Pocos de nosotros conocemos la situación del arbolado de Montevideo y los perjuicios que acarrea su deterioro, tanto en la cantidad como en la calidad del aire, amén de otros beneficios para los habitantes de esta ciudad.
Uno de los activistas que lucha por este tema es Rodrigo Pinto, director de una organización llamada “La voz del árbol”, quien describió como alarmante el deterioro de las condiciones de biomasa urbana debido a la excesiva poda y “desmoches”, que son en realidad mutilaciones al follaje de los árboles con graves consecuencias a nivel eco sistémico.
“Los árboles no solamente brindan oxígeno a través de sus procesos de fotosíntesis, también frenan la velocidad de los vientos, evitan las inundaciones, regulan la temperatura y humedad ambiente, absorben ruidos molestos y son el hogar de pájaros y toda la fauna urbana con la que convivimos diariamente”, indicó Pinto.
Por otra parte, está comprobado que las calles y zonas arboladas contribuyen a disminuir el estrés en las ciudades, dan sombra durante el verano y reparo en el invierno. Sin embargo, son pocos los que defienden su causa ante la poda indiscriminada frente a nuestras casas, sostuvo el activista.
Para algunos vecinos los árboles son parte de su propiedad con quienes tienen hasta un “vínculo emocional”, pues no pocas veces son los que se encargan de regarlos o abonarlos como retribución a sus bondades, dijo Pinto.
No obstante, otros los ven simplemente como objetos decorativos y algunos ni siquiera reparan en su existencia, con la displicencia propia del ser humano frente al resto de la naturaleza, a pesar de que los árboles forman parte inseparable de su hábitat, del que dependen las condiciones de vida de todos.
Según el vocero de “La voz del árbol”, el problema de la poda y la tala es “gravísimo y costosísimo”, puesto que cada año se destina un mayor presupuesto para estos fines, transformándose en un “gran negocio” que destruye el arbolado, para luego plantar nuevos ejemplares que tardarán varias décadas en aportar los beneficios de los árboles talados.
En el año 2012 según informó Pinto, se gastaron unos 9 millones de dólares en estos procesos, pero ya el año pasado se llegó a más de 14 millones y lo peor del caso es que el aumento en la inversión no se traduce en la mejora de la cantidad ni la calidad del arbolado, explicó.
A pesar de las múltiples denuncias de esta organización y otras similares con respecto al llamado “desmoche o rebaje en altura”, explicando que es altamente destructivo para los árboles pues no les permite hacer ni la fotosíntesis ni la evapotranspiración, se continúa aplicando una y otra vez esta técnica, que ya no se utiliza en el mundo.
Debido a la práctica indiscriminada de la misma, el árbol pierde lignina que es una sustancia fortificante que permite la solidez del árbol. Es entonces cuando comienzan a quebrarse y a ser peligrosos para la población.
Esto fue lo que ocurrió, según señaló Pinto, con el eucaliptus globulus que cayó en el barrio Carrasco en el año 2012 en la calle Arocena, matando a la Sra. Margarita Alcalde y dejando una familia destrozada.
Ese árbol, aparentemente había sido desmochado tres años antes de la tragedia, según palabras del propio ex secretario general de la Intendencia de Montevideo, Ricardo Prato.
Lo más lamentable, según Pinto, fue que en lugar de reconocer los errores del “desmoche realizado y cambiar la forma de podar, culparon a los árboles y fueron contra ellos”, produciendo talas masivas de acuerdo a las previsiones de la empresa privada “Trutech” y las decisiones de las autoridades de la Intendencia.
Como consecuencia de esto, se talaron miles de árboles en Montevideo, siendo uno de los casos más sonados la tala de los 89 eucaliptus en la Avenida Buschental del barrio El Prado, aunque “crímenes” similares se cometieron en Lezica, Carrasco y otros barrios de la capital.
Reclaman nuevo censo de arbolado
Los integrantes de “La voz del árbol” que ya se ha transformado en un grito en defensa de nuestro arbolado, han alertado y pedido a todas las autoridades competentes, que se prohíba el desmoche, por ser una técnica vetusta y dañina.
“Nos piden que hagamos videos positivos en nuestro canal de YouTube “Go Árbol”, hablando de las cosas buenas que se hacen, pero mientras sintamos que continúan masacrando a los árboles tendremos que seguir denunciando, porque nosotros somos “la voz del árbol”, no la voz de la Intendencia o de las empresas tercerizadas de la poda, que ya tienen sus medios de difusión y propaganda”, consideró Pinto.
Por último, como organización sin fines de lucro, piden sumarse a un nuevo censo de arbolado que exigen que se realice lo antes posible, por haberse cumplido ya los 10 años desde el último realizado.
Esperamos que finalmente sea escuchada esta voz y se lleven a cabo las acciones necesarias para preservar la verdadera “casa de todos”, que más allá de esta ciudad, es la de la naturaleza y el planeta del que formamos parte.




















































