Los propietarios pretenden a un poco más que los valores del mercado, pero la demanda sigue siendo firme de parte de inversores locales y extranjeros.
El mercado inmobiliario rural continúa con una demanda creciente de inversores locales, pero también con una buena participación de extranjeros que han puesto sus ojos en el país. Si bien en el último tramo de este 2025 cuesta acercar las puntas compradoras y vendedoras, el escenario sigue siendo altamente auspicioso para este tipo de negocios.
Como ha venido sucediendo durante todo el año, el clima ha jugado un papel preponderante para este tipo de actividad económica, a tal punto que muchos productores que tenían planeado vender sus predios, ahora se toman un tiempo antes de tomar esa decisión, empujados por la alta rentabilidad, los buenos valores en casi todos los sectores y los resultados que a priori presentarán las carpetas económicas de las empresas agropecuarias en este 2025.
En dialogo con La Mañana el rematador y consignatario Aparicio Coito, dijo que los negocios que se concretan se logran a precios de mercado. En ese sentido, los precios en el centro sur del país para los predios ganaderos se cotizan a US$ 5 mil la hectárea, mientras que aquellos más duros y que no tengan un perfil agrícola oscilan entre US$ 4 mil y US$ 4,5.
Como ejemplo, el escritorio Aparicio Coito Negocios Rurales cerró hace algunas semanas una operación a US$ 4 mil la hectárea en el límite entre los departamentos de Florida y Durazno.
Entre los interesados locales, el 70% corresponde a empresarios que ya se encuentran en el sector. El restante 30% está compuesto por nuevos inversores que ven en el negocio agrícola-ganadero una buena oportunidad de buenas rentabilidades. Sobre todo, en un año en el cual el clima ha sido un factor determinante para el crecimiento de muchos de los sectores. Uno de ellos fue la lechería que alcanzo niveles récord de producción y el de la carne con precios que cautivan.
Los interesados del exterior provienen en su mayoría de Argentina, Brasil y de varios destinos europeos. Mientras desde el país norteño buscan predios cercanos a la frontera entre ambos países, por cercanía y condiciones, en su mayoría los inversores extranjeros buscan una buena oportunidad en la forestación. Para Coito, se trata de un sector consolidado y con buenas rentabilidades que motivan intereses desde el exterior. Para el consignatario, las condiciones institucionales y la seriedad con que se respetan los contratos en Uruguay siguen siendo determinantes para que los extranjeros miren a Uruguay para seguir invirtiendo en campos.
La mayor demanda de campos por parte de inversores locales se centra entre las 500 y 1500 hectáreas, mientras que los extranjeros pretenden predios más grandes. Generalmente de trata de grupos empresariales que buscan diversificar sus capitales y el país es una buena opción.
Consultado sobre el bajo nivel de cierre de operaciones, Coito señaló que responde a que los propietarios están pretendiendo mayores valores a los dispuestos por el mercado. Teniendo en cuenta que la rentabilidad es buena, decidieron dilatar un poco más la venta de sus predios para aprovechar este momento económico.




















































