En vísperas de la votación del proyecto de “Muerte Digna”, la Conferencia Episcopal y obispos de todo el país reiteraron su rechazo a la eutanasia y llamaron a garantizar cuidados paliativos para todos, señalando que “la vida es un don que no se pierde jamás”.
En el día de mañana la Cámara de Diputados tiene previta la votación del proyecto de ley denominado “Muerte Digna”, que busca regular la eutanasia y el suicidio asistido. El proyecto de ley comenzó a ser tratado en la Comisión de Salud y Asistencia Social de Diputados a principios de abril de este año, luego de que el Frente Amplio (FA) resolviera reflotar la iniciativa que redactó el exdiputado colorado Ope Pasquet en la legislatura pasada.
La iniciativa cuenta con respaldo multipartidario y es presentada por sus impulsores como un avance en el derecho a decidir sobre el final de la vida. Al mismo tiempo, ha generado críticas desde distintos sectores que señalan riesgos en su redacción y posibles impactos sobre personas en situación de vulnerabilidad.
Semanas atrás en diálogo con La Mañana, la abogada Marcela Pérez Pascual afirmó que el proyecto “carece de las garantías necesarias” y que su artículo 2 habilitaría la eutanasia no solo en pacientes terminales, sino también en personas con enfermedades crónicas, discapacidades o deterioro grave de la calidad de vida. Según señaló, no se prevé una evaluación interdisciplinaria previa, dado que la comisión que revisa los casos lo hace después del fallecimiento.
La Conferencia Episcopal Uruguaya (CEU), en una declaración emitida el 4 de abril, expresó que la ley “cambia el valor fundamental de la vida humana” y que su formulación podría derivar en una “pendiente resbaladiza”, ampliando con el tiempo los casos en los que se aplique. También subrayó la necesidad de garantizar el acceso efectivo a cuidados paliativos para toda la población.
En videos difundidos públicamente, los obispos de distintas diócesis del país expusieron sus argumentos:
Mons. Milton Tróccoli (Maldonado, Punta del Este y Minas): “La dignidad de cada persona es un don absoluto, inalienable, que no se pierde jamás”.
Mons. Pedro Wolcan (Tacuarembó): “Para Dios, cada vida es infinitamente amada y digna de todo nuestro cuidado”.
Mons. Luis Eduardo González (Mercedes): “Nuestra sociedad debe acoger, proteger y acompañar a cada persona hasta el final de su vida terrena”.
Mons. Pablo Jourdán (Melo): “Decimos un rotundo sí a la medicina paliativa: cuidar, aliviar y consolar con amor y profesionalidad”.
Card. Daniel Sturla (Montevideo): “Es urgente implementar la ley de cuidados paliativos para que ningún uruguayo sufra injustamente”.
Mons. Fabián Antúnez (San José): “Todos tenemos derecho a ser cuidados y atendidos. Jesús nos enseñó a no dejar a nadie al costado del camino”.
Mons. Martín Pérez Scremini (Florida): “Decimos un fuerte no a la eutanasia”.
Mons. Arturo Fajardo (Salto): “Causar la muerte de un enfermo es éticamente inaceptable. La vida humana es un derecho fundamental, indisponible e irrenunciable. No puede ser objeto de manipulación”.
Mons. Heriberto Bodeant (Canelones): “Como Iglesia, ofrecemos la luz de Cristo: fe, esperanza y amor para abrazar la vida hasta el último aliento”.
Por su parte, Juan Andrés “Gordo” Verde compartió en redes la situación de un amigo con cáncer que debe afrontar un tratamiento de alto costo. En su mensaje, cuestionó que el proyecto incluya tanto a personas en etapa terminal como a quienes atraviesan patologías crónicas o discapacidades, y planteó que deberían asegurarse previamente el acceso a cuidados paliativos, medicación y acompañamiento psicológico.
La votación de mañana se desarrollará en un contexto de amplio debate público, en el que confluyen posiciones que reivindican el derecho a decidir sobre el final de la vida y otras que priorizan la protección de la vida hasta su término natural.
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