Uruguay copreside junto a Mongolia una iniciativa de la ONU que busca visibilizar el valor ecológico, económico y cultural de ecosistemas que cubren más de la mitad de la superficie terrestre del planeta, fundamentales para la seguridad alimentaria y la lucha contra el cambio climático.
El 2 de diciembre de 2025, en el Centro Sheikh Zayed de la FAO, en Roma, se realizó la ceremonia oficial de apertura del Año Internacional de los Pastizales y Pastores (IYRP) 2026. Este acto marcó el inicio formal de un año de observancia de las Naciones Unidas destinado a elevar la conciencia global sobre el rol crucial que desempeñan estos ecosistemas y las comunidades que los habitan. Uruguay, representado por el subsecretario del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Matías Carámbula, asumió un lugar protagónico al ser designado, junto a Mongolia, copresidente de esta celebración internacional.
Una iniciativa global para ecosistemas esenciales
La decisión de dedicar un año internacional a los pastizales y pastores no es casual ni simbólica. Fue adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su 76º período de sesiones, tras una propuesta liderada inicialmente por Mongolia y respaldada por otros 32 Estados miembro. La FAO fue designada como el organismo principal para coordinar las actividades a nivel mundial.
Los pastizales o ranglands constituyen uno de los biomas más extensos del planeta. Cubren aproximadamente la mitad de la superficie terrestre mundial, incluyendo praderas, sabanas, matorrales y tundras. Estos ecosistemas cumplen funciones ecológicas irremplazables.
-Son reservorios críticos de carbono, almacenando entre el 25% y el 35% del carbono terrestre, principalmente en el suelo.
-Albergan una biodiversidad única y sustentan medios de vida para cientos de millones de personas.
-Regulan el ciclo del agua y previenen la erosión y la desertificación.
Uruguay: de la identidad nacional al liderazgo global
La participación de Uruguay en la ceremonia inaugural en Roma trascendió el protocolo diplomático. El subsecretario Carámbula articuló un mensaje en el que lo ambiental, lo productivo y lo cultural se entrelazan con la historia misma del país. Su intervención comenzó con una afirmación contundente: “Para Uruguay este año internacional representa mucho más que una conmemoración; representa nuestra historia, nuestra identidad colectiva… Uruguay nació literalmente sobre el campo natural”.
En Uruguay, el campo natural es la base de un modelo productivo distintivo: la ganadería mixta (bovina y ovina). Este sistema no es marginal; alcanza al 70% de los establecimientos agropecuarios y emplea al 60% de la mano de obra del sector. Una parte sustancial de esta fuerza laboral son mujeres, cuya contribución, aunque a veces invisibilizada, es esencial para la continuidad de la vida rural.
El reconocimiento del valor estratégico de estos ecosistemas ha llevado a Uruguay a establecer políticas de Estado de largo plazo. Entre ellas, Carámbula destacó:
-La creación del Instituto Nacional de Carnes (INAC) hace casi seis décadas.
-La Ley 20.888, que estableció el Día Nacional del Campo Natural Uruguayo.
-La Mesa de Ganadería sobre Campo Natural, un espacio de articulación público-privada.
Una agenda nacional para 2026: políticas anunciadas en Roma
El compromiso de Uruguay con el IYRP 2026 no se limita a la representación internacional. Desde Roma, el subsecretario anunció un conjunto de políticas públicas específicas que el gobierno impulsará durante el año de la celebración, demostrando una voluntad de acción concreta.
Programa Procría: un programa de extensión rural y asistencia técnica enfocado en mejorar la eficiencia productiva, aumentar el ingreso familiar y promover el cuidado del pastizal nativo.
Proyecto de ley: buscará declarar de interés nacional la promoción, difusión y estímulo de las actividades agropecuarias sobre campo natural.
Observatorio del campo natural: una nueva herramienta para el monitoreo y generación de conocimiento sobre estos ecosistemas.
Declaración de interés nacional para la ganadería sostenible: reconocerá esta actividad en sus dimensiones económica, productiva, social, cultural y ambiental.
Programa de acceso al agua: dirigido a apoyar la producción ganadera familiar.
Programa sanitario bajo el concepto “Una Salud”: un enfoque integrado que vincula la salud animal, humana y ambiental.
Los pastizales del Cono Sur: una mirada regional
La problemática de los pastizales trasciende las fronteras uruguayas. En Argentina, por ejemplo, ecosistemas como la Pampa han sufrido una transformación profunda. Según la Fundación Vida Silvestre Argentina, entre 2000 y 2019 se perdieron más de 3 millones de hectáreas de pastizales naturales en el país, siendo la región pampeana la más afectada.
Esta pérdida no solo amenaza especies emblemáticas como el venado de las pampas o el ñandú, sino que también compromete servicios ecosistémicos vitales. La conversión de pastizales para agricultura intensiva o forestación con especies exóticas son algunas de las principales causas, agravadas por incentivos económicos perversos que no valoran los beneficios de la conservación.
Organizaciones como WWF y la Fundación Vida Silvestre Argentina han hecho un llamado para que los pastizales sean incluidos en las estrategias climáticas nacionales (NDC), se eliminen los subsidios que promueven su conversión y se fortalezca el apoyo a las comunidades pastoriles tradicionales.
Un año cargado de actividades y un legado por construir
El IYRP 2026 será un año de intensa actividad global. La agenda, disponible en el sitio oficial iyrp.info, incluye decenas de eventos en todos los continentes. Entre los más destacados se encuentran:
Foros científicos internacionales, como el Range Science Forum. Encuentros regionales de pastores, incluyendo reuniones específicas para mujeres pastoras en África, Asia y América. Eventos culturales y de divulgación, como festivales y exposiciones que mostrarán la riqueza de estas comunidades.
Un aspecto particularmente relevante es que 2026 también será el Año Internacional de la Agricultora. Esta coincidencia ofrece una oportunidad única para visibilizar de manera cruzada el papel fundamental de las mujeres tanto en los sistemas pastoriles como en la agricultura familiar, reforzando mensajes sobre equidad de género y resiliencia.
El legado que este año internacional debe dejar, según lo expresado por el subsecretario Carámbula, es claro: “Más conciencia global, más investigación, más cooperación, más políticas públicas y más reconocimiento al trabajo silencioso de las familias de pastores de todo el planeta”.
La designación de Uruguay como copresidente del Año Internacional de los Pastizales y Pastores reconoce décadas de políticas y un modelo productivo arraigado en su identidad. Mientras el mundo enfrenta crisis entrelazadas de seguridad alimentaria, pérdida de biodiversidad y cambio climático, los pastizales saludables y el pastoreo sostenible emergen no como un sistema productivo del pasado, sino como una solución de futuro. En 2026, Uruguay tendrá la responsabilidad y la oportunidad de llevar esta visión integradora al diálogo global, defendiendo que producir y conservar no son fines opuestos, sino caras de una misma moneda para construir sistemas alimentarios verdaderamente resilientes.




















































