El presidente de la Cámara de Diputados, Sebastián Valdomir (MPP, Frente Amplio) anticipó en una entrevista con La Mañana que dentro del Presupuesto a tratarse este año estarán incluidos artículos referentes a aliviar la situación de endeudamiento de los uruguayos, siguiendo la línea de la propuesta de Cabildo Abierto con su iniciativa Deuda Justa.
¿Cuál es la evaluación que realiza desde que asumió la presidencia respecto al funcionamiento de la Cámara de Diputados que preside?
La Cámara, al inicio de cada período legislativo, atraviesa una etapa de transición en la que los legisladores y las bancadas delinean sus estrategias de trabajo. En la transición pasada, cuando asume la mayoría de la coalición, el Frente Amplio debió pasar a una tarea de oposición que hacía 15 años no ejercía. Durante tres períodos consecutivos, el Frente Amplio fue mayoría de gobierno con capacidad de aprobar proyectos sin necesidad de negociar, salvo en casos de mayorías especiales. El Frente Amplio, de alguna manera, olvidó su faceta de oposición por una razón hasta natural, ya que los legisladores en su mayoría, tantos senadores como diputados, no ejercían ese rol. La mayoría no había ejercido roles legislativos antes de 2004, salvo contadas excepciones como Lucía Topolansky, Enrique Rubio y José Carlos Mahía. Además, la pandemia, que comenzó pocos días después del inicio de esa legislatura, marcó una transición peculiar en 2020.
En este período, la novedad radica en que casi dos tercios de los diputados no tienen experiencia parlamentaria previa. Además, ningún bloque cuenta con una mayoría clara para impulsar su agenda legislativa, lo que obliga a negociar y trabajar en conjunto, intercambiando perspectivas y prioridades. Este escenario fomenta un ambiente de diálogo. El Frente Amplio ha logrado avanzar en algunos proyectos, como el del Casmu, y actualmente se discute el de la Caja de Profesionales, un tema urgente que interesa a todos los partidos. La transición ha sido positiva, marcada por la juventud y la renovación en la Cámara, así como por la ausencia de mayorías para los dos grandes bloques. Esto genera expectativas interesantes para el debate del Presupuesto, el proyecto más relevante del año. Por ahora, el balance es positivo.
Respecto a la ausencia de mayorías, que también es una experiencia nueva para el Frente Amplio como oposición tras ser gobierno, ¿cómo se aborda este punto?
En la bancada del Frente Amplio, esperamos que en los proyectos más relevantes, especialmente el Presupuesto quinquenal, haya aportes e intercambio de visiones con las demás bancadas para alcanzar acuerdos. Los números actuales en la Cámara obligan a negociar. Dialogaremos con todos, Cabildo Abierto, el Partido Colorado, el Partido Nacional, el Partido Independiente e Identidad Soberana para intercambiar agendas legislativas. La banca del Frente Amplio tiene una agenda que es la agenda del oficialismo, la agenda del gobierno, pero otros partidos también tienen sus propias agendas. Este intercambio permite identificar puntos de acuerdo, trabajar en proyectos conjuntos y, eventualmente, llegar a consensos o no.
La dificultad radica en que algunas agendas aún no están claras. Por ejemplo, Identidad Soberana, con dos diputados, propuso una comisión investigadora sobre la pandemia, pero no obtuvo los votos necesarios. Todavía no se define su agenda legislativa en términos de proyectos o prioridades. En cambio, Cabildo Abierto tiene una agenda clara, como el proyecto de Deuda Justa, que, aunque no alcanzó las firmas para un plebiscito, probablemente se discuta en el marco del Presupuesto para abordar el endeudamiento de miles de uruguayos. Estamos en una etapa de intercambio en la interpartidaria, donde se definen el orden del día, las vicepresidencias y las prioridades de tratamiento en comisiones y el plenario.
En referencia al endeudamiento de las personas físicas, ¿tienen algo pensado? Mencionó que el Presupuesto podría incluir medidas al respecto.
