Hace un rato, un compañero me dio la noticia de que había fallecido Pepe, casi al mismo tiempo me llegó el mensaje de Manuelita comentándome también la noticia y preguntándome si quería escribir algunas líneas.
Todo lo que pueda escribir en este momento tiene más que ver con el sentir, con los recuerdos y con lo que se me viene más rápido a la mente, que con un análisis político y una opinión sobre una personalidad tan trascendental en la vida política del país y que llegó con su pensamiento a todo el mundo.
Habrá un montón de valoraciones y cada persona tendrá su propia forma de recordarlo y expresar lo que piensa de acuerdo con el lugar donde se ubique y a dónde mire, todas son expresiones válidas si se hacen con respeto y ubicación. Desde el que defiende sus ideas y sube una foto como demostración de cariño, hasta el que valora su aporte sin esconder sus diferencias. Lo que nunca cabe es el odio.
Yo siempre elijo recordar y valorar a los referentes políticos de acuerdo con lo que viví y lo que aprendí de ellos, por lo que dejaron en mi cabeza con su pensamiento, con su predica y su forma de ser. Para quienes consideramos a la actividad política como algo fundamental para mejorar la sociedad y el lugar donde vivimos, y damos el paso de participar en ella, los referentes son siempre importantes, más cuando estamos arrancando y empezamos a caminar dentro de la vida política.
Di esos primeros pasos de interesarme por participar en política atraído por la predica de Pepe en sus audiciones de radio Hablando al sur, tanto en la camioneta cuando iba a repartir pollos con mi hermano o el viejo equipo de audio de mi casa, siempre que era la hora de la audición si había una radio a mano hacia lo posible para escucharlo. Me interesaban cada vez más los temas políticos y me atraía su capacidad para interpretar la realidad y a la vez decirlo de forma sencilla, lo entendía y me identificaba cada vez más con su pensamiento, tanto que, sin integrar ningún comité ni sector político, decidí pintar por mi cuenta la pared de un galpón de mi casa con la consigna “Vos sabés que se puede”, ese fue mi primer acto político, por las mías y para apoyar a Pepe que era unos de los principales referentes en la lista del MPP en esa elección de 2005.
Después, con el tiempo, fui conociendo otros referentes tanto a nivel local como nacional, nos fuimos juntando por esa forma de pensar y de ser parecidos, crecí con ellos dentro de la vida política, nos hicimos amigos, compartimos una forma de escuchar y de entender al Pepe y al Ñato, tanto, que hasta hoy nos une esa forma de ser, de hacer y de analizar la realidad política, estemos donde estemos hoy cada uno, nos une esa línea de pensamiento donde la libertad, el pensar con cabeza propia, ser sinceros y leales es un valor fundamental para caminar.
Hoy, cuando me enteré de la triste noticia de su partida, estaba en contacto con dos amigos analizando un poco la realidad electoral tanto local como nacional. Esos amigos los conocí en esa época donde nos unió la identificación con el pensamiento de Pepe. Agradezco al viejo querido por todos los afectos que conocí, y por todo lo vivido y aprendido dentro de la vida política.