Es una tecnología que se aplica hace 10.000 años. En Uruguay los primeros trabajos de fitomejoramiento comenzaron con la llegada del Dr. Alberto Boerger a Uruguay el 5 de marzo de 1912, contratado por el gobierno de la época.
En mayo de 2024, el entonces diputado por el Partido Nacional Martín Biurrun presentó un proyecto de resolución por el cual se declararía el 5 de marzo como el Día Nacional del Fitomejoramiento.
Se entiende por fitomejoramiento la aplicación de técnicas para mejorar genéticamente las plantas en beneficio de la humanidad, y con ese fin se ha aplicado desde hace siglos por agricultores y productores, pero en las últimas décadas las presiones ambientales y las variaciones climáticas han obligado a perfeccionar esos procesos convirtiendo el fitomejoramiento es una herramienta clave para dar soluciones.
Biurrun dijo a La Mañana que el proyecto fue presentado cuando él era diputado, pero ya no lo es y su iniciativa que no progresó en el período anterior ahora fue retomada por el diputado Carlos Rydström (Parido Colorado).
“Yo presenté el proyecto en 2024 a pedido e impulso de diferentes instituciones relacionadas al tema que me hicieron llegar una carta”, contó. “Esa carta estaba firmada por los presidentes de la Asociación Nacional de Productores de Semillas (Anaprose), la Cámara Uruguaya de Semillas (CUS), el decano de la Facultad de Agronomía (Fagro de la Universidad de la República), el presidente del Instituto Nacional de Semillas (Inase), del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) y de la Asociación Civil Uruguaya para la Protección de los Obtentores Vegetales (Urupov).
La carta que dio impulso al proyecto
En la carta se expresaba un “sólido respaldo y adhesión” a la idea de “establecer el Día Nacional del Fitomejoramiento en nuestro país”, y planteaban como día adecuado el 5 de marzo de cada año, “en honor al Dr. Alberto Boerger y al inicio de los trabajos de fitomejoramiento en Uruguay”.
El texto de la misiva indicaba que las instituciones firmantes valoraban “profundamente la importancia estratégica que el fitomejoramiento tiene en el desarrollo de la agricultura y la seguridad alimentaria en nuestro país”.
Con los años, las instituciones vinculadas al tema como los colaboradores de estas fueron “testigos del impacto positivo del fitomejoramiento en la productividad agrícola, la sostenibilidad ambiental y el progreso económico de nuestro país”.
También reconocen “el esfuerzo y dedicación de entidades como el INIA, la Facultad de Agronomía y otras instituciones que han contribuido significativamente a este campo de investigación”.
Establecer el Día Nacional del Fitomejoramiento es una manera de “rendir homenaje a todos los involucrados en esta labor, así como de concientizar a la sociedad sobre la importancia del fitomejoramiento en el desarrollo sostenible de nuestro sector agropecuario”.
Fua a partir de esa carta que Biurrun comenzó a interiorizarse con el tema: “Ellos mandaron la carta que recibí y decidí presentar el proyecto, sin perjuicio de que yo no estaba relacionado al tema, tampoco estaba en la Comisión de Ganadería, Agricultura y Pesca ni de nada vinculado a la agricultura, pero me pareció que como representante nacional tenía que responder a la inquietud de quienes estaban haciendo un planteamiento para reconocer al fitomejoramiento como una actividad importante” para el agro nacional, “entendiendo por fitomejoramiento el mejoramiento de las especies que se cultivan, cruzándolas, o con ciertas modificaciones para que tengan mejor y mayor resistencia”.
Lamentablemente los tiempos no dieron, cambió la legislatura sin que el proyecto avanzara y fue archivado, pero este año se desarchivó. “Cabe señalar algo importante –dijo Biurrun–, un tiempo antes, el exsenador Adrián Peña (fallecido en abril de 2024) había presentado un proyecto parecido, no igual, en el Senado. Obviamente él no pudo continuar con esa propuesta, pero cuando yo recibo la carta de las instituciones mencionadas es que comienzo a ocuparte del tema”.
