Manteniendo el lado técnico que hacen posible los buenos resultados de las empresas CREA, Horacio Negrín apunta a la integración grupal y de la juventud que son de los mayores valores de la institución.
Horacio Negrín es el nuevo presidente de Fucrea, la Federación Uruguaya de grupos CREA (Centros Regionales de Experimentación Agropecuaria). Se trata de un productor lechero con establecimiento en el departamento de Colonia, en la zona rural de San Pedro, a 20 km de la ciudad de Colonia, y desde que tiene uso de razón ayudaba a sus padres en las tareas básicas del tambo. Una ayuda que rápidamente se convirtió en un aprendizaje, el que la vida puso a prueba cuando perdió a su padre con tan solo 20 años, quedando a cargo del establecimiento y convirtiendo a la lechería “en una pasión”.
“Creo que es muy alto el porcentaje de productores que tenemos la pasión por lo que hacemos, porque uno se enamora de lo que hace”, dijo al ser entrevistado por La Mañana.
“En el sector agropecuario en general es difícil no gustar de lo que se hace, aunque seguramente también habrá excepciones”, agregó. “En mi caso particular yo adoro a los animales, eso no quiere decir que no haya problemas, siempre hay problemas y siempre hay complicaciones y un tambo es una de las cosas más difíciles porque todos los días tenés que ordeñar, todos los días tienen que entrar las vacas dos veces al día a la sala de ordeñe, hay que extraer la leche, enfriarla, y todo eso lleva un proceso con muchas cosas funcionando a la vez: las bombas, las pasturas, el piso, pero básicamente el agua y energía eléctrica son fundamentales”.
“No es raro un 25 de diciembre a las 5 de la mañana recibir un llamado del tambo porque no arranca la bomba de ordeñe o la de agua y son temas que hay que solucionar lo antes posible porque las vacas no pueden esperar y si esperan comienzan a tener secuelas sanitarias”, comentó.
Consultado sobre la complejidad de la lechería en relación con otros rubros del agro, Negrín dijo que todos tienen sus dificultades, algunas más específicas y otras más generales y comunes a todos, y en todos los casos siempre hay que estará pendientes de los cultivos o el ganado. “La agropecuaria no es una actividad en el que se pueda salir adelante si no se trabaja, las cosas nunca salen solas”.
En el caso particular de la lechería “es un rubro que lleva mucho trabajo y demanda mucho tiempo”, pero “si se logra una escala como para poder contratar personal que se dedique a ordeñar, eso libera tiempo y da la posibilidad de aliviar y poder dedicarse a otras áreas” también fundamentales como atender los bancos, hacer los pagos, trabajar la pastura, sembrar. De todas formas, Negrín insistió con que “si uno es capaz de enamorarse de lo que hace, todo es más llevadero y es posible avanzar”.
Otro tema fundamental es el poder transmitir esa pasión a las nuevas generaciones y a los hijos. “Eso es posible”, pero en última instancia “siempre dependerá de los jóvenes, porque puede ser que no les guste el campo y busquen otro rumbo para sus vidas, lo cual está bien. Pero cuando tu hijo acompaña, va viendo y va aprendiendo, porque los tiempos han cambiado y las posibilidades para los adolescentes de hoy son otras que las tuvimos los que fuimos adolescentes hace 45 años”.
Lo que caracteriza a Fucrea es el trabajo grupal
Negrín integra el movimiento CREA desde hace unos 35 años, hace cuatro que integra el Consejo Directivo, y anteriormente formó parte de la sectorial lechera.
Fucrea involucra a un amplio abanico de productores reunidos en 50 grupos de 4 sectoriales (ganadera, agrícola ganadera, lechera y granjera), con 542 empresas y 70 técnicos en todo el país. Este año, como los anteriores, se realizaron más de 500 actividades de grupos.
Cada sectorial trabaja específicamente en su rubro, tomando decisiones respecto a la actividad de cada una, en tanto que el Consejo Directivo tiene una mirada más amplia, abarcadora y un perfil institucional.
En ese mosaico de productores, los resultados de cada empresa varían por muchos factores, pero “creo que una de las cosas importantes no es solo los números, sino la capacidad de realizar trabajos grupales que toman un valor superior en los años malos. En momentos de bonanza uno toma decisiones y generalmente no erra o los errores se diluyen, pero en los malos todo se agrava por diferentes situaciones que alcanzan la vida anímica, el lado humano, y ese trabajo grupal que caracteriza a Fucrea toma otra dimensión. Poder pasar los malos momentos juntos es una fortaleza mayor”.
