En la mitad del período de gobierno, la coalición republicana avanza unida a pesar de los augures esperanzados en su ruptura, y ha podido superar las adversidades que se le han presentado con una gestión transparente y limpia.
Si bien debemos reconocer que es prematuro hablar de candidaturas, lo cierto es que se comienzan a manejar nombres de quienes pudieren ser los aspirantes en cada partido. Se podría decir que es propio del carácter de nuestro pueblo esa impaciencia por adelantarse a los tiempos electorales, lo que demuestra su interés y asegura su participación que siempre es alta o muy alta si se le compara con la de otros países.
En tal razón y por nuestra exclusiva cuenta, las informaciones que van tomando publicidad a través de los medios, nos llevan a formular una especulación “conjetural”, como diría el maestro Jorge Luis Borges, analizando las opciones de los distintos partidos. Comenzando por el Partido Nacional, ya se dice que el secretario de Presidencia, Alvaro Delgado, sería el delfín elegido de Lacalle Pou. Dedicado a su función en un ejercicio disciplinado y sobrio, Delgado tuvo la prudencia de no asistir a un acto que significaba el paso previo a una muy temprana proclamación, lo que tampoco supone que haya decidido renunciar a esa posibilidad.
Ello no ha obstado para que la agrupación “Todos” comience a operar buscando contactos, para encolumnar el herrerismo tras el candidato que decida seleccionar el presidente, siempre que consiga superar el desafío de unidad que exige la presencia de las listas 40, 71 y 404.
Sin embargo, el favor presidencial nada asegura: recordamos que Lacalle Herrera eligió al Dr. Ramírez y, en su momento, Jorge Batlle designó al Esc. Stirling y ambos fueron derrotados sin levante.
Desde el grupo de los intendentes blancos, hasta ahora, no se sabe que hayan acordado alguna acción en términos electorales, siendo que por otra parte no existe una figura entre ellos que asome y se distinga con una destacable proyección nacional.
Como es de rigor, habrá elección interna y se presentará sin dudas Jorge Gandini. Este viene del tronco wilsonista, es un senador con experiencia parlamentaria y amplio conocimiento de los problemas del país, que ha enfrentado con énfasis y sólidas respuestas los desaforados ataques de la oposición, de modo que, con ganas, condiciones y una edad adecuada, se perfila con posibilidades ciertas. Hasta podría decirse que es el candidato a vencer.
Otros nombres se han manejado desde una perspectiva de género, pero sin más suceso ni posibilidades que el de una eventual jefatura en lo departamental o de participación en la fórmula.
En el Partido Colorado, cuya figura principal sigue siendo el Dr. Sanguinetti –ya no por su peso electoral sino por su prestigio y trayectoria, y alejado Bordaberry por propia decisión–, aparece como figura excluyente el Dr. Robert Silva que está a cargo de la tarea, quizás más importante a cargo de la coalición, como es la reforma educativa.
Está llevando su difícil trabajo con el estilo de seriedad que exigen los valores comprometidos, sin apartarse de un discreto manejo pero con la inexorable firmeza que reclama el restablecimiento de la disciplina del trabajo, la eliminación de los desbordes sindicales superando la cerrada oposición que hoy le hace Fenapes como gremio frenteamplista, reformulando los textos con rigor histórico, adecuando la enseñanza a la coyuntura , adaptándola a las técnicas modernas y exigencias tecnológicas y de orden laboral, y actualizando y jerarquizando por fin la carrera docente al nivel universitario, sabiendo que en su éxito se juega el destino de la educación nacional por varias décadas.
Dentro de las agrupaciones “Ciudadanos” y “Batllismo” han aparecido figuras jóvenes y promisorias, pero todavía sin el alcance para erigirse en conductores de importantes corrientes de opinión.
El Partido Independiente, de magra votación en los últimos comicios, generosamente sobrerrepresentado en el gobierno, no tiene otro líder que Pablo Mieres que, alejado de posturas que comprometieron su apoyo y determinaron la pérdida del senador y dos diputados, dejándolo con un solitario representante, ha tenido una labor aceptable en el Ministerio de Trabajo que puede mejorar algo su performance electoral.
De Cabildo Abierto también resulta obvio el liderazgo del Gral. Manini, en un partido que ha sido, según mediciones publicadas, el más claro cumplidor en su acción de gobierno con los compromisos anunciados en su programa, que no han sido siempre acompañados por sus socios para ser consagrados como leyes. En su interna se comienza a avizorar que habrá distintas de agrupaciones cuya concreción se ha visto dilatada, por cuanto el ministro Daniel Salinas, destacada figura del gabinete y del partido, aún tiene pendiente una opción para integrar la Organización Panamericana de la Salud, que lo alejaría de la política interna.
Finalmente observamos a la oposición, que comprende al Frente Amplio y su muy clara articulación con el movimiento sindical. Sin ninguna duda, Carolina Cosse y Yamandú Orsi por ser los gobernantes de los dos departamentos más poblados del país, aparecen como las figuras prominentes para ser candidateadas. Si pudiere considerarse una ventaja la condición de mujer en el contexto histórico actual, puede destacarse, en cambio, que la intendenta de Montevideo presenta un perfil más radicalizado y duro ante la imagen de chico bueno, conciliador y cercano que exhibe Orsi. Pero la falta de sus líderes históricos implica para los frenteamplistas una importante desventaja, pues para llegar a aquel nivel de apoyo se precisará tiempo y un proceso de consolidación.
El presidente de esa fuerza política, Fernando Pereira, aunque pueda abrigar “in pectore” un proyecto político personal, no va a cometer el error de pretender irrumpir en el campo electoral cuando aún le queda mucho para zurcir dentro de su propio partido y de la central sindical, no obstante tener una presencia habitual en los medios, convertido en el más severo crítico de la gestión de la coalición republicana que gobierna.
Reiteramos que esta breve y provisoria síntesis, para nada compromete a este medio, ni representa otra cosa que la simple opinión del articulista.
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