El Ministerio de Salud Pública (MSP) publicó informes detallados sobre la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) en 2024, en un contexto en el que los nacimientos siguen bajando. Por otra parte, desde la ONG Iniciativas Sanitarias consideran que “es momento de revisar la ley para hacerla menos restrictiva”.
El incremento de abortos se da en medio de una caída de nacimientos. En 2024, se registraron 29.899, una disminución de 1492 respecto a los 31.385 de 2023, y un descenso del 20,2% comparado con los 37.472 de 2019. La evolución de los nacimientos muestra una tendencia a la baja: 35.874 en 2020, 34.603 en 2021, y 32.301 en 2022. En contraste, los abortos legales crecieron de 10.898 en 2023 a 11.232 en 2024, un incremento del 3,1%.
Desde la legalización del aborto en 2012, el número de IVE ha mostrado un incremento progresivo, con un total de 108.863 abortos legales registrados entre 2013 y 2024. En 2013, primer año de la vigencia de la ley, hubo 7171, en 2014 subió a 8537 y en 2015 volvió a aumentar a 9362. Un nuevo incremento se registró para 2016 con 9719, y en 2017 alcanzó 9830.
La cifra de los 10 mil por año se pasó en 2018 cuando se registraron 10.373, para descender ligeramente a 10.210 en 2019. En 2020 se redujo a 9915, probablemente debido a la pandemia y en 2021, el número volvió a retomar al alza para cerrar en 10.111. En 2022 aumentó a 10.505, en 2023 creció a 10.890 y en 2024 alcanzó el punto más alto con 11.232.
Este último año refleja un aumento del 3,1% respecto a 2023 y un crecimiento acumulado del 56,6% desde 2013, evidenciando una recuperación constante tras la caída de 2020.
Consultas por abortos con aumento
En 2023, 12.348 mujeres consultaron por IVE, mientras que en 2024 esta cifra aumentó a 12.592, un incremento del 2%. En ambos años, el grupo etario de 20-24 años lideró, con 3414 consultas en 2023 (27,6% del total) y 3573 en 2024 (28,4%). El grupo de 25-29 años siguió de cerca, con 3231 en 2023 y 3308 consultas en 2024. Las menores de 15 años registraron 71 casos en 2023 y 81 en 2024, mientras que las mayores de 44 años tuvieron 60 y 56 consultas, respectivamente.
En 2023, marzo fue el mes con más consultas (1193), y abril el de menos (804). En 2024, enero lideró (1168) y junio tuvo el menor número (947). La tasa de consultas que resultaron en IVE ratificados (o sea abortos efectuados) fue similar: 88,3% en 2023 (10.898 de 12.348) y 89,2% en 2024 (11.232 de 12.592).
Incremento en mujeres jóvenes
En los procedimientos realizados, tanto en 2023 como 2024, el grupo de 20-24 años predominó, con 3009 casos en 2023 y 3201 en 2024. El grupo de 25-29 años registró 2910 en 2023 y 2989 casos en 2024. Las menores de 15 años tuvieron 59 procedimientos en 2023 y 68 en 2024, mientras que las mayores de 44 años registraron 38 casos en ambos años. Marzo fue el mes con más IVE ratificados en 2023 (1032), mientras que octubre lideró en 2024 (1033). Abril en 2023 (693) y junio en 2024 (846) fueron los meses con menos procedimientos. La estabilidad en la distribución etaria sugiere que las mujeres jóvenes continúan siendo el principal grupo usuario.
Disminución en continuación del embarazo
En 2023, 630 mujeres (5,1% de las consultas) decidieron continuar su embarazo, frente a 521 (4,1%) en 2024, una disminución del 17,3%. El grupo de 20-24 años lideró en ambos años: 163 casos en 2023 y 150 en 2024. El grupo de 25-29 años registró 138 casos en 2023 y 129 en 2024. Mayo 2023 tuvo el mayor número de continuaciones (96), mientras que agosto 2024 lideró con 53. Esta reducción sugiere una mayor determinación en las consultas de 2024.
En lo que se denomina IVE 4 (o sea la cuarta consulta que se realiza con un ginecobstetra, obstetra partera o médico de familia), en 2023 se llegó a esta cuarta consulta por parte de 5872 mujeres y esto subió a 6247 en 2024, marcando un aumento del 6,4%. El grupo de 20-24 años lideró en 2023 (1467 casos) y 2024 (1648), seguido por el de 25-29 años (1550 en 2023, 1590 en 2024). Marzo 2023 (593) y octubre 2024 (575) fueron los meses de mayor actividad.
En cuanto a la anticoncepción post-IVE (prevenir futuros embarazos no deseados o no planeados), 4545 mujeres la recibieron en 2023, frente a 4693 en 2024. Aunque el porcentaje disminuyó ligeramente, el número absoluto creció debido al aumento de casos de IVE 4. Los grupos de 20-24 y 25-29 años lideraron en ambos años, con mayo 2023 (434) y noviembre/octubre 2024 (437) como meses destacados.
