Federico Ezequiel Santoro Vassallo, un uruguayo de 44 años conocido como Capitán y sindicado como el cerebro del esquema financiero del narco Sebastián Marset, se declaró culpable ante un tribunal estadounidense por su participación en una compleja red de lavado de dinero vinculada al narcotráfico.
Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, Santoro, quien operaba desde Paraguay, trabajó estrechamente con Sebastián Marset, narcotraficante uruguayo de 29 años acusado de liderar una organización que mueve toneladas de cocaína desde Sudamérica hacia Europa. Santoro estuvo a cargo de la administración de ganancias y el pago a cada integrante de uno de los esquemas de narcotráfico más importantes de la región. Los desembolsos eran autorizados por Marset cada vez que las cargas de cocaína lograban llegar con éxito, principalmente, al continente europeo.
Santoro había sido detenido en agosto de 2023 en Minga Guazú, Paraguay, y fue extraditado a Estados Unidos el 11 de julio de 2024 para enfrentar cargos por lavado de dinero. En Paraguay su nombre había surgido previamente en investigaciones relacionadas con el crimen organizado. En 2009 y 2021 fue señalado en casos de presunta trata de personas vinculadas a la agencia de viajes Ashley Turismo. En el caso de 2021, relacionado con el operativo Taranis, se investigó una supuesta red que trasladaba mujeres paraguayas a España. Sin embargo, Santoro fue absuelto en ambas causas.
A este uruguayo también se le acusa de tener relación con otro caso muy sonado, el de un avión con una carga de cigarrillos y una tripulación iraní, que fuera detenido en 2022 en Argentina y al cual se le negó el ingreso a espacio aéreo uruguayo. El avión con bandera venezolana había llegado a Argentina y sus tripulantes detenidos. En agosto de 2022, el ministro Anticorrupción de Paraguay, René Fernández, dijo que existía un nexo entre los tripulantes y la organización criminal responsable del asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, ejecutado en mayo de ese año en Colombia. Fue precisamente Federico Santoro quien en Ciudad del Este (Paraguay) se habría encargado del traslado y hospedaje de la tripulación.
Además, en el marco del operativo A Ultranza Py en Paraguay, iniciado en agosto de 2023, Santoro enfrentó cargos por lavado de dinero en ese país, al igual que su esposa, María Virginia Araki, quien aún está procesada por esta causa. También se encargaba de otras actividades dentro de la red de Marset.
Una red transnacional
Documentos judiciales revelan que Santoro desempeñó un rol clave como blanqueador de dinero para organizaciones narcotraficantes, facilitando el movimiento de millones de dólares provenientes de actividades ilícitas. La red, presuntamente liderada por Marset, operaba en países como Bolivia, Paraguay, Uruguay, Brasil, Bélgica, Países Bajos y Portugal, traficando grandes cargamentos de cocaína, algunos de hasta diez toneladas, con un valor de millones de dólares.
Santoro y sus cómplices recolectaban las ganancias del narcotráfico utilizando mensajeros y métodos encubiertos para trasladar grandes sumas de dinero, principalmente en euros. Estos fondos eran integrados al sistema bancario global mediante transferencias internacionales, a menudo a través de bancos corresponsales en Estados Unidos que convertían el dinero a dólares. Para ocultar el origen ilícito de los fondos, utilizó al menos siete empresas registradas en Sudamérica y Asia, generando facturas falsas que simulaban operaciones legítimas en diversas industrias.
Las autoridades norteamericanas señalaron que Santoro y Marset recurrieron a amenazas de violencia para proteger sus actividades ilícitas. En menos de cinco meses, gestionó el lavado de al menos 8 millones de dólares, recibiendo un porcentaje de los fondos como pago. Un caso notable ocurrió en enero de 2021, cuando organizó el blanqueo de al menos 5 millones de euros provenientes de un solo envío de cocaína, gran parte del cual pasó por el sistema bancario estadounidense.
