La celebración del Día Nacional del Campo Natural pone en agenda su importancia en momentos en que algunos establecimientos buscan recuperarlo.
El martes fue el Día Nacional del Campo Natural, una celebración que en Uruguay está presente desde 2022 cuando por ley (20.088) se declaró cada 11 de noviembre como tal, con el fin de promover la reflexión y valorización del bioma pampa. La declaración de Día Nacional del Campo Natural fue impulsada por la Mesa de Ganadería Sobre Campo Natural.
Este año la organización de la celebración estuvo a cargo del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), y el lugar de realización fue el Centro de Investigación y Experimentación Dr. Alejandro Gallinal, en Florida. En la mañana hubo una jornada de campo, en la que se destacó la importancia del ovino en la sostenibilidad de las empresas agropecuarias, y en la tarde se entregaron los reconocimientos Paspalum de Oro en las diferentes categorías.
El Ing. Agr. Marcelo Pereira Machín, técnico del Instituto Plan Agropecuario y presidente de la Mesa de Ganadería Sobre Campo Natural, dijo a La Mañana que la declaración de un Día Nacional muestra “la preocupación y la relevancia que tiene el campo natural en Uruguay”.
La designación de un día como Día Nacional de forma reciente “no quiere decir que hasta el año 2022 Uruguay no le haya dado la importancia que tiene. Originalmente la Mesa de Ganadería Sobre Campo Natural fue denominada Mesa de Campo Natural, agregándose luego el concepto de Ganadería Sobre Campo Natural, entendiendo que involucra no solo al recurso campo natural sino a todo lo que está por encima y fundamentalmente la dimensión humana”, explicó.
“En Uruguay el campo natural es importante y lo es a nivel del mundo, porque el 55% de la superficie del país continúa siendo campo natural, y los pastizales del Río de la Plata, donde se encuentra nuestro país, es un pastizal único debido a su estructura, a su complexión botánica”.
“Es raro ver una vaca que pastoree en 25 metros cuadrados y haya entre 60 y 80 especies; y de los pastizales templados es de los que más producen en el mundo”, apuntó.
Todo eso “es un gran orgullo” para el país, pero “debemos tener un grado de conciencia alto, y el Día del Campo Natural pretende valorizar y revalorizar este recurso”.
Campo natural y pasturas sembradas
Respecto a las diferencias entre el campo natural y las pasturas sembradas, Pereira subrayó que “el único bioma que existe en Uruguay es el campo natural, y dentro de ese bioma hay otros ecosistemas como el bosque nativo o el bosque psamófilo, que es el de costa, o los humedales”.
“Uruguay es de origen pastoril, con una vegetación que está desde hace miles de años”, continuó, y hay diferencias con las pasturas plantadas. De las diferencias subrayó “dos características” relevantes: “Una es la resistencia; la otra es la resiliencia”.
“Eso quiere decir que el pasto natural es aguantador y que tiene una gran capacidad de recuperarse frente a disturbios como las sequías o las inundaciones. No nos olvidemos que en 2023 tuvimos una de las sequías más graves e intensas de los últimos cien años, y el campo natural es el recurso que nos termina salvando, porque dota a cualquier sistema de producción de capacidad de aguante y de recuperación”.
“Nadie niega el rol importante de las pasturas sembradas como módulos de alta producción forrajera para ponerle la frutilla a la torta, pero la torta sigue siendo la producción en campo natural”, expresó el técnico.
Por otra parte, “el campo natural es uno de los principales determinantes de la competitividad” internacional de sector ganadero, “porque producimos a muy bajo costo” por ser la única pastura “que se puede cosechar sin sembrar por haber sido puesto allí por la naturaleza. Es una ventaja comparativa que tiene Uruguay, y hoy que hay una valorización ambiental de todas estas cosas tenemos que ser lo suficientemente inteligentes para diferenciarnos del resto del mundo”.
Como dato, Pereira señaló que, con un tercio de campo natural, “Mongolia es el único país en el mundo que supera a Uruguay en proporción”.
Especies invasoras y recuperación
En cuanto a cómo se comporta el campo natural frente a las especies invasoras, el técnico aseguró que “la mejor herramienta contra las invasoras es el manejo y la prevención, y para eso hay que tener pastos saludables, trabajados con suficiente altura y con la carga que puedan soportar. Esa es la mejor solución para que las invasoras no tomen nuestros campos”.
No dudó en sostener que la recuperación del campo natural es posible. Con ese fin se están realizando investigaciones junto con el diseño de una cosechadora porque en algunos lugares es necesario poner semillas de campo natural.
Junto con eso se trabaja con los animales, haciéndolos comer en un lugar y bostear en otro para la transmisión de semillas. Otra manera es el traslado de panes de pasto.
“INIA, la Facultad de Agronomía y nosotros que tenemos una pequeña participación en esa investigación, estamos trabajando intensamente en esos temas porque es una gran preocupación de gente que hizo agricultura y está tratando de volver a tener campo natural”, observó. Algunos de esos campos “se van a poder reestablecer, y hoy otros que por pérdidas por condición fisicoquímica pueden desembocar en estados alternativos permanentes que son distantes a lo que eran originalmente”.
Por último, precisó que “la base alimenticia de las vacas y las ovejas de nuestro país es el campo natural, que no es perfecto y tiene problemas de productividad en invierno y a veces de baja calidad en verano, por eso está la sugerencia de incluir pequeñas áreas mejoradas que actúen como un módulo de alta producción forrajera. Es darle al campo lo que le falta, generar un efecto complementario, pero no sustituirlo”.




















