Las interrupciones tras la segunda consulta o reunión con un equipo interdisciplinario, que incluye un ginecobstetra, un profesional del área social y uno de salud mental (IVE-2) fueron 208 en 2023 y 224 en 2024, con un aumento del 7,7%. El grupo de 35-44 años tuvo la mayor incidencia: 63 casos en 2023 y 68 en 2024. Noviembre 2023 (29) y enero/mayo 2024 (26) fueron los meses con más casos. Este fenómeno sigue siendo poco frecuente, pero requiere atención médica continua.
Mayor peso del sector privado
En 2023, abortos se distribuyeron entre 5178 casos (47,5%) en el sector público y 5720 (52,5%) en el privado. En 2024, esta proporción fue 5162 (46%) y 6070 (54%). El grupo de 20-24 años predominó en el sector público en ambos años (1701 en 2023, 1742 en 2024), mientras que las de 25-29 años lideraron en el privado (1516 en 2023, 1597 en 2024). El leve aumento en el sector privado refleja una mayor demanda en este ámbito.
En 2023, 10.890 IVE (99,9%) se realizaron por propia voluntad, con 4 casos por violación, 2 por riesgo de salud y 2 por anomalías fetales. En 2024, 11.222 (99,9%) fueron por propia voluntad, con 6 casos por violación y 4 por anomalías fetales, sin casos por riesgo de salud. La autonomía de las mujeres sigue siendo el factor principal en ambos años.
Ampliar plazo gestacional
Días antes de conocerse el informe del MSP sobre abortos en 2024, se realizó el Segundo Congreso Uruguayo de Salud y Derechos Sexuales y Reproductivos, donde en nombre del gobierno estuvo presente el subsecretario del Ministerio de Salud Pública, Leonel Briozzo.
En esa ocasión, Cecilia Stapff, directora de Iniciativas Sanitarias, una ONG apoyada por la agencia de las Naciones Unidas para la salud sexual y reproductiva, reflexionó sobre los 12 años de implementación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo en Uruguay y planteó propuestas para su revisión.
Stapff subrayó el rol de Iniciativas Sanitarias en la promoción de la ley de IVE, aprobada en 2012 tras complejas negociaciones. Tras 12 años de implementación, consideró que “es momento de revisar la ley para hacerla menos restrictiva”. “Creemos que es momento también de poder revisarla, de poder pensar y necesitaríamos una ley que sea menos rígida respecto a las exigencias para las mujeres”, dijo. Entre las propuestas específicas, destacó el ampliar el plazo gestacional de 12 a 14 semanas, como en Argentina, para permitir mayor flexibilidad en el acceso al IVE y eliminar el período de reflexión de 5 días posterior a la consulta con el equipo interdisciplinario, que considera “una barrera innecesaria”. Otras propuestas son sustituir el equipo interdisciplinario por equipos de salud sexual y reproductiva establecidos bajo la Ley 18.426, permitiendo la participación de disciplinas como medicina familiar y obstetricia-partería, además de ginecología.
También universalizar el acceso para todas las personas con capacidad de gestar, incluyendo mujeres migrantes, que actualmente quedan excluidas. “Debería ser para todas las personas con capacidad de gestar”, afirmó.
Stapff plantea despenalizar el aborto en el Código Penal, eliminándolo como delito, aunque reconoció que “es un desafío, no sabemos si es posible, pero nos gustaría que así fuera”.
Otro aspecto es el eliminar la objeción de conciencia institucional y establecer regulaciones más estrictas para la objeción de conciencia individual. “Sabemos que la objeción de conciencia es un derecho, pero realmente creemos que debe haber una regulación mucho más específica”, señaló.
Desde Iniciativas Sanitarias se propone el penalizar conductas que intenten influir en la decisión de las mujeres, incluyendo la obligatoriedad de entrevistarse con el progenitor, y minimizar requisitos para migrantes y “fortalecer la autonomía progresiva de las adolescentes, asegurando que los equipos de salud valoren su capacidad de decisión sin trabas adicionales”.
Cecilia Stapff dijo que se debían ampliar las causales del aborto considerando riesgos para la salud de manera más amplia, situaciones de violencia basada en género, y malformaciones fetales incompatibles con la calidad de vida, no solo con la vida extrauterina.
Por su parte, Leonel Briozzo expresó preocupación por el incremento de IVE en adolescentes durante el período del gobierno anterior, vinculándolo a un posible “decaimiento con respecto a los procesos educativos”. “Estamos un poco preocupados con este aumento que hubo durante el período del gobierno anterior de incremento sobre todo en las adolescentes de las interrupciones del embarazo”, señaló. Apuntó que prevenir estas interrupciones requiere educación integral en sexualidad, anticoncepción adecuada y servicios accesibles, y mencionó reportes sobre un “virtual desarme” de la estructura de educación sexual en el sistema educativo uruguayo.