El nuevo presidente de la Federación Rural mantendrá la impronta que la institución tuvo en los últimos años, poniendo atención a los cambios que el país necesita y manteniendo la disponibilidad al diálogo.
El lunes 9 Rafael Normey asumió como presidente de la Federación Rural (FR). Aunque siempre fue allegado a la institución, su mayor cercanía con la dirección se dio durante la presidencia de Mónica Silva, quien asumió en junio de 2021 y se convirtió en la primera mujer en ocupar el cargo.
“A Silva no la conocía –dijo a La Mañana–, pero en determinado momento vi que había un movimiento en la Federación Rural que era liderado por ella, me mandó un mensaje o yo a ella, no recuerdo bien cómo fue, y comenzó el vínculo gremial. Estuvimos intercambiando ideas, luego me propuso la delegatura en el Plan Agropecuario, que no acepté, pero posteriormente asumí como delegado en el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria, y se puede decir que en ese momento comenzó formalmente mi trayectoria dentro de la Federación”, contó Normey.
“Lo normal es que los presidentes de la FR tengan una trayectoria en alguna gremial de base o institución y ahí van arrimándose hasta que son invitados al Consejo. Ese es el camino natural, pero yo como que soy un outsider y llegué haciendo un recorrido al revés, debido al impulso que me dio Mónica”, agregó, aunque ha sido socio de la Asociación Rural de Florida y de la Asociación Rural de Reboledo.
Es el momento de las reformas
Respecto a los desafíos que debe enfrentar la FR, Normey dijo que en lo interno estamos con “un gobierno que se va instalando, aunque ya pasó un tiempo prudencial y debería ver planes más concretos. Sin embargo, todavía seguimos en el formato de instalación y no logramos empezar a ver realmente qué es lo que se va a hacer en cada uno de los temas que hay que atender”, observó.
Durante la campaña electoral “se dijeron muchas cosas, pero ahora ha llegado el momento de hacer y vemos que todo eso que se dijo no tenía un contenido de respaldo. Por ese lado tenemos cierta preocupación porque hay temas que no pueden esperar más”.
Si se mira al mundo, “hay un panorama de incertidumbre muy importante, como siempre lo hay, pero quizás ahora con algunos condimentos nuevos”.
Así y todo, “el momento actual del agro uruguayo es bueno” con “el clima y los precios de la carne y la leche acompañando. En la agricultura tenemos muy buen rendimiento, con bajos precios, pero con números positivos. O sea que la coyuntura del agro es interesante y facilita la posibilidad de atender y encarar las reformas estructurales imprescindibles”, consideró.
Este momento de producción y buenos precios, más el gobierno en instalación, nos permite “tener todo muy alineado como para encarar reformas estructurales, y eso no soy yo quien lo dice, es el ministro [de Economía, Gabriel] Oddone, que lo dijo antes y después de asumir”.
Esos cambios y esas reformas son “imprescindibles para dejar de ser un país caro y empezar a ser un país competitivo”, subrayó.
Hay temas que no pueden esperar
“En lo macro, los temas que no puede esperar más son los que tienen que ver con disminuir el peso del Estado y la presión fiscal para comenzar a crecer. Son asuntos estructurales que vemos que no se empiezan a atender, no se arranca a trabajarlos, y es necesario dar los primeros pasos porque sus resultados se verán a largo plazo”, planteó.
Si ponemos la lupa en el sector agro, “los temas fundamentales que aparecen y que debemos comenzar a trabajar” pasan por “el Plan Nacional de Riego, que es un gran titular desde hace varios años, y a esta altura ya deberíamos estar hablando de cosas concretas. Eso es imperioso, porque cuanto más demoremos más cerca estamos de la próxima sequía”.
“Otro es el tema sanitario, y sin duda que la garrapata. Se puso a la garrapata como prioridad máxima, estamos de acuerdo con eso, pero lo que queremos saber es qué vamos a hacer diferente de lo que estábamos haciendo y que cambie la pisada, porque por ahora no vemos grandes innovaciones, salvo el tema de la vacuna, que ya sabemos que es algo de mediano plazo, que es muy promisorio. Ojalá que en un par de años estemos hablando de que la vacuna lo arregló todo, pero en el corto plazo o en un horizonte de un par de años tenemos que hacer otras cosas diferentes”, señaló Normey.
