José Saavedra no es un improvisado en la materia. Entre 2016 y 2020 lideró el proceso de transformación del Mercado Modelo de Montevideo hacia la Unidad Agroalimentaria Metropolitana (UAM) y desde ahora, después de cuatro años y medio, ocupa la titularidad por segunda vez.
El jueves 31 de julio José Saavedra asumió al frente de la Unidad Agroalimentaria Metropolitana (UAM), lo que marca el inicio de una nueva etapa en el mayor centro logístico y estratégico de comercialización de productos de granja que tiene el país, que además es el centro de comercialización mayorista de alimentos más moderno de Latinoamérica.
“Vuelvo a la UAM después de un intervalo”, tiempo en el que “hubo problemas, denuncias, falta de empatía con todo el sistema productivo y sus operadores, generándose muchas noticias negativas y que lamentablemente jugaron contra del proyecto. Hoy estamos intentando retomar el camino que nos permitió construir la UAM e impulsarla hacia un nuevo desafío, que es hacerla crecer. Tenemos que hacerla crecer para que sea económicamente viable y atractiva”, dijo a La Mañana.
Consultado con qué UAM se encontró, dijo que hasta el jueves 31 la imagen no era la que se espera, pero “eso ya está y ahora hay esperanza, porque si faltaba algo era justamente eso, esperanza”, y abarcaba a todos, “funcionarios, operadores, trabajadores, y a los pequeños productores que dejaron de asistir por los problemas que había. Todo eso ya lo estamos dando por superado, y nosotros estamos poniendo nuevamente el foco de la UAM donde siempre debió haber estado: con un gobierno de cercanía, con el pequeño productor, con las gremiales, con los compradores, ya sean minoristas o mayoristas”.
Aseguró que muchos compradores “dejaron de concurrir”, algo que calificó como “lamentable” porque “se perdieron por las inconsistencias que llevaron a un creciente desinterés. Nosotros tenemos que volver a poner la UAM en el foco, tenemos que construir un centro de comercialización que sea referente, no solo para la zona metropolitana, sino a nivel nacional”.
Sobre qué impresión le generó el primer contacto con quienes se vinculan con la UAM desde lo laboral, lo productivo o comercial, Saavedra dijo que “la impresión es que la UAM estuvo con el freno de mano puesto, y este es el momento de soltar para empezar a andar en el sentido que está fijado estratégicamente”. Ese es “el compromiso y esa es la convicción, y en eso hemos recibido innumerables muestras de apoyo”.
Del Modelo a la UAM
Saavedra repasó algunos de los cambios importantes que se dieron al trasladar el centro logístico desde el Mercado Modelo a la UAM, porque no fue solo una mudanza a un espacio físico nuevo, también fue y es mejor calidad de trabajo para todos, mejor y mayor contacto con la ciudadanía y mejor tratamiento de los alimentos.
El Modelo no tenía las mejores condiciones, y aunque hubo quienes se opusieron a la creación de la UAM, “hoy todos reconocen la calidad de trabajo que tienen quienes operan a diario: las buenas condiciones de seguridad, la limpieza, la mejora en la conservación de los alimentos”.
Destacó que después del incendio de 1995, el viejo mercado comenzó a sufrir “graves dificultades” que se extendieron por casi 30 años, con áreas inoperantes como el subsuelo en el que se debieron colocar pilares que sostenían el piso”.
Otro punto que recordó fue la pérdida de alimentos y la generación de desperdicios: “El Mercado Modelo tenía un sistema de ventilación que fue pensado para la época en que se construyó, pero para la actualidad era insuficiente y si afuera hacía 30 grados, adentro hacía 35, lo que causaba que la mercadería se estropeara, haciéndole perder valor. En contraste con esa situación, en la UAM siempre se mantiene la misma temperatura, sin importar el calor que haga afuera, y eso no se logra porque haya equipos de refrigeración o calefacción, sino porque la circulación de aire fue prevista justamente para evitar los picos de temperaturas que afectan la calidad de los alimentos”.
Laboral y operativamente también hubo importantes mejoras. El Mercado Modelo no permitía el uso de maquinaria para descargar camiones, se hacía al hombro, y también al hombro se cargaban los vehículos que transportaban esa mercadería a otro punto del país. “Hoy, en la UAM, el camión estaciona, marcha atrás y con una uña o un elevador manual es posible descargar todos los pallets con una sola persona. Eso antes era impensable, porque el pallet se desarmaba para poder bajarlo, se bajaba a mano, se vendía, se armaba un nuevo pallet, otra vez, y se volvía a subir en otro camión. Era la suma de la ineficiencia más las condiciones laborales no aptas, afectando la calidad de vida de los trabajadores”, quienes sufrían lesiones debido al esfuerzo al que se exponían.
Hoy, todas las gremiales reconocen esos avances, “y las disidencias quedaron en el pasado. Estamos prontos para trabajar en conjunto y eso puede ser fácilmente comprobable porque cuando asumí todos estaban presentes y todos muy contentos y esperanzados para iniciar una nueva etapa mejor para todos”, enfatizó.
El objetivo es crecer
Toda la infraestructura presente y mejorada “da servicio al productor, al operador, al mayorista, al comprador. Es un espacio donde se encuentra la oferta y la compra, permitiendo la comercialización, que es totalmente privada, dentro de un ámbito que es proporcionado por la Intendencia de Montevideo como facilitador para que el comercio de alimentos llegue a toda la población, porque ese es el objetivo fundamental”, asegurarse de que “la población acceda a alimentos frescos y de calidad”.
Para eso –continuó Saavedra–, “la meta y el objetivo es crecer. La forma de superar las dificultades que tiene hoy la institución está relacionada justamente con hacerla crecer, y si el volumen de comercialización es grande podremos mejorar nuestro punto de equilibrio y seguramente ayude a que muchos operadores consideren atractiva la UAM para venir”.
“La UAM es un organismo sin fin de lucro, por lo tanto, todo lo que se hace es para facilitar el comercio, para que todos tengan oportunidades por igual, que puedan acceder democráticamente a un espacio para comercializar. Las puertas están abiertas”.