En el marco de la muestra agropecuaria, la Asociación Rural del Uruguay entregó reconocimientos “Las Rurales” a mujeres que han dejado huella en sus comunidades y al trabajo en el campo. También se distinguió la trayectoria de referentes vinculados al agro, destacando la importancia de visibilizar historias de esfuerzo y resiliencia.
Desde hace varios años, la Asociación Rural del Uruguay decidió sumar a la Expo Prado un espacio de reconocimiento para quienes contribuyen a fortalecer la vida en el medio rural. El programa “Las Rurales” busca destacar el compromiso, la resiliencia y la vocación de mujeres que, además de liderar empresas agropecuarias, sostienen familias y transmiten valores a las nuevas generaciones.
En esta edición 2025, las homenajeadas fueron Araceli Prieto, productora quesera artesanal del departamento de San José, y Norma Caruño, integrante histórica de Manos del Uruguay y referente en la promoción de las mujeres rurales.
Araceli Prieto: “El queso que elaboro nunca es el mismo, cada uno tiene identidad propia”
La primera en recibir el reconocimiento fue Araceli Prieto, de Paraje Escudero, San José, quien dedicó su vida a la quesería artesanal. “En el 95% de las queserías artesanales del país somos las mujeres las que elaboramos el queso. En mi caso, dos veces por día”, señaló con orgullo.
Prieto recordó la historia de su familia y el valor de la tradición, “hablar de quesería artesanal en Paraje Escudero es hablar de historia, de identidad, de manos que madrugan desde hace generaciones”.
En un emotivo discurso, destacó que elaborar queso no es solo una tarea productiva sino cultural, “el queso que elaboro nunca es el mismo, cada uno tiene identidad propia, cada queso cuenta la historia del día: si llovió, si hizo calor, si el campo estaba sereno o inquieto”.
Además, invitó al público a participar de la tradicional Fiesta Quesera en la cabaña de Paulier, un evento que cada marzo celebra el trabajo artesanal y la cultura del campo.

Norma Caruño: “Las mujeres rurales luchamos para que la vida en el campo sea mejor”
El segundo reconocimiento fue para Norma Caruño, nacida en Totoral del Sauce, Canelones, cuya vida estuvo marcada por el trabajo chacarero y su vínculo con Manos del Uruguay.
Caruño recordó sus inicios con humildad, “éramos pobres, teníamos limitación económica, pero no se notaba”, dijo al narrar cómo el tejido se transformó en una oportunidad de desarrollo personal y comunitario.
Con el paso de los años llegó a la presidencia de Manos del Uruguay, organización que abrió caminos para miles de mujeres artesanas. “Las mujeres de las redes rurales luchamos y tratamos de que la calidad de vida en el campo sea mejor. Muchas veces somos olvidadas, pero seguimos adelante con esfuerzo y convicción”, expresó.
Caruño resaltó el valor del “nosotros” por encima del individualismo: la familia, las compañeras artesanas y todas las mujeres que día a día sostienen la vida rural.
Un pedazo de historia para cada homenajeado
Los reconocimientos fueron entregados en forma de piezas de madera de pinotea rescatadas de los galpones históricos del predio de la ARU, construidos en 1913. “Lo que reciben es un pedazo de la historia de la Asociación Rural del Uruguay”, destacó el presentador Juan Carlos López, subrayando el simbolismo del homenaje.