La expansión de la fibra óptica en Uruguay dio esta semana un paso clave en Villa Soriano, donde Antel inauguró la tecnología de fibra óptica al hogar y confirmó un objetivo de alcance nacional: para fines de 2026, no habrá ningún pueblo de más de 500 habitantes sin acceso a esta infraestructura. El anuncio se realizó durante un acto público en la plaza de ingreso a la localidad, con la presencia de autoridades nacionales, departamentales y vecinos.
La actividad reunió a la ministra de Industria, Energía y Minería, Fernanda Cardona; al presidente de Antel, Alejandro Paz; al vicepresidente del ente, Pablo Álvarez; al intendente de Soriano, Guillermo Besozzi; a la alcaldesa Daniela Ruiz, además de representantes de UTU, autoridades locales y comunicadores. El escenario fue elegido no solo por su valor simbólico, sino porque Villa Soriano era una de las localidades que aún no contaba con fibra óptica pese a superar los mil habitantes.
Internet a todos los rincones del país
Durante su intervención, Paz destacó que la obra, con una inversión superior a los 500 mil dólares, representa “un privilegio y un honor” para la empresa pública. Explicó que la habilitación del servicio se realizará en tres etapas: la primera ya comenzó, la segunda se extenderá hasta el 20 de diciembre y, tras la licencia de la construcción, a fines de enero toda la villa quedará conectada con fibra óptica al hogar.
El jerarca subrayó que la fibra óptica es hoy la mejor tecnología disponible para acceder a internet y remarcó el rol de Antel como ejecutor de política pública. En ese sentido, afirmó que el ente “tiene el deber de llevar internet a todos los rincones del país y a todos los ciudadanos para que nadie quede atrás, independientemente del lugar de la República donde se encuentre”.
Con ese enfoque, anunció que al finalizar 2026 “en Uruguay no habrá ningún pueblo de más de 500 habitantes que no tenga fibra óptica”, un dato que, según indicó, es clave para el desarrollo del trabajo, las industrias, el agro y la vida cotidiana de las personas. Recordó además que Villa Soriano era uno de los dos pueblos de más de mil habitantes que aún no contaban con este servicio; el otro es Porvenir, en Paysandú, donde las obras finalizarán en el primer semestre del próximo año. También quedan pendientes ocho localidades de entre 500 y 1.000 pobladores y cerca de un centenar de entre 100 y 500 habitantes.
Una jornada que marca un antes y un después
El intendente Guillermo Besozzi puso el acento en el impacto que tendrá la llegada de la fibra óptica en la vida del pueblo y reconoció el trabajo sostenido de las autoridades de Antel para concretar este objetivo. Señaló que no es sencillo lograr que tecnologías de este nivel lleguen a localidades pequeñas, pero que se trata de “un paso fundamental” que transforma la realidad educativa, productiva y social.
Besozzi calificó la inauguración como una jornada histórica y advirtió que muchas veces no se toma dimensión de su alcance. “Si recorren el mundo, hay muchos lugares del primer mundo a los que no les ha llegado la fibra óptica”, expresó, al remarcar el valor estratégico de esta inversión en el interior del país.
La fibra óptica como derecho
Desde una mirada política y social, la ministra Fernanda Cardona vinculó el acto con el pedido del presidente de la República, Yamandú Orsi, de fortalecer la presencia del Estado en el territorio y el trabajo coordinado entre organismos y autoridades locales. En ese marco, definió la expansión de la conectividad digital en el interior como una política pública de consenso que no se mide por criterios de rentabilidad.
“No es un tema de renta, de cuánta gente es o cuánto reporta de ganancia; se mide en clave de derecho”, afirmó Cardona, al sostener que cada localidad del país tiene el mismo derecho al acceso a internet de calidad que quienes viven en Montevideo. Para la ministra, el rol de las empresas públicas resulta determinante, ya que sin acciones como las de Antel difícilmente la fibra óptica llegaría a pueblos de menos de mil habitantes.
La jerarca vinculó esta política con tres ejes centrales del Ministerio de Industria, Energía y Minería: empleo de calidad, descentralización territorial e internacionalización de pymes y comercios. En esa línea, sostuvo que contar con fibra óptica “les va a cambiar la vida a los hogares, a los gurises que estudian, a la UTU y a las mipymes”, contribuyendo a evitar el desarraigo y a generar valor en el interior del país.
Con la meta de llevar fibra óptica a todos los pueblos de más de 500 habitantes, el despliegue anunciado por Antel consolida a Uruguay como uno de los países con mayor cobertura de internet de alta velocidad en la región y refuerza la idea de que la conectividad ya no es un lujo, sino una condición básica para el desarrollo y la igualdad de oportunidades.































































