Se trata de un ambicioso proyecto educativo diseñado para los hijos de los trabajadores rurales en plena cuenca arrocera del país. En la tercera jornada de seguimiento en lo que va del año, además de representantes de las instituciones educativas y sociales participaron exalumnos, lo que se tornó muy emotivo para los presentes. Mientras algunos de ellos trabajan en la zona, otros estudian a nivel terciario o ya recibieron su título universitario.
La Mañana consultó al subdirector de UTU, Wilson Netto, para quien la experiencia que se lleva adelante en el Centro Educativo Santa Ana es altamente positiva, apoyada en una comunidad con un compromiso muy firme, así en las instituciones y los referentes de la zona. En 2013, cuando comenzó a implementarse este proyecto, en el medio rural funcionaban cursos con 7º, 8º y 9º años en algunas escuelas rurales “sin las condiciones más adecuadas como para desarrollar la educación media”. Para el jerarca la implementación de este espacio educativo fue relevante porque genera fuertes lazos de convivencia entre estudiantes, docentes y referentes.
Netto resaltó el trabajo de la comunidad que durante todo este tiempo ha sostenido el proyecto. En este sentido, destacó la participación del presbítero Freddy Martínez y de los referentes de la zona Pablo Manini y Beatriz Methol. Recordó que los primeros desafíos requerían de la organización y el armado de una logística que tenía sus costos. Y resaltó el apoyo de las instituciones para facilitar el trasporte de los estudiantes que se encontraban dispersos en toda esa zona.
En 2015 egresó la primera generación de estudiantes del Ciclo Básico Agrario y había que asegurarles la continuidad en el sistema educativo. Netto contó que con el apoyo de un grupo de padres se logró alquilar una casa en Río Branco que sirve de residencia para que los estudiantes asistan a UTU o secundaria. Durante la tercera reunión de seguimiento de este año pudieron ver el desarrollo de estos jóvenes.
Para el docente la experiencia de Santa Ana no solo se puede repetir en otras zonas del país, sino que es necesario hacerlo. En las recorridas que llevó adelante entre 2005 y 2010, dijo encontrarse con una serie de dificultades territoriales que generaron experiencias que se han ido mejorando. Mencionó el Ciclo Básico Agrario en Alternancia Carumbé, en Salto, el bachillerato agrario en Rincón de Valentín también en ese departamento o el liceo rural de Baltasar Brum en Artigas como algunas de las experiencias exitosas en el interior.
A instancias de los docentes de Biología y Física, actualmente el centro educativo está proyectando un laboratorio científico-tecnológico. Netto dijo que están trabajando para instalarlo próximamente con el apoyo de las empresas arroceras de la zona y la financiación de Educación. Sobre el objetivo del proyecto, el jerarca señaló: “Nos parece muy importante por cómo se agrega conocimiento”, porque en la sociedad actual “el diferencial está ahí”. Agregó que “ese laboratorio va a ser un diferencial importante porque va a traer un conjunto de ensayos que le van a permitir también explorar sobre las distintas condiciones en el cual se lleva adelante el desarrollo productivo local”.
La idea de tener su laboratorio propio
El anexo Santa Ana de UTU de Río Branco atiende a sesenta estudiantes de las localidades de Vergara, Pueblo Rincón, Zapata, La Catumbera, Garao, San Fernando, La Cimarrona, Radunz, Palmar, Río Branco, y los establecimientos arroceros y las estancias ubicadas en el camino de la Costa del Río Tacuarí de los departamentos de Treinta y Tres y Cerro Largo.
Geográficamente ubicado a poca distancia del límite que divide ambos departamentos, el centro educativo está ubicado a 70 kilómetros de Río Branco, UTU de la cual depende. Desde el inicio estuvo pensado para los hijos de trabajadores rurales de esa zona y de aquellos que trabajan durante las zafras.
En el centro educativo se dictan los cursos de Educación Básica Integrada (EBI) y unidades curriculares relacionadas con los conocimientos rurales. Si bien existen algunos cambios cada año, el equipo docente en su mayoría se mantiene relacionado con el establecimiento educativo. A pesar de que se trata de un ámbito diseñado para los estudiantes del medio rural, también concurren jóvenes de Río Branco, motivados por la ruralidad y la contención que brindan los equipos docentes y las instituciones de la zona.
