Uruguay no tiene margen para subir impuestos y es muy limitada la posibilidad de reducir gastos. Sin embargo, el Ec. Eduardo Ache explicó que existen instrumentos que Uruguay tiene al alcance de la mano y que se deben analizar en el merco de la Rendición de Cuentas.
La semana pasada Cabildo Abierto planteó al Poder Ejecutivo una serie de propuestas sobre modificaciones tributarias. Ayer martes 29, el Ec. Eduardo Ache, asesor de ese partido político, dijo que son temas que fueron puestos sobre la mesa para que se analicen y que la principal prioridad es bajar la carga al trabajo.
En declaraciones al programa Las cosas en su sitio (radio Sarandí) Ache dijo que a nivel global “hay estudios que refieren a un sesgo en la tributación, e importantes economistas dicen que en el mundo entero castigamos al trabajo y sobreprotegemos al capital”.
Explicó que “las grandes empresas” buscan instalarse en “aquellos lugares que pagan menos impuestos, eso es algo natural y no es criticable”, pero en el mundo generó “una carrera para bajar el sistema tributario” en la búsqueda de esas empresas.
Esa situación derivó en “la discusión sobre las facilidades que le están dando, por ejemplo, en Reino Unido, en Europa, “a los nuevos aportantes, porque se dan cuenta que dentro de 15 o 20 años no van a saber qué hacer para financiar la seguridad social”.
Todos los países tienen el problema del empleo, pero “para generar empleo se precisa de un empresario que cuando contrata tiene una combinación capital y trabajo, hoy en día agudizado por las nuevas tecnologías que cada día desplazan más el trabajo, entonces (uno se plantea) ¿puedo poner un sesgo en contra del trabajo y a favor del capital?, la respuesta es que no”. “Uruguay debe ser el país con el impuesto al trabajo más alto del mundo” y “es clarísimo que hay un sesgo contra el trabajo”, definió, y aclaró que su posición no debe interpretarse como que “hay que salir a matar al capital porque éste tiene opciones a donde ir, lo que estamos planteando es que analicemos este tema”.
La renuncia fiscal generaría 2 puntos del producto que son 1.000 millones dólares
El asesor de Cabildo Abierto destacó que la reforma tributaria que hizo nuestro país “tiene problemas serios” y que “el principal problema del IRPF es que no es un impuesto a la renta sino al trabajo calificado”, y “es increíble que aquí no se discutan estos temas, y cuando alguien los pone sobre la mesa, en vez de ponernos a hablar del tema lo descalifican por de donde viene y quien lo propuso.
Uruguay está en las instancias previas al tratamiento de la Rendición de Cuentas, en ese contexto “el cerno de este planteo fue: Uruguay tiene un problema de caja y no es posible poner más impuestos porque esa vía ya se agotó. En los último 15 años se aumentó casi 3.500 millones de dólares por año la carga fiscal, no hay ni margen para eso”, y la solución sería “recortar los gastos, lo que tiene un límite”.
La pregunta es “¿de dónde poder sacar?” Una idea es “la renuncia fiscal” que nos puede “generar 1 o 2 puntos del producto, 2 puntos son 1.000 millones dólares que en 5 años son 5.000 millones”
El IVA personalizado para subsidiar a quien necesita
Otro tema es el IVA personalizado. Uruguay, “para darle un subsidio o para cobrar menos a los que menos tienen acaba por dárselo a toda la sociedad, así hay bienes de la canasta básica que mucha gente puede pagar” lo que generaría un “margen para bajar el IVA y ser más justos”. Es una propuesta que “precisas tecnología y la tecnología está, y los expertos tributarios te dicen que es posible” hacerlo.
Esta propuesta la planteamos para que “la analicen” y se pregunten ¿tiene sentido que subsidien los bienes de la canasta básica a quien hace compras en Arocena” del barrio Carrasco? “No, no tiene sentido, y hoy está la tecnología” para mejorarlo, aseguró.
Por otra parte, Ache también comentó que en nuestro país, los planteamientos que tienden a “equiparar el sector forestal en las tributaciones, también generan resistencia”, e invitó a que se analice la propuesta porque “hay margen para generar recursos”.
Todas esas propuestas tienen como “principal prioridad bajar el sesgo al trabajo”, finalizó.
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