Siempre es costumbre homenajear a los muertos, y los amigos de este sitio postean como yo lo he hecho fotos y semblanzas sobre antepasados que hicieron cosas para ser recordados, o simplemente para mantener presente la memoria familiar, que es uno de los objetivos de este sitio, creado por nuestro amigo Alfonso Beccar Varela, a quien tanto le debemos por la difusión y la valorización de temas que nos interesan a todos.
Pero siempre son mejores los homenajes en vida y el reconocimiento a aquellas personas que han luchado por las buenas causas de la patria y tienen una trayectoria que puede servir de ejemplo en todos los lugares donde actuaron, aportando sus saberes y reflexiones, trabajando por tener un país mejor. Por tales razones me permito hacer una semblanza de un muy querido amigo de años. Miguel Ángel Espeche Gil, que hoy a pesar de una edad muy avanzada, con notable lucidez sigue atento a todo lo que pasa en la Argentina, escribe y reflexiona sin que los años sean un obstáculo para sus luchas intelectuales. Mi amistad con él no se traduce en hacer elogios desmedidos ni en subjetividades que puedan ser discutibles. Por eso me he limitado a enunciar toda su actividad diplomática y académica como un ejemplo de toda su trayectoria, ya que ella revela por sí sola sus indudables calidades.
Miguel Ángel nació el 16 de marzo de 1932 en la ciudad de La Plata, en el seno de una familia con una fuerte tradición diplomática. Fueron sus padres el embajador Ramón Miguel Ángel Espeche Casal y María Delia Gil Ruiz de Gopegui, y sus abuelos paternos el capitán expedicionario al desierto Vicente Espeche Monzón y María Julia Casal Esquivel, y los maternos Natalio Gil y Isabel Ruiz de Gopegui, lo que lo hace descendiente de varios linajes de la época colonial, que actuaron en diversas regiones del país, estando los Espeche en el territorio argentino desde el siglo XVI. Son sus hermanos el también embajador Vicente Espeche Gil, el dibujante e historiador Juan Carlos Espeche Gil y Graciela Espeche Gil.
Se casó en primeras nupcias con María Elena Maschwitz Caprile, hija de Enrique Maschwitz Carranza y de María Elena Caprile Estévez, unión de la cual nacieron sus seis hijos: Miguel Enrique, Javier, María Elena, Fernanda, María Victoria y Damián, todos con sucesión Actualmente está casado con Raquel Sienra de la Bandera, nacida en la República Oriental del Uruguay, hija de Juan Antonio Sienra Miro y de Sofía de la Bandera Correa.
Debido a la actividad diplomática de su padre en Brasil, estudió en ese país recibiéndose de bachiller en ciencias y letras del colegio jesuita Santo Ignacio de Río de Janeiro en 1948.
Se graduó como abogado en 1955 en la Universidad Nacional de La Plata, doctor en Derecho cum laude en la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro en 1964 y doctor en Derecho y Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires en 1972. La formación universitaria y académica que recibiera, además de los genes familiares lo encaminaron hacia una destacada carrera en el ámbito del derecho y la diplomacia.
En 1967 ganó la beca Adlai Stevenson del Instituto de las Naciones Unidas de investigación y formación profesional.
Durante su actividad diplomática en el Uruguay, revalidó su título de abogado y obtuvo un doctorado en Diplomacia en la Facultad de Derecho de Montevideo.
Miguel A. Espeche Gil ingresó al Servicio Exterior de la Nación en 1958, tras aprobar un concurso para el cargo de agregado y vicecónsul. A lo largo de más de cuatro décadas, ocupó diversos puestos de relevancia en la diplomacia argentina, alcanzando en 1989 la máxima categoría de embajador extraordinario y plenipotenciario. Entre sus destinos más destacados se encuentran:
Brasil (1959-1964). Siendo un joven secretario de la embajada argentina en Río de Janeiro, estuvo presente en algunos momentos claves como las elecciones de 1961, la renuncia de Jânio Quadros y el golpe militar de 1964. Posteriormente, entre 1988 y 1991, fue Cónsul General en San Pablo, un puesto estratégico para las relaciones bilaterales
Uruguay (1970-1976). Primero fue secretario y luego ministro consejero en Montevideo. Participó en un período marcado por acontecimientos como el Tratado del Río de la Plata y la construcción de la represa hidroeléctrica binacional de Salto Grande.
