Con la presencia de una nutrida delegación encabezada por el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, se viene desarrollando en la ciudad de Osaka, Japón, la Expo Osaka 2025. Entre los presentes, el economista Ignacio Munyo, director ejecutivo del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres), participó de varias reuniones, de cuyos resultados informó a La Mañana en nota concedida desde la propia sede del evento.
La Expo Osaka propone como tema principal el diseño de la sociedad del futuro para nuestras vidas. ¿Sobre qué se basa y cómo se aplicaría en nuestra sociedad?
La Expo Osaka es una exposición universal que se hace cada cinco años. La última fue en Dubái, enseguida después de la pandemia. Y propone un tema, pero cada país le da su propio enfoque. Estamos hablando de predios de varias hectáreas, donde los pabellones de los países son realmente edificios. Donde hay un esfuerzo muy grande de creatividad y de promoción. Porque estamos hablando de que se espera que una vez que termine esta Expo, el 13 de octubre, van a haber pasado 28 millones de japoneses. Por día, solo para que se hagan una idea, por el pabellón de Uruguay pasan 150.000 japoneses. Miran lo que es Uruguay. Estamos hablando de que ya se superó el millón de personas que han pasado por el pabellón de Uruguay. Entonces, ahí, más allá del lema que tiene la Expo, que básicamente el lema lo pone Japón y es lo que muestra en sus distintos pabellones, que son múltiples, el oficial y varios privados que muestran esto de la sociedad del futuro.
Pensando, más allá de la digitalización o la automatización, el foco está en la calidad de vida y en el ser humano. A este desafío ellos lo llaman la revolución 5.0. Siempre se ha hablado de la 4.0, ya que 5.0 es la persona en el centro, más allá de la tecnología y de la automatización. En ese marco es que vinimos al Día Nacional de Uruguay, que en seis meses toca, el 17 de junio, y todos los focos de la exposición de todas las autoridades japonesas se ponen en el día en el país en el cual es su día asignado. En ese marco fue que vino una misión desde Montevideo de 35 personas, aproximadamente, en algún momento fue un poquito más, encabezada la misión oficial por el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Alfredo Fratti, y hoy con muchas agencias del gobierno, como Uruguay 21, con un rol muy importante, la Agencia Nacional para el Desarrollo, el Ministerio de Transporte, la CND, solo por mencionar algunos, y después muchas empresas privadas que quieren hacer negocios con empresarios japoneses, en distintos rubros, ya sea de alimentación, como de servicios médicos o de tecnología. En particular, nosotros vimos que Japón es un socio comercial estratégico para el futuro del Uruguay. Es un país que valora mucho la calidad y la paga. Y eso es lo que Uruguay tiene que apostar hacia el futuro para poder sobrevivir, digamos, con un nivel de encarecimiento crónico y permanente en el Uruguay, que solo es compatible producir cuando tiene mercados que pagan por calidad y pagan buenos precios, con productos que son naturales, pero que están procesados de una forma tal de que respetan los más altos estándares, no solo de sostenibilidad, sino también de calidad del propio producto. Y fue muy interesante estos días, porque en ese marco se realizaron muchas actividades, no fue solo un día de Uruguay, fue toda una semana, hubo reuniones con inversores japoneses, centenares de inversores japoneses, mirando al Uruguay con testimonio de empresarios japoneses que están invirtiendo en Uruguay, en forestación, por ejemplo, y en una industria de válvulas. Empresas japonesas, que están instalados en el Uruguay, produciendo y vendiéndole, en algunos casos, al resto de la región. Y también tuvimos nosotros, en lo personal, series de reuniones con instituciones académicas y de investigación de altísimo nivel. Solo por poner un ejemplo, hicimos un acuerdo de colaboración académica y de cooperación futura en actividades conjuntas con el Nomura Research Institute. Para que se den una idea, Nomura es un banco de inversión de acá de Japón que tiene ahorros de 6 millones de japoneses y maneja fondos, o sea, activos, por un valor 10 veces superior al PBI de todo el Uruguay. Ese conglomerado tiene un centro de investigación gigantesco de 7000 personas que se dedica a estudiar políticas públicas. Nosotros estuvimos reunidos con ellos y le pusimos la bandera en América Latina. Tiene relaciones solo con Estados Unidos en América. Y ahora, a partir de este encuentro, tiene con nosotros, con Ceres una relación para hacer trabajo a futuro. Lo mismo logramos con un centro de investigación que es muy importante, se llama la Asociación Japonesa de América Latina, y que también acordamos mantener una relación de información. Porque en el fondo lo que nos importa es que Uruguay ponga más su foco en Japón y que Japón conozca más al Uruguay. Porque si hay algo que quedó claro es que nos conocen pocos.