El funcionamiento del Ministerio de Ganadería es otra área por atender: “Sabemos que hay una cantidad de inconvenientes, de reestructuras que son necesarias” porque “hay oficinas que es difícil justificar su existencia y que no funcionan del todo bien; dentro del Ministerio hay funciones que deben reorientarse y otras que se deben fortalecer”.
Respecto a la inserción internacional, el gobierno dijo que se está trabajando para mejorar ese aspecto “y estamos de acuerdo con esa línea, pero no nos gusta que se diga que es imposible que Uruguay baje el nivel de aranceles que paga por sus exportaciones”, como lo manifestó el ministro Alfredo Fratti.
Si otros países lo han logrado, nosotros también deberíamos, “no podemos bajar los brazos y decir que es imposible, aunque sí es difícil, pero el esfuerzo vale la pena porque impactaría tremendamente en la posibilidad de crecimiento, desarrollo, captura de inversiones, de mejora en todos los procesos”.
Aumentar el diálogo
Normey observó que con los diagnósticos todos estamos de acuerdo, pero “cuando llega el momento de tomar decisiones, nos frenamos, diluimos los temas en discusiones y no terminamos de encaminarnos hacia la solución”. Además “surgen otros debates que son importantes, como pobreza infantil, delincuencia, educación, entre otros. Todo eso son prioridades, pero si no nos encaminamos en un crecimiento económico fuerte y si no definimos cuáles son realmente los formatos necesarios para que el Uruguay empiece a crecer fuerte, el resto, por más imprescindible que sea, no lo vamos a poder arreglar”.
El presidente de la FR señaló que hay un problema en la forma de pensar de los uruguayos. “Por ejemplo, si decimos forestación, a todos se nos viene a la cabeza UPM, Montes del Plata, celulosa, multinacionales, contaminación, todo negativas. ¿Por qué no pensamos en una forestación para otro tipo de productores?, porque tenemos toda una reglamentación hecha y pensada para multinacionales que vienen, hacen sus inversiones, obtienen su rédito y corren por otros carriles. ¿Por qué no pensamos en el productor mediano que puede forestar un 10% de su campo, con eso generar una caja de ahorro, además puede generar sinergia con su propia ganadería, eso va a traer un cúmulo importante de inversiones, de empleo, va a generar la industrialización de esa madera para diferentes usos y no necesariamente celulosa”.
“Similar pasa cuando decimos soja, enseguida surge la idea de que estamos contaminando todo”, señaló.
Entonces, “cuando el diálogo empieza con esos paradigmas nefastos del sector agropecuario, se hace bastante complejo, casi imposible que podamos llegar a un intercambio razonable” a pesar de que “ya no es lo mismo hoy que la agricultura de hace 20 años, porque el conocimiento y la tecnología fueron avanzando, con incorporación de rotaciones, la interacción con la ganadería, los puentes verdes, las praderas, todo eso genera una sinergia positiva. Ya no podemos pensar en clave de soja transgénica como algo nefasto, sino que tenemos que ir pensando en cómo seguir evolucionando en el sistema productivo”.
Esa evolución significa “crecimiento en la agropecuaria y multiplicación hacia el resto de la economía del país. Deberíamos ser todos socios embarcados en el mismo país, y para eso tenemos que hablarnos mucho más y concientizar mucho más todo el sistema político”.
Comunicación con las federadas
En lo que tiene que ver con el funcionamiento y el perfil de la FR, Normey dijo que va a “mantener la línea de continuidad”, y en eso tiene que mucho que ver “el fortalecimiento institucional”.
En primer lugar, mencionó “el vínculo y la comunicación con las federadas, que son las dueñas de la FR”. Otra cosa es “el fortalecimiento hacia afuera, que quizás necesite cosas diferentes, pero el Congreso marcó gran parte de la agenda de trabajo, con un Consejo integrado por gente muy valiosa y muy representativa, entonces no hay que innovar mucho, más allá de la impronta personal que siempre está”.
Normey destacó que la FR mantendrá las puertas abiertas al diálogo con las federadas y con todos los actores del país. Celebró positivamente “el diálogo informal que hay con el ministro Alfredo Fratti”, lo que es muy importante porque hay comunicación y eso es clave para tratar los diferentes asuntos del sector.