En diálogo con La Mañana, la directora de UTU de Río Branco, Alejandra Vergara, destacó el intercambio que existe con la comunidad desde el día uno en que se comenzó a proyectar el centro educativo. Con el proyecto del laboratorio “la idea es que Santa Ana pase a ser una referencia en la zona”, señaló la docente, y un punto de encuentro donde las empresas arroceras ubicadas en el territorio y las demás escuelas rurales puedan desarrollar actividades académicas, de investigación y prácticas.
Durante el encuentro de seguimiento de mayo se discutió la posibilidad de incrementar la potencia de la energía eléctrica necesaria para el funcionamiento de un taller de carpintería que se brindará para toda la comunidad. El proyecto fue propuesto por los vecinos del municipio de Plácido Rosas y contó con el aval de las autoridades de Educación. Mientras las máquinas esperan en un galpón en el centro educativo, se está también a la espera de la decisión de UTE.
Para muchos de ellos la actividad comienza bastante de madrugada por las enormes distancias que deben recorrer hasta el destino, donde un vehículo proporcionado por la Intendencia de Treinta y Tres los traslada hasta el centro educativo. Ya en Santa Ana, la jornada comienza a las 9:30 horas y se extiende hasta las 15:00. Cada estudiante debe concurrir con su almuerzo, mientras que la institución proporciona la merienda. Además de las materias propias del sistema educativo, los jóvenes desarrollan prácticas en cría de caracoles y otros animales pequeños, tienen talleres de huerta que incluyen tareas propias de los cultivos, un gallinero móvil y fabrican ladrillos. La idea es que este año puedan contar con el laboratorio para sumar un nuevo espacio a sus tareas curriculares.
La Iglesia católica ha sido protagonista en este proyecto educativo
El presbítero de la Iglesia católica Freddy Martínez ha estado presente desde la misma concepción de este proyecto educativo. De hecho, el lugar físico donde funciona el centro pertenece la Iglesia y fue donado por las hermanas Saavedra con el único fin que fuera destinado a la formación de los jóvenes rurales. Además de colaborar con la infraestructura, la institución religiosa dispone de un vehículo que sirve para el traslado de los docentes que imparten clases en el lugar.
Una jornada para jóvenes sobre prevención de drogas fue la primera actividad que se llevó adelante en ese lugar en mayo de 2012. Invitado para la ocasión, el entonces director nacional de UTU Wilson Netto mantuvo una reunión con las familias de la zona donde se discutieron cuáles eran las expectativas para que sus hijos pudieran estudiar en ese lugar. En marzo del año siguiente comenzó a funcionar el primer grupo del ciclo básico agrario.
Consultado el sacerdote, le dio una “importancia primordial” a este proyecto que ya lleva más de diez años, por tratarse de una oportunidad para que los jóvenes puedan seguir formándose sin alejarse de sus familias y si lo desean continuar una carrera, algo que antes era impensado. En lo social destacó “la estabilidad” que le genera a las familias poder continuar trabajando sin tener que mandar a sus hijos lejos. Aseguró que este proyecto nunca se podría concebir si la participación de UTU, las intendencias, de los productores y de la Iglesia.
En el encuentro participaron el subdirector de UTU, Prof. Wilson Netto, y Sandra Guerra, el director de Programa de la Descentralización, Prof. Carlos Hoyos, acompañado de las profesoras Paula May y Rosana Silva.
Además, estuvieron presentes el director del Campus Este, Prof. Camilo Fernández, y su equipo, Mario Álvarez y Katerine Lopetegui; la inspectora Regional Noreste, Prof. Sandra Garate, la directora de Escuela Técnica Río Branco, Prof. Alejandra Vergara, el subdirector, Favio Araujo y el referente Comunitario de Santa Ana, Prof. Lucas Medeiros.
También formaron parte de la actividad la diputada por Cerro Largo. Prof. Yisela Araujo, el Pbro. Freddy Martínez en representación de la Diócesis de Cerro Largo y Treinta y Tres, el alcalde de Plácido Rosas, Facundo Monzón, el comisario Cristian Duarte; el próximo director de Descentralización de la Intendencia de Cerro Largo, Diego Fernández, Karin Porley en representación de la prensa, los productores de la zona Pablo Manini y Beatriz Methol, exalumnos, docentes, exreferentes, familiares y vecinos.