Bulgaria. Entre 1979 y 1985 fue embajador en Bulgaria, permaneciendo al frente de esa misión diplomática, siendo una misión no exenta de dificultades, debido a la rigidez del régimen comunista que regía en ese país.
Tailandia (1991-1994). Representó a Argentina como Embajador, consolidando su experiencia en diplomacia en Asia.
Suiza y Liechtenstein (2000-2002). Concluyó su carrera diplomática como Embajador en estos países, marcando el fin de su servicio activo en el exterior.
Además de las labores diplomáticas reseñadas ocupó cargos clave en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina, como director del Departamento de América del Norte (1976-1979), director del Departamento de Europa Oriental (1985-1986), Integrante del Consejo Superior de Embajadores y Miembro de la Junta Calificadora del Ministerio.
Pero más allá de su significativa carrera diplomática, Miguel Ángel es reconocido internacionalmente por su contribución al derecho internacional a través de la Doctrina Espeche, una propuesta jurídica con la intención de abordar la problemática de la deuda externa de los países en desarrollo. Desde la década de 1980, Espeche identificó el alza unilateral de las tasas de interés por parte de los acreedores como una práctica abusiva que incrementaba exponencialmente las deudas, calificándola como un caso de usura y apropiación indebida por anatocismo. Su propuesta tuvo como objetivo el de solicitar una opinión consultiva a la Corte Internacional de Justicia de La Haya, a través de la Asamblea General de las Naciones Unidas, sobre estas cuestiones sustanciales 1) ¿La condena a la usura, constituye uno de los principios generales de derecho mencionados en el inciso c. del punto 1 del artículo 38 del Estatuto de la CIJ? 2) En caso de ser afirmativa la respuesta a la cuestión anterior, ¿son actos usurarios las alzas unilaterales de intereses de la deuda externa? 3) Si la respuesta a las dos cuestiones anteriores fuere afirmativa, ¿están obligados los países acreedores a no permitir que se cometa ese ilícito contra los países deudores? 4) En caso de ser afirmativas las respuestas a las tres cuestiones precedentes, ¿deben el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial actuar en consonancia con aquellas obligaciones de los países acreedores?
La Doctrina Espeche ha sido ampliamente discutida en foros académicos, universidades y organizaciones internacionales, como el Instituto Hispano-Luso-Americano de Derecho Internacional (Ihladi) y el Consejo Europeo de Investigaciones Sociales sobre América Latina (Ceisal). Su impacto se refleja en iniciativas como la Ley 209 de 2000 del Parlamento Italiano, que promueve gestiones para llevar el problema de la deuda a la ONU. Por esta labor, Espeche Gil fue nominado al Premio Nobel de la Paz en cinco ocasiones, siendo candidato oficial en 2002 y 2008, respaldado por instituciones como la Universidad Católica de La Plata, la Federación Argentina de Colegios de Abogados y la Asociación de Defensores del Pueblo de la República Argentina.
En el año 2008, fue invitado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Noruega a un Congreso internacional para discutir la aplicación de las normas del derecho internacional en las contrataciones de deuda soberana.
En el año 2011 fue designado por el Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal N° 2, donde se investigaba el fraude del endeudamiento externo, como uno de los principales expertos en el tema, por su acreditada trayectoria en estos temas, que él siempre relacionaba con el derecho y la estricta aplicación de la justicia.