Menor uso de productos químicos
En los milenios siguientes, los agricultores seleccionaron y volvieron a sembrar semillas de los mejores granos, frutos o plantas que cosecharon, modificando genéticamente las especies para su uso humano. El fitomejoramiento moderno, basado en la ciencia, es una versión centrada, sistemática y más rápida de ese proceso. Se ha aplicado a todos los cultivos, entre ellos el maíz, el trigo, el arroz, especies forrajeras, así como cultivos hortícolas y árboles frutales”, lo que permite “seguir mejorando” los cultivos, haciéndolos “más productivos y mejor adaptación a las características agroclimáticas del país, aportándole también resistencia y/o tolerancia a los insectos, la sequía y las enfermedades. Todo ello contribuye a una producción más sustentable, al utilizar menor cantidad de recursos naturales y agroquímicos”.
Además, “la utilización de variedades vegetales mejoradas por rendimiento, calidad y sanidad implica un aumento en la productividad. El progreso genético obtenido a partir del fitomejoramiento determina, a su vez, el aumento en la eficiencia de los sistemas productivos, en el desarrollo económico de los productores y de las cadenas agroindustriales de manera más sustentable”, escribió el exlegislador.
Concluye que de esa forma también se rinde homenaje “a todos los productores, investigadores y demás personas vinculadas al fitomejoramiento uruguayo y a su impacto positivo en nuestra sociedad y economía”.
La declaración del Día Nacional del Fitomejoramiento tiene una relevancia superior a lo que significa declarar determinado día de, poque lo que se busca es generar la instancia que permita “mostrar otra faceta de algo que es importante y que en este caso tiene que ver con las semillas y con el mejoramiento de la capacidad de producción agrícola” que es tan importante para nuestro país, reflexionó el entrevistado.
“Estar atentos y saber escuchar”
Otro aspecto destacado por Biurrun es la actitud de escucha que deben tener los legisladores y gobernantes: “Deben estar atentos y escuchar lo que se plantea desde diferentes áreas de la actividad nacional”, y si para las instituciones relacionadas en el tema “es importante que se haga un reconocimiento de esa área, yo creo que uno, en su condición de legislador, debe escuchar con atención. Así la política se entiende diferente” a lo que solemos ver.
“Uno llega al Parlamento con sus ideas, tiene su ideología, forma parte de un partido político y actúa de determinada manera, trata de explicar sus posicionamientos y que los demás los entiendan, pero también hay que ser capaces de ser receptores para poder representar a los demás”, y eso fue lo que sucedió con el fitomejoramiento que resultó en un proyecto sobre una temática “que uno no se había planteado”.
Sin embargo, “si una parte de la población te lo pide, también se tiene la obligación de entender y representar, obviamente, siempre y cuando vaya más o menos en línea con lo que uno piensa, y siempre atendiendo al interés general”, razonó; en el Parlamento “hay que volver a eso, que es la esencia de la república y la esencia de nuestro sistema democrático”.
Si los legisladores no toman nota de las propuestas de los diversos actores de la sociedad, “va a convertirse en un circo mediático, como ocurre en otros países. En este caso fue una carta firmada por instituciones importantes, en otras oportunidades son delegaciones. No es que nuestros legisladores no escuchen, escuchan mucho”, pero no siempre es suficiente y es algo que no debemos perder.
Biurrun subrayó que “hay que reforzar la escucha”, y atender lo que el político, pensador y escritor francés Frédéric Bastiat (1801-1850) decía “sobre la delicada línea” que diferencia el pensar y actuar “por el interés general y no en función a un lobby específico, en el sentido del político que te solicita o te presiona para modificar una ley en determinado sentido. Una cosa es la presión puntual y otra un pedido ciudadano, y eso hay que saberlo identificar”.
En este caso concreto del Día Nacional de Fitomejoramiento consiste en apenas “reconocer y sin afectar a nadie ni a nada una actividad que genera un bien al país en cuanto que somos un país productivo”.
De todas formas, “tampoco juzgo la actividad en sí misma del lobby o de los asuntos públicos, yo me formé en comunicación corporativa y era una de las materias. Bien entendido, no es un problema, las empresas o grupos van, piden, exponen su punto de vista. Si las cartas están sobre la mesa, no hay ningún problema, el problema es cuando las cosas no están claras y se hacen presiones. Por eso hay que separar petición de presión. La gente, las empresas, las instituciones tienen derecho a peticionar, a solicitar, a manifestarse” por lo que creen legítimo, concluyó.
Diálogo con Hugo Manini Ríos
Martín Biurrun recordó que una de las personas con las que habló sobre fitomejoramiento cuando estaba estudiando el tema, fue el exdirector de La Mañana y destacado productor agrícola Hugo Manini Ríos: “Conversamos mucho sobre el tema y la aplicación en el sector arrocero”, recordó.