“El pertenecer a un grupo también da espacio para trabajar diferentes áreas que no son solamente productivas, sino que forman parte: recursos humanos, ambiente, relevo generacional y motivación de los jóvenes. Todo eso Fucrea lo hace, lo trabaja buscando soluciones prediales, grupales, a nivel del agro en general y a nivel país. Por ejemplo, cuando hablamos de ambiente nos referimos a algo muy importante para el sector, pero para el país también”.
Resultados del ejercicio 2024/2025
La semana pasada Fucrea presentó los resultados de las empresas ganaderas, agrícolas ganaderas y lecheras, marcando un buen resultado en los promedios generales.
Para los ganaderos, el ingreso de capital (indica el resultado económico simulando que la tierra y el capital son propios, lo que permite comparar sistemas sin considerar situación financiera) fue de US$ 141 por hectárea, lo que resulta de la diferencia del producto bruto (US$ 355) y los insumos (US$ 214). Respecto al ejercicio anterior (2023/2024) el promedio significó una mejora del 48%.
El ingreso de capital promedio en los agrícolas ganaderos fue de US$ 373 por hectárea, con un producto bruto de US$ 1068 e insumos de US$ 695. Dicho promedio representó una mejora del 44%.
Y los lecheros tuvieron un producto bruto de US$ 2959, e insumos por US$ 2365, lo que da un ingreso de capital de US$ 594 por hectárea, que es 38% superior al ejercicio 2023/2024.
La rentabilidad 2024/2025 para los ganaderos fue del 2,7%, para los agrícolas ganaderos del 4%, y para los lecheros de 5,21%.
Incorporación de tecnología
Consultado sobre la incorporación de tecnología en la producción agropecuaria, Negrín comentó que hay mucha herramienta para utilizar y que desde los grupos CREA, por la propia dinámica de la interacción, se van asumiendo esos instrumentos que se transforman en la mejor tecnología, y dependerá de cada productor y de la realidad de cada establecimiento cuál toma y cuál no.
En el sector lechero “se están armando tambos calesitas, también se ha implementado el uso de collares”, entre otros avances que generan muchos datos dando la posibilidad de manejar el establecimiento de forma más certera.
Una traba para aplicar la tecnología es el costo. Otros optan por no usarla porque tienen un predio pequeño y el dueño conoce muy bien sus vacas por lo que no se justificaría poner un collar para que la computadora informe cuándo el animal está alzado, cuándo tiene mastitis o cuál es su producción, entre otros datos que aporta. De todas formas “son muchos los establecimientos que usan el collar y con muy buenos resultados”.
La sala de ordeñe también puede incluir equipos que reportan diariamente “la medición de leche, de células, de todos los componentes de la leche, y eso ayuda a ir tomando decisiones. La tendencia es que los productores de medianos a grandes vayan apuntando a eso”, señaló el presidente de Fucrea.
Todo ese desarrollo tecnológico también se ve en otros rubros, por ejemplo, en la agricultura con cosechadoras cada vez más desarrolladas y computarizadas.
La impronta personal: cercanía y apoyo a los jóvenes
Al asumir como presidente de Fucrea, Horacio Negrín anunció dos aristas que caracterizarán su gestión: cercanía y dar espacio a la juventud.
Sobre esos puntos dijo a La Mañana que comenzará un trabajo “de cercanía con los grupos CREA, que consistirá en un contacto más personal, algo que siempre se ha hecho a través del Consejo y los coordinadores generales”, pero en su caso personal es un compromiso asumido.
Otra área de acción será la de “seguir trabajando en lo que son los jóvenes”, que es una de sus “inquietudes grandes” y que “desde el Consejo Directivo ya lo veníamos planteando y trabajando”. Dar lugar a los jóvenes no se queda solo en el discurso: “En el caso de la sectorial lechera lo hemos conseguido porque hay muchos presidentes de grupos que son jóvenes”, apuntó.
Esa impronta se sumará “a todo lo que ya se hace y que viene profundizándose” desde gestiones hechas por quienes fueron presidentes con anterioridad. “Acá no es cambiar nada, sino seguir una línea”, con el coordinador general y todo el equipo consolidado que tiene Fucrea, “yo solo espero tener el tiempo y la capacidad para poder cumplir”.






















