La delegación uruguaya mantuvo contactos con corporaciones agrícolas y ganaderas. Estamos hablando de sectores que están siendo golpeados por la carga tributaria. ¿Qué beneficios más allá de los contactos pueden generar estas reuniones?
Primero, como la misión estaba encabezada por el ministro Fratti, a nivel oficial el foco estuvo puesto en la parte que está dentro de la cartera del Ministerio de Agricultura y Pesca. Pero el sector privado que vino a ocupar la misión hizo contactos en muchos otros sectores, de salud, de investigación. Así que fue mucho más grande lo que pasó esta semana en Japón que lo que cuenta la misión oficial. En parte eso era la idea, que sea una misión pública o privada. Yendo al tema específico del agro que preguntaba, es claro que el sector en Uruguay tiene un desafío muy grande de competitividad. Y por eso digo que el esfuerzo que se tenga que hacer en estos mercados, que son mercados que pagan precios atractivos, mucho más atractivos que otros mercados que Uruguay ya accede en mayor cantidad, es fundamental para la sobrevivencia del sector agroexportador del país. Estos son los mercados a los que hay que aspirar, pero da mucho trabajo concretado. Nadie piensa que basta con viajar una vez a Japón y ya estará en un negocio, no. Acá hay que venir, darse a conocer, entrar en confianza. Si yo tuviera que definirla después de estos días en Japón que tuve que entrar en contacto con japoneses, la personalidad de los japoneses es una persona extremadamente amable, pero al mismo tiempo inflexible. No hay forma de cambiarles las normas que tienen o los procedimientos. Pero al mismo tiempo son personas muy honestas.
Todos aquellos que han logrado conectar con algún cliente o inversor japonés logran una relación de larguísimo plazo. Pero hay que trabajarla mucho con un comprador de acá. Es una inversión que el empresario uruguayo tiene que hacer y obviamente las autoridades están para abrir las puertas. Por eso vino una delegación con tantas instituciones públicas como lo viene haciendo hace tiempo. Déjame contarte una anécdota muy interesante que pasó en una de las reuniones que fue organizada en la sede de Jetro. Es como el equivalente de Uruguay 21, pero a nivel japonés. Es la agencia de promoción de comercio exterior e inversiones del gobierno de Japón. Es un monstruo que está instalado en muchas ciudades de Japón. Acá la reunión fue en la sede central en Tokio. Lograron convocar a más de 100 empresarios japoneses interesados en invertir en Uruguay en todos los sectores. Ahí se presentó por parte del anfitrión las palabras de apertura el director general de Jetro y dijo que, textual es que te voy a decir, en este mismo lugar hace casi tres años estuvo el presidente Lacalle Pou presentando al Uruguay y no solo lo presentó, sino que estuvo, se tomó el tiempo de responder en persona a más de una decena de preguntas que le hacían los empresarios japoneses y él mismo las respondía. Así empezó el seminario que fue hace dos días acá y que después vino a las palabras de Fratti y todo lo que estaba a continuación, que eran empresarios que daban testimonios de trabajar en Uruguay, los propios de Jetro que tienen su sede en América del Sur, en Buenos Aires, y el que estaba en Buenos Aires que estuvo acá ahora en Tokio, dijo que Uruguay era un país muy valorado por su estabilidad, muy valorado por su seguridad jurídica, que obviamente tenía el desafío de que estaba caro, lo dijeron, y esto me pareció muy importante porque lo dijeron los propios japoneses y esto fue algo que yo le pregunté después que terminó la reunión, que fue que hubo un espacio de intercambio bilateral, digamos el típico café de charla después del evento de networking, ahí yo le pregunté qué consejos le daría al Uruguay de una agencia de promoción de inversión y comercio exterior japonesa y me dijo Uruguay tiene, textual también, Uruguay tiene una gran marca para vender, pero que no es conocida, tiene que dar a conocer más, y eso se logra insistiendo con este tipo de viajes, darle continuidad, seguir pensando y que no sea una única bala que no llega a destino, sino se logra darle un seguimiento permanente, así que eso es fundamental, estoy convencido de que en Japón hay una oportunidad, pero que no es soplar y hacer botella, estamos hablando de la crema a nivel mundial, realmente es un país de primerísimo mundo que valora la calidad y la paga.
