Con el objetivo de aportar a la discusión pública sobre el crédito y las deudas surgió el proyecto endeudamiento.uy, coordinado por la economista, docente e investigadora de la Facultad de Ciencias Económicas (Udelar), Elisa Failache. En entrevista con La Mañana, la especialista analizó las principales conclusiones de la investigación y subrayó la preocupación que el sobreendeudamiento genera en muchos hogares uruguayos, especialmente los más vulnerables. “La categorización de deudor incobrable puede incentivar el vínculo con el mercado ilegal de crédito”, advirtió.
¿Cuáles fueron las primeras impresiones que se llevó al analizar los datos sobre endeudamiento en Uruguay?
Durante el año pasado y este, estuvimos trabajando en comprender mejor la visión y percepción de las personas sobre este tema, porque los datos muestran que para muchos hogares el sobreendeudamiento es un tema que preocupa. Con los distintos relevamientos que fuimos haciendo en el marco del proyecto endeudamiento.uy, confirmamos esta idea. Es decir, la impresión de que este es un tema que preocupa a muchos hogares, en particular a hogares más vulnerados. También pudimos confirmar que este es un tema sobre el que cuesta hablar y nos parece importante repensar esto. Dada la cantidad de personas en situación de problema con la deuda, tenemos que pensar en el tema como una cuestión colectiva y no solamente individual, y por eso nos parece importante ponerlo sobre la mesa y que sea tema de conversación.
Más del 70% de los uruguayos tiene algún tipo de crédito. ¿Cómo se puede leer este dato? ¿Es una cifra alta o es esperable?
Es importante destacar que la cifra del 70% refiere a personas haciendo uso del crédito, pero combina muchas formas variadas de uso. Por ejemplo, si las personas hacen una compra con una tarjeta de crédito y al final del mes pagan el total de la tarjeta, entonces aparecerán como personas con vínculo con el mercado de crédito. De hecho, en este caso no se pagan intereses por ese crédito, aunque sí se pagan los costos fijos de tenencia de una tarjeta de crédito. Dado que la tenencia y uso de tarjetas de crédito es algo bastante extendido en nuestra sociedad, no parece raro que haya tantas personas con algún vínculo con el mercado de crédito. Además de este tipo de vínculos con el mercado, también aparecen registradas las operaciones de créditos más tradicionales, donde uno pide un monto de dinero y va pagando ese monto en cuotas más los intereses. Si bien el porcentaje de personas que aparecen vinculadas con el mercado de crédito es alto, en términos de los montos que representan los créditos al consumo en el total del PIB nos ubica en una posición intermedia en la comparación internacional.
¿Cómo impactan los bajos salarios en el aumento de la morosidad?
Hay estudios que efectivamente muestran que quienes tienen menores ingresos son quienes tienen más probabilidad de no poder pagar los créditos, y por tanto incurren en morosidad. La cuestión es entender por qué las personas dejan de pagar, y frente a esto las opciones podrían ser porque no quieren o porque no tienen ingresos suficientes para hacerlo. Si bien no es que haya datos de encuestas en las que se pregunte exactamente esto, lo que sí sabemos es que muchas personas se endeudan para poder pagar sus gastos corrientes y mensuales, así como el pago de deuda ya adquirida, y eso es más fuerte en los hogares de menores ingresos. Esto pone sobre la mesa la problemática de que en muchos casos se está usando la deuda como forma de poder lograr algunas condiciones de vida básicas y eso es un problema que hay que atender. Las soluciones tienen que ser más integrales para que el crédito no sea la forma de que se llegue a niveles de vida mínimos.
¿Considera que la publicidad que impulsa los créditos actualmente oculta los riesgos de endeudarse? ¿Es preocupante?
Hay muchos estudios para otros países que muestran que efectivamente la publicidad tiene un rol a la hora de tomar o no créditos y elegir o no las mejores opciones. En muchos casos, la publicidad puede inducir a acceder a créditos de peor calidad, incluso aunque no sea publicidad engañosa, y esto es problemático. Además, la publicidad engañosa, que no establece claramente cuáles son las condiciones en las que las personas se endeudan u ocultan parte de los gastos asociados a los créditos, es aún más preocupante. Para Uruguay, en el marco del proyecto hicimos grupos focales para ver qué visión tenían distintas personas sobre esto. Ahí salió que el tema de la publicidad, ya sea engañosa, como el hecho de estar todo el tiempo recibiendo ofertas, e incluso campañas de llamadas que las personas reciben involuntariamente ofreciendo créditos, es algo que se observa cotidianamente y que preocupa.
¿Qué impacto tiene el endeudamiento en la vida cotidiana de las familias?
Muchos trabajos muestran que el crédito puede ser algo muy positivo para muchas personas cuando permite acceder a bienes o servicios que de otra forma no se podría, pero también puede tener efectos negativos en distintas dimensiones. Por ejemplo, hay trabajos para otros países que muestran que situaciones de sobreendeudamiento se vinculan con peor salud mental, con mayor pobreza multidimensional o conductas delictivas.
Además, en Uruguay la categorización de deudor incobrable limita las posibilidades de acceso a distintos servicios, como las garantías de vivienda o la posibilidad de acceder a créditos formales, y esto puede ser más problemático porque puede incentivar el vínculo con el mercado ilegal de crédito.
¿Cómo influye en la economía el hecho de que haya más de 600.000 personas en situación crítica?
Los análisis del Banco Central y analistas macroeconómicos muestran que en Uruguay esta situación a nivel de personas no representa riesgos sistémicos para la economía agregada. Esto no implica que, como vimos, para estas personas la situación no sea crítica o preocupante. Creo que, si bien para la economía agregada no es algo crítico, sí debería interpelarnos como sociedad el hecho de que tantas personas estén en esta situación.
¿Hace falta una mayor regulación para evitar abusos en el mercado del crédito?
Varios trabajos académicos para distintos países muestran que una característica relevante de los mercados financieros de crédito a los hogares es que combinan una serie de factores que, en general, les dan a las empresas un elevado poder de mercado. En estos mercados interactúan empresas que centralizan una gran capacidad de análisis e información, con personas que no siempre tienen los elementos para comprender las señales de precios y calidad. En este sentido, como parte de las líneas en las cuales hay que pensar, está la educación financiera a las personas, pero sobre todo creo que es importante pensar qué políticas sirven para atender la situación que describimos. El desafío en este aspecto es importante, porque tampoco se puede desconocer la existencia de un mercado ilegal en el cual las personas están completamente desprotegidas. Esto implica la combinación de distintos tipos de política, tanto vinculadas al mercado de crédito como la regulación de la publicidad, la transparencia en la información que se brinda en el momento del contrato o la discusión sobre los márgenes y las formas para que los intereses sean más bajos, así como políticas que hagan que la solución a problemas de ingresos para llevar una vida digna no tenga que pasar por la solicitud de préstamos.