Según datos de la Cepal, Uruguay lidera en la región en políticas de digitalización, aunque aún tiene áreas rezagadas como salud y tecnologías emergentes. El país se destaca en materia de gobierno digital y educación, pero debe profundizar los procesos digitales en rubros como logística y turismo, tal como dijo a La Mañana el directivo de CUTI, Leonardo Loureiro. Además, subrayó el desafío de que los diferentes sectores de actividad económica “intensifiquen la digitalización de las empresas”.
La Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI) difundió un análisis sobre el desarrollo de políticas de digitalización en la región, basado en información del Observatorio de Desarrollo Digital de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). El informe evalúa el nivel de avance en agendas digitales y estrategias sectoriales en 18 países de América Latina y el Caribe.
El estudio revela que el desarrollo de políticas de digitalización sigue siendo incipiente y desigual en la región. El promedio general tanto en agendas digitales como en estrategias sectoriales se ubica muy por debajo del puntaje máximo posible (0,45 y 0,27 respectivamente sobre una escala de 0 a 3), lo que refleja que la transformación digital aún no se consolida como eje transversal del desarrollo en América Latina y el Caribe.
En agendas digitales, las áreas con mayor desarrollo son gobierno digital (0,8) y transformación digital productiva (0,58), mientras que los mayores rezagos se observan en tecnologías emergentes (0,14) y salud digital (0,18). En el plano de las estrategias sectoriales, también sobresale gobierno digital (0,43), pero otras dimensiones claves como infraestructura digital y transformación digital productiva muestran avances mínimos o nulos.
En ese marco, Uruguay se posiciona en el Grupo 1 de países con mejor desempeño en ambas dimensiones analizadas —agendas digitales y estrategias sectoriales—, junto a Argentina, Brasil, Jamaica, El Salvador y Colombia. Esto indica que el país presenta políticas más consolidadas que la media regional, aunque aún tiene importantes márgenes de mejora.
En lo que respecta a agendas digitales, Uruguay se destaca en el promedio regional en seis de las siete dimensiones analizadas, especialmente en gobierno digital (1), transformación digital productiva (0,8) e infraestructura digital (0,75). El único aspecto en el que no registra avances es en tecnologías emergentes.
En relación con estrategias sectoriales, el país se ubica cuarto en el ranking regional, con un índice de 0,55 (frente al 0,27 regional). Sobresale en educación y gobierno digitales, con puntajes de 1 en ambas dimensiones. También registra avances en salud digital (0,75), aunque no presenta desarrollo en infraestructura ni en transformación productiva en este nivel.
Este desempeño sitúa a Uruguay entre los países con una planificación digital relativamente equilibrada y alineada entre niveles generales y sectoriales, aunque también pone de manifiesto la necesidad de ampliar el alcance de las políticas hacia sectores clave aún rezagados.
Desde CUTI se considera clave contar con datos sistematizados y comparables que permitan monitorear el avance de Uruguay frente al contexto regional. “Este informe muestra que Uruguay supera a otros países en materia de digitalización, pero también que debe seguir avanzando con decisión en áreas emergentes y sectores clave de la economía”, señaló Leonardo Loureiro, directivo de la cámara.
Agregó que la transformación digital es una oportunidad estratégica para el país, tanto por su impacto en la competitividad como por su potencial para el desarrollo inclusivo. Por ello, reafirmó el compromiso de la gremial de acompañar y potenciar el diseño de políticas públicas robustas, con enfoque sectorial, asignación de recursos y visión de largo plazo, que consoliden a Uruguay como líder regional en innovación digital.
Según datos de la Cepal, Uruguay supera el promedio en implementación de políticas digitales en la región. ¿Qué evaluación hace al respecto?
El estudio de la Cepal nos está mostrando que, aun haciendo bien las cosas, hay espacios en algunas dimensiones como para mejorar. Claramente en donde mejor estamos es en gobierno digital, pero se puede mejorar en salud digital, un tema que habíamos iniciado con mucho ímpetu, pero bajó la velocidad de las implementaciones necesarias. Hay que buscar nuevas políticas públicas que aceleren la implementación en estas áreas. La otra área rezagada es la incorporación de las tecnologías de la información en otras industrias, tema en el cual CUTI viene insistiendo desde hace tiempo. Como política pública inicial tuvimos ANDE Digital, pero es un proyecto que debe continuar y profundizar su aplicación.
¿Qué importancia tiene la transformación digital en el mundo actual?
Las industrias y negocios que más crecen en el mundo son los que están digitalizados, esto muestra la importancia de la digitalización de las empresas para búsqueda de nuevos mercados, nuevos modelos de negocio, mejora de la competitividad, llegar más rápido a los mercados, entre otros resultados.
El informe muestra que Uruguay tiene un rezago en tecnologías emergentes. ¿Qué implica esto?
El estudio de Cepal hace referencia a que tecnologías emergentes son inteligencia artificial, criptomonedas, blockchain y robótica. Entendemos que en donde más rezagado está el país es en la incorporación de criptomonedas, blockchain y robótica. Aunque hay socios de CUTI que tienen proyectos de clase mundial en estas tecnologías en el extranjero, no hay casos de éxito relevantes en Uruguay en la materia.
¿Cuáles son, según su visión, los sectores estratégicos más avanzados en transformación digital y cuáles los más rezagados?
Los sectores estratégicos del Uruguay que están muy avanzados en el uso de tecnología son el agro, el complejo forestal, la ganadería. Por otro lado, donde más se puede crecer, según estudios del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), es en logística y turismo.
¿Qué lectura hace acerca de la coordinación entre el sector público y privado en el diseño e implementación de políticas digitales?
Desde hace muchos años en Uruguay hay una coordinación activa entre el sector público y el privado. Desde la creación de las primeras agendas digitales por el 2002 ya se identificaban diferentes actividades, algunas que las tiene que llevar adelante el sector privado, otras el público, otras la academia y otras la sociedad civil. Estas agendas se fueron perfeccionando y hoy permiten definir un conjunto de políticas que se van desarrollando en el tiempo y se puede monitorear su avance. A su vez, la CUTI cada cinco años hace un conjunto de planteos y propuestas para enriquecer la discusión y generar con ello nuevas políticas para la digitalización total del país.
¿Qué desafíos enfrenta Uruguay actualmente para lograr una estrategia digital más integral?
El gran desafío es profundizar la digitalización del Estado, incorporando diferentes tecnologías emergentes, así como las ya consolidadas. Al mismo tiempo, aprovechar para optimizar estos procesos en el Estado y que no quede solo en digitalizar los procesos que hoy se realizan. Otro gran desafío es que los diferentes sectores de actividad económica intensifiquen la digitalización de las empresas. Si bien puede verse que el sector financiero está muy digitalizado, incluso ahí hay espacios de mejora, y si vemos esto en un sector que luce muy digital, entonces imaginemos en otros como la construcción, la logística, el turismo. Hay experiencias internacionales donde estos sectores están mucho más digitalizados que en Uruguay. En este tema es donde se puede crecer y mucho.
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