¿Cómo se tomaría a nivel de estas grandes inversiones los anuncios del gobierno de aplicar impuestos a las multinacionales para tratar de financiar políticas públicas?
Otra cosa que se enfatizó por parte de las autoridades japonesas de Jetro fue que en Uruguay era muy importante el régimen de promoción de inversiones en la zona franca, o sea, se mencionó muchas veces en las reuniones con inversores, no por parte del gobierno uruguayo, sino por parte del gobierno japonés, el régimen de zonas francas en Uruguay como algo muy valioso, así que simplemente tengamos claro que los regímenes que buscan promover las inversiones son los que ponen atención en Uruguay y sin esos regímenes sería muy difícil atraer inversiones. A lo que te referiste en la pregunta, es algo específico con inversiones europeas que ya están instaladas en Uruguay y que por la legislación de los propios países europeos tienen que pagar el impuesto mínimo global en sus países de orígenes y lo que está tratando de hacer el gobierno uruguayo es que en vez de pagarlo en los países de orígenes lo pague en el gobierno uruguayo, algo que sería neutro desde el punto de vista fiscal para la propia multinacional siempre y cuando sea de un país que tiene ya legalizado el acuerdo mínimo global, pero aquellos que no la tienen, es un caso a caso esto, o sea depende del origen de la multinacional que está y cómo se maneja por parte del gobierno para que sea neutro desde el punto de vista del costo que le implicaría a la empresa. A Uruguay obviamente le convendría porque podría recaudar lo que está recaudando el país de origen la empresa, siendo neutro para las empresas, pero hay que entrar en detalles porque hay mucho control en eso por parte de organismos internacionales.
La presencia de grandes inversores que se van quedando con el mercado de producción nacional, ¿hace poner en riesgo la marca Uruguay?
La marca Uruguay, como decían los japoneses, hay que darla a conocer mucho más. Entonces yo me preocuparía más en hacer la promoción como se debe e invertir lo que se debe en que el mundo conozca más la marca Uruguay y que el problema de que vengan y que quieran invertir en el país por suerte interesados hay que cuidarlo porque no es que hay cola de inversores golpeando la puerta. Acá cuando estábamos preguntan todo, analizan todo, estudian todo y nadie da un paso en un país como Japón, de primerísimo nivel, sin estar absolutamente seguro de que va a generar una renovación de largo plazo y estable. Así que hay que tener mucho cuidado con las señales que se dan porque se ven y hay que trabajar mucho como decía en vender la marca país posicionar al Uruguay en el mundo porque tenemos material de sobra para hacerlo lo que falta es insistencia.
Se decía hace tiempo atrás que exportamos productos, pero no cerebros. Tenemos cerebro y tenemos tecnología, el software, por ejemplo, que tanto se habló, ¿es reconocido a nivel internacional o nos falta progresar para poder entrar en el mercado?
Es reconocido, en alguna de las reuniones aquí en Japón me mencionaron a la industria del software de Uruguay y decían que si bien la diferencia horaria puede ser un problema, a priori ellos lo ven como una oportunidad porque hay 12 horas exactas de diferencia con Japón y acá se trabaja mucho a otro horario, entonces ellos lo ven como un gran problema. Recordemos que la industria del software en Uruguay le vende el 85% a Estados Unidos porque queda casi en el mismo huso horario y eso facilita mucho el servicio en tiempo real de los técnicos que están en Uruguay con las empresas en Estados Unidos. Pero acá en Japón nos quedó claro que eso no es una limitante para generar oportunidades para la industria del software. También hay que tener algo claro cuando se habla de valor agregado en los productos: los alimentos tienen muchísimo valor agregado, o sea el valor agregado no es una exclusividad de los servicios informáticos o de los profesionales, sino que un producto de primer nivel ya sea un vino, un caviar, un pedazo de carne, un queso o un aceite de oliva uruguayo vendido en Japón tiene muchísimo valor agregado en todo el proceso para lograr ese producto de calidad que solo así puede ingresar en un mercado como este.