Sí, vamos a trabajar en ese sentido de tratar justamente e intercambiar algunos puntos de vista para incluir algunos artículos específicos en el Presupuesto que traten o que apunten a resolver el tema de los miles de uruguayos que están en el Clearing. También aquellos que están ahogados por los intereses y por las moras de préstamos que han debido asumir en algún momento de los últimos años, sobre todo luego de la pandemia, cuando hubo un impacto importante en la economía. Ante la caída de la actividad económica, recurrieron a préstamos con financieras, tarjetas de crédito o particulares. Esto profundizó una situación que ya existía y que se agravó en los últimos años del gobierno de la Coalición. Buscaremos soluciones a través de artículos específicos para aliviar la carga de estas familias.
Dentro del Presupuesto, ¿cuáles cree que serán los artículos más difíciles de negociar?
Todo Presupuesto tiene su propia economía política. Para el gobierno, reflejará las prioridades prometidas en campaña, como la asignación de recursos a vivienda, educación y salud. También será clave la relación entre el Estado y los trabajadores públicos, un punto que generará debate. Después tiene que haber un componente muy importante además de esos, que es todos los lineamientos del Presupuesto público en materia de la relación que tiene el Estado y la administración central con los trabajadores del sector público. También está el contexto macroeconómico, marcado por discusiones sobre el déficit fiscal y el endeudamiento. El eje central será determinar cuánto presupuesto se asignará a cada área: educación, vivienda, salud, seguridad, cárceles. Todos los partidos se comprometieron a determinadas cosas electorales. El Frente Amplio ganó haciendo anuncios de cambios importantes. Bueno, ahora hay que generar los recursos dentro del Presupuesto nacional para que esas áreas tengan un soporte presupuestal adecuado. Porque haberse comprometido y luego decir que no se tiene plata para hacerlo, eso sería muy difícil de admitir o de digerir.
El ministro de Economía señala que los recursos son limitados. ¿De dónde podrían salir? ¿Se considera modificar la estructura tributaria?
El Frente Amplio no tiene a priori un aumento de impuestos. Los ingresos del Estado pueden incrementarse no solo por impuestos, sino también por el crecimiento de la actividad económica, que impulsa la recaudación. El eje de este equipo económico busca fortalecer la actividad económica y acelerar el crecimiento, ya que en los últimos diez años el desempeño económico ha sido modesto, muy por debajo de las necesidades del país. Para ello, se priorizará estimular la inversión productiva y el mercado interno, que dinamiza el comercio y la inversión nacional. Aunque es importante buscar nuevos mercados externos para productos como la carne o los servicios, el mercado interno es clave.
Ahora, lo que está en este momento el equipo económico abocado, junto con el Ministerio de Trabajo y el Ministerio de Industria, es cómo se generan esas condiciones para que ese crecimiento deje de ser un anuncio y pase a una estrategia más concreta. Yo creo que en eso vamos a tener una parte de discusión cuando se trate el Presupuesto, pero va a ir asociado, por otro lado, con medidas y decretos específicos que el gobierno pueda ir emitiendo sin necesidad de tener discusiones parlamentarias específicas. Aunque el Estado tiene un rol, la mayor parte de esta inversión debe ser privada, lo que requiere diálogo que se está teniendo con los sectores económicos. Las empresas públicas, como UTE, Ancap y Antel, también deben asumir un papel más activo, invirtiendo para generar encadenamientos con el sector privado y fortalecer el mercado interno.
Sobre el rol de las empresas públicas, ¿considera que deberían invertir más?
Las empresas públicas deben liderar transformaciones en sectores estratégicos. Creo que hay que liderar una nueva etapa de transformaciones en sectores de avanzada, como por ejemplo lo que tiene que ver con la nueva incorporación de la matriz energética de fuentes renovables. Por ejemplo, el gobierno anterior declinó la participación de Ancap en proyectos de hidrógeno verde, una decisión que debería revisarse. En agua potable, riego y saneamiento, OSE necesita un rol más activo, ya que enfrenta problemas de inversión y recursos humanos. Que la empresa pública de agua y saneamiento del país tenga una situación bastante complicada desde el punto de vista de los recursos humanos, es una señal que hay que cambiar. Hay que cambiar la gestión, el modelo de negocios y el papel que juega en un sector tan importante como es el abastecimiento agua potable. El Frente Amplio una de las prioridades a la cual se comprometió es la represa de Casupá, que dinamizará la economía en esa zona del país y garantizará el abastecimiento de agua en la zona metropolitana. Telecomunicaciones, energía, hidrógeno verde y agua son ejes donde las empresas públicas deben jugar un papel importante, con una gestión financiera sólida para cumplir sus objetivos.