En Estados Unidos, el lavado de dinero es un delito grave regulado por el Money Laundering Control Act de 1986. Cuando estas actividades involucran el sistema bancario estadounidense, como en el caso de Santoro, las sanciones pueden incluir hasta siete años de prisión por cada cargo, multas de hasta 500 mil dólares o el doble del valor de los fondos blanqueados, y la confiscación de activos relacionados con el delito. Si el lavado está ligado al narcotráfico, las penas pueden ser más severas. La declaración de culpabilidad de Santoro podría influir en una reducción de su sentencia, dependiendo de los acuerdos con la fiscalía y la decisión del juez. Por eso se espera que el uruguayo revele todo el esquema de lavado internacional y las empresas y personas que participaban en él.
Por otra parte, el Departamento de Justicia, junto con el Departamento de Estado, ofrece una recompensa de hasta 2 millones de dólares a través del Programa de Recompensas contra la Delincuencia Organizada Transnacional por información que conduzca al arresto o condena de Marset. Esta suma se suma a una recompensa de 100.000 dólares anunciada en Bolivia en 2023.
El arresto y extradición de Santoro fueron posibles gracias a la colaboración entre la Oficina de Asuntos Internacionales del Departamento de Justicia y las autoridades paraguayas. Este caso forma parte de la Operación Take Back America, una iniciativa del Departamento de Justicia para combatir el crimen organizado transnacional, incluyendo el narcotráfico y el lavado de dinero, además de abordar la inmigración ilegal y la violencia asociada.
Los fiscales federales adjuntos Anthony T. Aminoff y Catherine Rosenberg lideran el procesamiento del caso, bajo la dirección del fiscal Erik S. Siebert, del Distrito Este de Virginia y el agente especial Louis A. D’Ambrosio de la DEA.
Informe de 2022
El 21 de febrero de 2022, la Unidad Especial de Inteligencia Sensible Antinarcóticos y Delitos Relacionados (SIU) de la Secretaría Nacional Antidrogas presentó al Ministerio Público un informe detallado sobre una investigación iniciada el 6 de noviembre de 2019. El caso, inicialmente conocido como Arai, fue posteriormente rebautizado como A Ultranza Py.
El documento, que supera las 250 páginas, describe minuciosamente la estructura y los roles de los miembros de una red liderada por Sebastián Enrique Marset Cabrera, quien permanece prófugo. Entre los señalados se encuentra Federico Ezequiel Santoro Vassallo, identificado como una figura clave y de confianza de Marset, posiblemente el cerebro detrás de las operaciones de blanqueo de capitales. Santoro Vassallo, quien recientemente admitió su culpabilidad en Estados Unidos por conspiración para el lavado de dinero, habría actuado como un operador financiero dentro de la organización criminal.
El informe de la SIU detalla que Santoro Vassallo participaba en actividades ilícitas que facilitaban el movimiento de grandes cantidades de dinero a través de la región de la triple frontera. Como intermediario, habría gestionado transacciones económicas utilizando a personas de confianza, permitiendo que importantes sumas llegaran a Marset Cabrera durante los últimos dos años. Estas operaciones se habrían llevado a cabo dentro de los sistemas financieros nacionales e internacionales. Además, el reporte señala que Santoro Vassallo desempeñaba un rol como asesor y organizador en las actividades de lavado de dinero de Marset. Entre los métodos utilizados, se destaca la creación de un esquema de transferencias de futbolistas paraguayos al Club Trikala de Grecia, gestionado a través de contactos internacionales, como una de las estrategias más recientes para blanquear activos.
El informe también menciona un traslado de Santoro Vassallo, el 14 de abril de 2021, desde Ciudad del Este hasta el aeropuerto Silvio Pettirossi, en una aeronave investigada, piloteada por Gilberto Esteban Sandoval, otro miembro señalado de la red. Asimismo, se documenta un viaje realizado entre el 17 y el 21 de abril de 2021 a Emiratos Árabes Unidos, en el que participaron Marset Cabrera, Santoro Vassallo, Alberto Koube, María Noelia Colmán Alarcón (pareja de Koube en ese momento) y José Fernando Darío Estigarribia Cristaldo, todos hospedados en el mismo hotel.
Por último, el reporte incluye transcripciones de comunicaciones telefónicas entre Santoro Vassallo y Mauro García Troche, hermano de Gianina García Troche, pareja de Marset y recientemente extraditada y detenida en Paraguay.