la doctrina de seguridad nacional de “America First” y proyectar fuerza en vísperas electorales.
Implicaciones para el Caribe y América Latina
La militarización del Caribe plantea serias preocupaciones para la región. Países como Trinidad y Tobago, Guyana y Colombia podrían verse arrastrados involuntariamente a un conflicto mayor, mientras que el principio de no intervención –fundamental para muchos Estados latinoamericanos– queda erosionado.
Además, la estrategia de “ataques cinéticos” podría sentar un precedente peligroso para la lucha contra el narcotráfico, donde la acción militar directa reemplaza la cooperación judicial y policial internacional.
Algunas conclusiones
La crisis en el Caribe refleja la profundización de la fractura entre Estados Unidos y Venezuela, donde el narcotráfico es tanto un problema real como un pretexto para la confrontación geopolítica. Mientras Washington insiste en su derecho a actuar unilateralmente contra amenazas a su seguridad nacional, Caracas denuncia una violación de su soberanía y un plan encubierto para derrocar al gobierno.
La comunidad internacional observa con preocupación cómo esta escalada podría desestabilizar aún más una región ya afectada por la crisis económica, la migración masiva y el crimen organizado. En el balance están no solo las vidas perdidas en estos ataques, sino también el futuro de la seguridad colectiva y el derecho internacional en las Américas.