Comenzó como toda familia de campo, con una o dos vacas de ordeñe para el consumo familiar y comenta que a pesar que “no tiene la lechería en el ADN”, pero siempre le gustó el ganado holando, comenzó de apoco a ingresar en el rubro lechero en momentos en que el país atravesaba la crisis del 2000, con 5 vacas, produciendo leche “cruda”, adquiriendo experiencia y capacidad en el proceso de producción lechera. En el 2001 abre una planta lechera en el mismo departamento, momento en que Ulises comienza como remitente, llevando su producción todos los días en moto a la ciudad de Treinta y Tres. Esta experiencia no duró más de dos años, y por ende los productores también perdieron esa fuente de trabajo.
Posteriormente se dedicó a la producción de queso de manera artesanal.
Hace aproximadamente 4 años, en 2015, el Director de Desarrollo en ese momento por la intendencia de Treinta y Tres, José Amado, presenta la idea de armar una cuenca lechera en el departamento para producir y enviar leche a Coleme, y como Ulises ya estaba en el rubro fue uno de los primeros participantes, junto a algunos productores. Los camiones recogían la leche de los 6 o 7 productores de la zona y la llevaban a Cerro Largo.
En ese entonces, Ulises contaba con 15 hectáreas, produciendo alrededor de 300 litros por día, con 15 vacas, y trabaja a través de una empresa familiar que formó con su esposa e hijo mayor. Si bien es un productor chico, fue adecuando el establecimiento con los requerimientos del Ministerio, para tener todo en las condiciones adecuadas.
El costo que pagaban por litro resultaba bastante bajo, pero los productores hacían su mejor esfuerzo para que la cooperativa siguiera funcionando, “yo apenas me mantenía con lo que producía de quesos” manifestó. Los problemas en la industria fueron creciendo, y los costos de producción no cesaban de incrementarse. El gobierno tomó ciertas medidas para mantener viable la producción, pero resultaron insuficientes. Toda esta situación provocó que la industria no pudiera pagar a los tamberos por casi 6 meses consecutivos. Ulises fue uno de los últimos productores de la zona que se mantuvo en actividad, pero tampoco era viable que los camiones continuaran yendo a buscar la leche a su establecimiento solamente.
Los productores mantenían la esperanza de que se encontrara una solución a la problemática. Durante dos años concurrieron a reuniones que no dieron los frutos esperados. Los transportistas de la leche comunicaron finalmente que no estaban en condiciones de continuar levantando la producción.
Ulises considera que en momentos en que la industria le va mal, peligran los puestos de trabajo de los obreros, y los productores no están en condiciones de elaborar la materia prima, deben atenderse ambos problemas en simultáneo. Cuenta que cuando comenzaron las problemáticas no se atendió debidamente el apoyo a los productores.
Respecto a la Cooperativa, contaba en su mejor momento con 90 empleados aproximadamente, pero cuando la producción se vió mermada de manera muy significativa, muchos empleados fueron enviados al seguro de desempleo, hace alrededor de dos años. Ulises cree que la situación debió ser manejada cuando comenzaron los problemas, y la deuda no era tan abultada. Luego de más de 5 meses sin pagos, muchos pequeños productores se vieron obligados a vender vacas para pagar otros gastos, razón por la cual debieron dejar de producir.
Actualmente, Coleme está en proceso de vender algunos terrenos de su propiedad a la Intendencia de Cerro Largo con el fin de recaudar fondos y pagar las deudas con los productores. Fleitas destaca la buena voluntad del Intendente de Cerro Largo Sergio Botana para resolver la problemática, reuniéndose con los afectados y buscando apoyo de la Junta Departamental. Considera que Coleme está en pie por el esfuerzo de las autoridades departamentales y de los propios productores de la cuenca.
No lleva consigo ninguna bandera, pero considera que hay muchas cosas en el país que deben cambiar, sobre todo en lo relativo al apoyo de los pequeños productores rurales.
“Por ahí yo cómo soy bastante orejano, no he recibido beneficios”.
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