¿Tu pasión?
Pintar. Plasmar el arte de mis cuadros en objetos de uso cotidiano. Leer. Todo aquello que haga volar mi imaginación.
¿Cómo surge tu emprendimiento?
Descendemos de una familia vinculada a la industria del cuero y junto a mi hermano Nicolás creamos la marca que lleva mi nombre Carolina De Cunto. Diseñamos y fabricamos en Uruguay carteras, calzado, vestimenta y accesorios en cuero concebidos como obras de arte de alto impacto para usar.
Un consejo para alguien que está empezando y quiere hacer lo mismo que tú.
Que busque su propio estilo, que no tema innovar, romper paradigmas. “¿Y por qué no?” es una de mis frases de cabecera.
¿Cuáles son los desafíos que has tenido que sortear?
Estar permanentemente buscando soluciones creativas al gran desafío que significa apostar por la industria local y fabricar en Uruguay.
¿Qué te motiva?
Nuestras clientas me motivan a innovar, a sorprenderlas y que ellas sientan que a través de mis diseños ellas se expresan también. Yo soy la creadora pero son ellas cuando la usan quienes completan mi obra.
¿Tu lugar en el mundo?
Mi taller. Mi casa junto a mi familia.
¿Un referente en tu vida?
Mis padres. Todas aquellas personas que a lo largo de su vida no se han dado por vencidas y siempre han luchado por construir sus sueños.
¿Una asignatura pendiente o proyecto a realizar?
Continuar creciendo en la venta online y que nuestros diseños lleguen cada vez más al público de todos los rincones del mundo.
¿Qué valores fundamentales buscan transmitir/o el valor fundamental para desarrollar la actividad?
Buscar la excelencia y construir día a día una marca basada en el respeto por el cliente que es quien nos elige y confía en nosotros. Cuando diseño y pinto me gusta que mis obras transmitan alegría de vivir. Que la persona que las usa se sienta especial y única.
¿Qué es la felicidad para ti?
En lo personal es estar con mi familia y amigos. En lo laboral mi máxima felicidad es cuando nuestras clientas nos escriben contándonos lo felices que se quedan cuando reciben nuestros productos o nos comparten anécdotas; por ejemplo, cuando viajan al exterior y la gente las para en la calle para preguntarles de dónde es su cartera, zapato o diseño nuestro.
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