Como suele suceder cuando hay un partido importante un martes a la noche, esta página corre riesgo de ser cuestionada ya que cada cosa que escriba podría ser usada en mi contra. Pero voy a hacer de cuenta que la Libertadores no existe. Me enfocaré en el clásico y sus consecuencias.
Terminó la racha de 10 clásicos invictos
Peñarol consiguió con el 3 a 0 cortar una racha de 10 clásicos sin ganar. Como siempre que digo una cifra, esta no dice nada si no la ponemos en su contexto. El contexto es que el récord histórico de rachas invictas en clásicos desde 1900 a la fecha data del período 1971-1974 cuando Nacional mantuvo un invicto de 16 partidos consecutivos tomando en cuenta todo tipo de campeonato y amistosos. Esta vez el posible partido número 11 invicto comenzaba a amenazar a aquel momento de glorias como Manga, Artime y Ubiña.
Pero esto llegó a su fin. Tal vez el clásico anterior, que terminó con un empate, presagiaba que el final de esa historia estaba más cerca. Los penales le dieron el Intermedio a Peñarol, pero lo que más inquietó a los tricolores fue que el aurinegro estuvo más cerca de ganarlo en los 90 o en los 120.
Así lo vi yo
El partido del Clausura comenzó con imprecisiones de ambos lados, forcejeos, dificultades para dar pases correctos y sin remates al arco.
Con las cartas vistas, muchos dicen que Peñarol lo ganó de punta a punta. Pero tengo una discrepancia. Los primeros 15 minutos fueron parejos e incluso percibí una leve superioridad alba que se fue diluyendo ante la falta de llegada. Entre los 15 y los 30, el partido se emparejó, pero el último cuarto de hora encontró a Peñarol con más energía, ganas, empuje y llegaron dos goles que pueden parecer excesivos, pero se concretaron.
Como decía el Dr. César L. Gallardo, “los goles no se merecen, se hacen”. Y así fue. Primero el de Maxi Silvera, insólitamente solo en el área, aprovechando la asistencia de cabeza del debutante clásico Gularte y luego el gol del propio lateral tras un ida y vuelta repleto de errores de los defensas y carambolas que determinaron un gol con el pecho que casi podríamos decir fue en contra.
En esa primera mitad en Nacional no se mostró seguro Mejía, que tantas veces salvó a su equipo, pero tampoco Coates, que fue cómplice en el segundo gol, ni ninguno de los defensas.
Pero lo peor vendría en la segunda mitad.
Peirano mandó entrar a Lucas Villalba, que debió ser titular por un venezolano Otero que ya no justifica estar siquiera citado. El partido seguía siendo aurinegro. Ingresaron Lucas Hernández y Arezo, un gran partido del campeón mundial Ignacio Sosa y la actitud del resto fueron liquidando el encuentro. El talento de Matías Arezo consiguió el tercero de cabeza.
El partido estaba tan cerrado a favor de Peñarol antes del tercer gol que Aguirre sacaba titulares para reservarlos para el partido de anoche contra Racing de Avellaneda y los que ingresaban completaban la obra.
Peñarol pudo ganar por mayor diferencia. Si en el primer tiempo pareció exagerado el 2 a 0, en el final del partido el 3 a 0 dejó sabor a poco. Cuesta encontrar en Peñarol un solo jugador que haya jugado mal. Incluso el menor puntaje podría ser para Leo Fernández, pero tampoco podemos decir que no haya rendido.
Por el contrario, en Nacional cuesta destacar a uno solo de sus futbolistas. El fracaso fue enorme y son pocos los que salvan por poquito también.
Si me piden un top 3 de Peñarol, me inclino por Sosa, Gularte y Maxi Silvera, en ese orden. Pero habría que destacar a Herrera, Olivera, Trindade, Cabrera, García… todos.
Un capítulo aparte para Cortés. El golero chileno llegó una semana antes y lo mandaron a la cancha en lugar de Campaña. Si bien es cierto que Nacional prácticamente no remató al arco, tuvo una atajada enorme ante una entrada de Maxi Gómez que resolvió con muchos reflejos en sociedad con el travesaño.
El primer partido para un arquero debutante y encima envuelto en cierta polémica siempre es importante. Para bien o para mal. Fue para bien. Ahora el futuro dirá. Incluso el partido que se está jugando mientras escribo estas líneas será importante para él y para todos.
En Nacional cuesta armar un top 3 esta vez. Considero que Maxi Gómez se debatió solo ante tanta inoperancia. Peirano hizo entrar al mismo tiempo a Lodeiro y Pereyra, lo que terminó de desnivelar en su contra el partido. Nadie marcaba, nadie recuperaba, como antes nadie ganaba un duelo, nadie triunfaba en una pelota dividida y nadie generaba peligro. Ni hablar que no puso extremos en el primer tiempo y eso lo encerró en su propia ineficiencia.
Mereles intentó, lo pararon con faltas y al menos quiso. En un partido aceptable, apenas Boggio se debatió casi solo en un medio en donde Oliva no apareció hasta que salió.
Conclusiones
Al término de la fase de grupos del Intermedio, Nacional llevaba 9 puntos de ventaja sobre Peñarol. 4 de esos puntos los agregó en ese torneo corto y si bien perdió la final por penales en la Anual los tricolores se fortalecieron.
Pero… la bengala primero y el clásico luego le quitaron 6 puntos de ventaja y Peñarol es ahora quién lleva 6 puntos en el Clausura y quedó a solo 3 en la anual.
Por si todo esto fuera poco, la hinchada tricolor se cansó del DT. Hoy en día son pocos los que resisten la presión de las redes sociales. El dolor y la molestia de la hinchada por los dos clásicos, pero sobre todo por el del Clausura, obligaron a los dirigentes a generar una reunión cumbre con la gerencia deportiva de Sebastián Eguren, el cuerpo técnico y los jugadores referentes que fueron Coates, Mejía y Mauricio Pereyra.
Si bien 8 de los 11 directivos querían cesar a Peirano, primó el pedido de Vairo y Perchman, o sea el 1 y el 2 para darle una oportunidad más.
Los números fríos de Peirano son muy buenos. Ganó 14 partidos seguidos en el campeonato Uruguayo. En debe quedaron los clásicos y eso es lo que se le cuestiona. Tampoco pudo clasificar en Libertadores y por un gol quedó fuera de la Sudamericana a pesar de haber logrado algún triunfo resonante.
Lo insólito es que antes de este partido era Aguirre, un ídolo de Peñarol, que llegaba con el karma de 9 de los 10 clásicos sin ganar. Ahora con los penales del Intermedio y este del Clausura parece que se transformó en experto de ganar pulseadas clásicas.
Toda la crueldad del fútbol y sus resultados.
Tanta como que cuando esta página salga en el semanario y en la web dependerá mucho del resultado de Peñarol vs Racing para poder darle sentido a lo escrito más arriba. Pero el fixture de la Libertadores es así y contra eso no puedo ir.
Hasta la semana que viene.