El director de Recursos Naturales del Ministerio de Ganadería, Ing. Agr. Gustavo Garibotto, dijo que no se trata de proyectar cifras, pero sí de revertir la situación de caída que ha tenido el rubro en los últimos años.
El jerarca se refirió al excelente momento coyuntural por el que atraviesan los precios de la carne y las lanas ovina. Sin embargo, dijo que “nadie puede afirmar que esto es algo que llegó para quedarse”. Se trata de una oportunidad que sirve para generar optimismo entre los “ovejeros que van quedando” y que son el principal puntal en defensa del rubro. Entiende que es un momento interesante para proyectar al rubro en un contexto donde el stock ovino ha caído a límites impensables hace algunos años.
Se pasó de los 26 millones de cabezas ovinas que había en el país hace 30 años a “estar arañando los 5 millones”. Garibotto dijo que no solo se trata de pérdida de producción, sino también de capacidad industrial, de productores, mano de obra y cultura del ovino.
El director de Recursos Naturales del Ministerio de Ganadería dijo que es un fenómeno multicausal y por lo tanto “hay que abordarlo de manera simultánea, pero a la vez jerarquizada”.
Desde su área de trabajo las baterías están puestas en aumentar el stock ovino. Sin aventurar un número que haya que alcanzar el jerarca señaló que “no alcanza solo con aumentar la productividad”. Aseguró que todos los esfuerzos deben apuntar a un punto de inflexión desde el cual se empiece a crecer.
Una de las premisas en que esa dirección fundamenta su gestión se basa en que el ovino debe estar integrado a otros sectores, sobre todo al vacuno, con el cual se ha desarrollado desde siempre.
En segundo término, Garibotto enfatizó que los ovinos son lana y carne y se trata de dos rubros que “son complementarios”. Sin embargo, los énfasis pueden ser diferentes dependiendo del lugar geográfico donde se desarrolle la explotación, la tradición de los productores y el gusto que puedan tener por inclinarse por una u otra opción.
En tanto, ya sea en materia de lana o carne, hay que seguir determinados lineamientos marcados por el mercado. Las lanas tienen que ser cada vez más finas para lograr nichos y precios interesantes y a su vez que sean rentables para el productor. En carne, la de cordero es la más pretendía y mejor cotizada. De todos modos, recordó las gestiones encabezadas por el ministro Alfredo Fratti y el presidente de INAC, Gastón Scayola, ante las autoridades mexicanas, donde la carne ovina adulta tiene un lugar preferencial entre los consumidores de ese país.
Sin profundizar, el jerarca dijo que se están pensando algunas estrategias de beneficios fiscales para los productores de este rubro.
Garibotto destacó los esfuerzos que se están haciendo desde INAC para promocionar los cortes ovinos y captar nuevos nichos de mercado.
Entre otras medidas que se piensan instrumentar para potenciar al sector se aspira a lograr un sistema de cajas negras en la industria frigorífica específica del sector ovino.
Es aspiración de la nueva administración lograr acciones con los frigoríficos tenientes a que cuando los corderos estén prontos puedan ingresar a faena fácilmente. Históricamente, hay momentos en el año donde los retrasos de las entradas a la industria generan perjuicios en el resultado económico de los productores.
Una de las grandes preocupaciones en el sector está relacionada con los predadores que generan grandes pérdidas en los rodeos. Gran conocedor y amante de la ovinocultura, el jerarca sabe que se trata de un tema complejo que no tiene una única solución. Señaló que “no es lo mismo lo que pueda ser ataque de perros, ataque de jabalíes, lo que puedan ser los zorros o los caranchos”. En tal sentido tampoco las alternativas de solución son las mismas.
Destacó al programa Procría que lleva adelante el ministerio de Ganadería con el resto de la institucionalidad y es coordinado por el Instituto Plan Agropecuario. Señaló que será un gran aporte para los objetivos que se persiguen sobre el incremento del stock ovino. Remarcó que será un trabajo que abarca a mil productores que en la sumatoria alcanzan casi medio millón de hectáreas. Con evidencia recabada en 30 años de investigación donde se puede incrementar la productividad y la rentabilidad de los establecimientos sobre campo natural, el jerarca entiende que este programa será muy importante para este sector.


















