¿Cómo se logra que tengan más recursos en un contexto de restricción económica?
Este es el nudo de la discusión de economía política de este período. Las empresas públicas deben impulsar el crecimiento económico, pero requieren una mejor gestión. El fin de semana pasado, sobre el viernes tuvimos la conferencia de prensa del presidente de la República y la ministra de Industria con respecto a los números de Ancap y hay un problema, por ejemplo, en la unidad de negocio relativa al pórtland. En 2019, durante el último año del Frente Amplio, la pérdida era de 2 millones de dólares, pero en 2024 alcanzó los 24 millones.
En este sector hay producción nacional, hay producción pública y producción privada. Los recursos naturales están porque hay piedra caliza para explotar y es un recurso que es patrimonio de los uruguayos. Entonces, ¿no hay que, de alguna manera buscar, un nuevo marco para que ese negocio en vez de dar pérdida dé ganancia? La estrategia del gobierno anterior, una licitación internacional para asociar un privado a esta unidad fracasó, lo que demuestra que esa estrategia no se puede repetir. Es necesario diseñar una estrategia que convierta esta unidad en rentable, generando ingresos para el Estado en lugar de pérdidas. Esta discusión sobre cómo las empresas públicas pueden contribuir al crecimiento económico es fundamental.
Pero la unidad de pórtland de Ancap históricamente ha generado pérdidas.
Es cierto, pero debemos abordar este problema. La construcción, especialmente de vivienda promovida, debería generar sinergias, porque si hay producción de pórtland debería generarse algún sistema que no implique que lo único que se consuma sea el pórtland de Ancap, ya que hay otros privados que están produciendo por debajo de su capacidad. Lo que habría que buscar sería una estrategia comercial y de producción que de repente sea más acotada, pero que maximice la capacidad instalada. Si hay posibilidades de exportación, deberían explorarse, pero el objetivo principal es que la unidad deje de ser deficitaria. Los recursos naturales y la empresa pública están disponibles; la clave es alinear su funcionamiento con la actividad económica nacional. Esta discusión no es aislada, sino parte de un debate más amplio sobre el rol de las empresas públicas.
¿Cómo considera que seguirá el resto del año la actividad de la Cámara, más allá del Presupuesto, considerando que se ha cuestionado la falta de proyectos enviados por el Poder Ejecutivo?
Es cierto que todavía no vinieron la cantidad enorme de proyectos que en todo período legislativo todo Ejecutivo manda. Sin embargo, hay temas urgentes que se han abordado, como el Casmu y ahora la Caja de Profesionales. La oposición ha presentado numerosos proyectos y se han desarchivado iniciativas de legislaturas anteriores, tanto del Frente Amplio como de otras bancadas. Por ejemplo, pronto se discutirá un proyecto sobre el ingreso a los gobiernos departamentales, impulsado por el Partido Colorado, pero con antecedentes en propuestas del Frente Amplio. También está en agenda el proyecto de eutanasia, un tema relevante. Aunque el Ejecutivo no ha enviado muchos proyectos en estos primeros dos meses, la Cámara tiene una agenda activa. Estamos ajustando el funcionamiento de una bancada de gobierno nueva, preparando la discusión de la Rendición de Cuentas de 2024 y el Presupuesto, que ocupará varios meses. Esperamos también varias interpelaciones tras las elecciones departamentales, como parte del control que ejerce la oposición sobre el Ejecutivo.
¿Por qué esperan varias interpelaciones?
Las interpelaciones son una herramienta habitual de la oposición para controlar al Ejecutivo. Es natural que las bancadas convoquen a ministros para rendir cuentas y explicar sus planes. Ya ha venido el ministro de Economía, y pronto lo harán la ministra de Industria y el ministro del Interior, este último para detallar el plan de seguridad pública y convivencia. Habrá llamados a comisiones, sesiones generales e interpelaciones, como ocurrió cuando el Frente Amplio fue oposición. Es un proceso normal del funcionamiento parlamentario, que se intensificará tras las elecciones departamentales.