Miguel Ángel se destacó también como académico y líder en el ámbito del derecho internacional. Fue profesor de Teoría y Práctica Diplomática en el Instituto del Servicio Exterior de la Nación y director de la Carrera de Relaciones Internacionales de la Universidad Católica de Salta, subsede Buenos Aires. También fue profesor asociado de derecho internacional público en la Universidad del Salvador. Además, fue miembro del Comité Jurídico Interamericano de la OEA (1965-1967 y 1992-1996), donde recibió un homenaje en 2022 por sus valiosas contribuciones.
Fue miembro fundador de la Asociación Argentina de Derecho Internacional y director de la Junta Directiva del Instituto Hispano-Luso-Americano de Derecho Internacional (Ihladi). También se desempeñó como miembro del Consejo Consultivo del Parlamento Latinoamericano para los aspectos jurídicos de la deuda externa Comité jurídico interamericano en los años 1965- 1967,1992 -1996, 2018-2022. Fue presidente del Instituto Nacional Yrigoyeniano (1998-2003), y en 1997, fue designado Académico de Número de la Academia Argentina de Ceremonial, ocupando el sitial “Federico del Solar Dorrego”, y es miembro correspondiente de la Academia de Derecho del Brasil.
Durante toda su carrera recibió numerosas distinciones por su labor diplomática y jurídica, por parte de los gobiernos de Brasil, Bulgaria, Tailandia.
En 2007, fue declarado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires, y en 2011, de la Ciudad de La Plata, en reconocimiento a su trayectoria y su lucha contra la deuda externa.
Espeche Gil también mostró interés en causas culturales y religiosas, siendo presidente del Núcleo Chestertoniano Argentino y promoviendo la beatificación del escritor G.K. Chesterton.
Como nunca descansa, aún hoy es titular de la Cátedra Libre de Deuda Externa de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.
Es una figura emblemática en la diplomacia y el derecho internacional argentino. Su Doctrina Espeche representa un aporte significativo para abordar la deuda externa desde una perspectiva jurídica, con un enfoque en la justicia y la equidad. Su extensa carrera diplomática, su compromiso académico y su dedicación a causas sociales lo convierten en un referente para las generaciones futuras. Como él mismo expresó en 2007: “Pienso continuar esta lucha mientras Dios me dé vida, porque no puede haber futuro digno para nuestro país si no se utilizan los recursos jurídicos y políticos indispensables para terminar con la sangría permanente al patrimonio argentino que significa el pago perpetuo de la deuda externa”. Desde 1980, hasta los actuales 93 años, sigue luchando por la vigencia de los principios generales del derecho sistemáticamente violados en las contrataciones internacionales, y sigue manteniéndose activo, con abundantes lecturas, reflexiones y propuestas lo que muestra una actividad incansable, que le permiten estar atento todo lo que ocurre con la economía nacional. A su notable versación sobre temas de derecho, y su preocupación con todo aquello que tiene que ver con la cultura, muestra una calidad humana que lo distingue, ayudando a todos aquellos que necesitan de su consejo y su experiencia en temas singularmente difíciles.
Dialogar con él representa una experiencia enriquecedora, por la multiplicidad de temas que puede abarcar, la serenidad y prudencia en el juicio, el lenguaje preciso para definir cuestiones que lo han ocupado desde siempre. Honra sus tradiciones familiares y sigue firme en aquellas convicciones que muestran una coherencia en su pensamiento que siempre ha mantenido en todos aquellos lugares donde actuó con una solvencia que siempre destacaron las importantes personalidades que lo distinguieron con su amistad.
Finalmente, solo me cabe decir que Miguel Espeche Gil es una personalidad que honra a su patria por los relevantes servicios que le prestara, a la que ha servido siempre con dedicación y lo mejor de sí mismo.
Buenos Aires, julio de 2025
(*) Historiador. Director del Observatorio de la Deuda Pública, miembro de la Comisión de Deuda del Consejo Europeo de Investigaciones Sociales de América Latina (CEISAL). Ex auditor de la deuda de la República de Ecuador.