Uruguay e India mantienen un vínculo creciente en comercio, inversiones y acuerdos diplomáticos. El informe sobre India elaborado por Uruguay XXI, publicado en julio de 2025, analiza en detalle las relaciones bilaterales y las oportunidades de inversión entre ambos países.
En el marco de la Cumbre del Brics celebrada en julio en Río de Janeiro, el presidente Yamandú Orsi mantuvo un encuentro bilateral con el primer ministro de la India, Narendra Modi. Uruguay e India han consolidado en las últimas décadas un vínculo diplomático y comercial que combina historia, oportunidades y desafíos para ambas naciones. Desde el establecimiento formal de relaciones diplomáticas en 1948, la agenda bilateral ha transitado desde los primeros acercamientos culturales hasta convertirse en un canal estratégico para inversiones tecnológicas y exportaciones claves.
India es un actor clave en el comercio internacional, con un crecimiento sostenido en los últimos años. Tras una caída en 2020, el país alcanzó en 2022 un récord histórico tanto en exportaciones como en importaciones. Este dato no es menor pues refleja una mayor integración de su economía al comercio global, impulsada por una fuerte demanda interna y una estructura comercial definida.
En la última década, India ha sido uno de los principales países de origen de muchos de los productos importados por Uruguay. Su distinción en ciertos productos y el fácil acceso al mercado uruguayo facilitó que las adquisiciones hayan rondado los US$ 200 millones hasta el quiebre de la pandemia. Posterior al covid-19, el intercambio comercial continuó en aumento, con una mayor incidencia en las importaciones indias, pero a su vez con un mayor volumen de exportación hacia el país de Medio Oriente, lo que abrió un nuevo destino para la matriz productiva uruguaya.
Una relación con hitos históricos
En 1960, Uruguay inauguró su embajada en Nueva Delhi, y la entonces primera ministra de India, Indira Gandhi, visitó Montevideo en 1968, gesto que reforzó la amistad política. Décadas después, en 2002, la llegada de Tata Consultancy Services (TCS) marcó el inicio de la inversión india en Uruguay en el sector tecnológico, tendencia que se profundizó con la instalación de otras firmas vinculadas a software, farmacéutica y logística.
Los últimos años reflejan un incremento en la densidad diplomática, con rondas anuales de consultas políticas y visitas de alto nivel. En 2025, el ministro Pabitra Margherita asistió a la asunción presidencial de Yamandú Orsi, y ambos países aprovecharon la reciente cumbre del Brics para afianzar sus agendas.
El comercio bilateral crece, aunque con asimetrías
En 2024, las exportaciones uruguayas a India alcanzaron los 93 millones de dólares, multiplicando por seis el volumen prepandemia. Un dato clave es la fuerte concentración: el 79% corresponde a madera y sus derivados, seguidos por cebada sin procesar (9%), lana y tejidos (4%), y en menor medida sustancias químicas y cuero. El crecimiento de la demanda de cebada en India se vincula al auge de su industria cervecera tras la pandemia.
Por su parte, Uruguay importó desde India bienes por 230 millones de dólares en 2024. Las compras se distribuyeron principalmente en combustibles minerales (30%), vehículos y autopartes (17%), productos químicos orgánicos (11%), máquinas, aparatos tecnológicos e instrumentos mecánicos. También se destacan los textiles, con importaciones de prendas de vestir y telas por 7,5 millones de dólares.
Esta dinámica muestra la complementariedad de ambas economías, con India consolidándose como proveedor clave de bienes industriales y energéticos, mientras que Uruguay ofrece materias primas forestales y agroindustriales.
Acuerdos vigentes y potencial de expansión
Actualmente existen tres grandes acuerdos que rigen el comercio bilateral: el Acuerdo Bilateral de Inversiones firmado en 2008 (actualmente en renegociación), el convenio para evitar la doble imposición (2011) y el Acuerdo de Preferencias Fijas entre Mercosur e India (2009), que otorga reducciones arancelarias de entre 10% y 100% en productos como farmacéuticos, maquinaria, alimentos y textiles.
Si bien se trata de preferencias limitadas, ambos países han manifestado su interés en avanzar hacia un Tratado de Libre Comercio. Según Uruguay XXI, India no requiere la anuencia previa del Mercosur para negociarlo, lo que abre una oportunidad concreta para Uruguay en materia de diversificación de mercados y mejor inserción internacional.
Inversiones indias: tecnología y logística en Uruguay
La estrategia global de expansión de las empresas indias ha impactado a Uruguay, especialmente en los servicios tecnológicos y de telecomunicaciones. TCS (grupo Tata) lidera el segmento, con más de dos décadas operando en Zonamerica, y se suman firmas como Infogain Latam (programación informática), Deciral (farmacéutica) y Oliva Garden (manufactura textil). India también invierte en transporte marítimo (Avvashya Group) y en energías renovables, como Suzlon Wind Energy.
En 2024, India incrementó su stock de Inversión Extranjera Directa al exterior a 260 mil millones de dólares, un 10% más que el año anterior, impulsado por tecnología, farmacéutica, servicios digitales y manufactura avanzada. Este contexto global refuerza el interés de las multinacionales indias en Uruguay como plataforma hacia América Latina.
Los aranceles: un desafío para la inserción
En la actualidad, la oscilación de las tasas arancelarias depende del sector que se observe. Si bien se considera que el arancel medio se encuentra alrededor de 20%, este dato no es esclarecedor ya que las diferencias entre sectores y productos son inmensas. Así, se encuentra que para los productos agrícolas los aranceles son mayores y oscilan entre el 10% y el 300% (peak tariff del país) comparado con la horquilla de los productos que no son del sector (150%). Aranceles entre 70% y 100% para pimienta y arroz; aranceles entre 50% y 70% para guisantes, leche en polvo, maíz, algunos frutos secos y manzanas; y aranceles entre 30% y 40% para naranjas, limones, uvas y peras, son algunos ejemplos.
“En 2023 Uruguay pagó por concepto de aranceles vinculados a las exportaciones de bienes US$ 387 millones. En India se pagaron US$ 3,9 millones, asociados casi en su totalidad a las exportaciones de madera en bruto y subproductos” (India, Uruguay XXI, julio 2025).
Para la madera uruguaya, principal rubro exportado, los aranceles significaron en 2023 pagos por US$ 3,2 millones, seguido de Pescados y productos del mar que pagaron US$ 252 mil. El informe identifica oportunidades no aprovechadas, como lana desgrasada, piedras semipreciosas y habas de soja, que podrían potenciarse con estrategias comerciales específicas.
Mirada a futuro
Uruguay e India mantienen hoy un flujo comercial superior a los 320 millones de dólares anuales, con un potencial latente aún mayor. La complementariedad productiva y la estabilidad institucional uruguaya atraen inversiones tecnológicas y farmacéuticas de India, mientras el mercado indio de 1450 millones de habitantes se muestra como un destino clave para diversificar exportaciones forestales, agrícolas y textiles.
La agenda bilateral se proyecta con desafíos: reducir la concentración exportadora, consolidar cadenas de valor con mayor valor agregado, negociar mejores condiciones arancelarias y avanzar en un eventual Tratado de Libre Comercio que supere las limitaciones actuales. Con la diplomacia económica como herramienta, Uruguay e India parecen dispuestos a profundizar un camino que comenzó hace 75 años y hoy se proyecta con renovadas expectativas en el tablero global.