- La semana pasada el gobierno argentino acordó con el Banco Nacional de Desarrollo de Brasil (Bndes) el financiamiento por US$ 689 millones para la construcción del segundo tramo del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner.
- Este es un evento geoeconómico de significancia para la región, ya que Brasil decidió financiar la construcción de un gasoducto en territorio argentino, marcando su interés en favorecer la integración energética con el país vecino.
- Según el gobierno de Argentina, la obra aumentará la capacidad de transporte de gas de Vaca Muerta en un 30%, lo que permitirá que llegue gas a los principales centros industriales y de consumo a costos convenientes. Se estima que el primer tramo del gasoducto –que va desde Tratayén (Neuquén) hasta Salliqueló (Provincia de Buenos Aires)– quede operativo a mediados de 2023, permitiendo un ahorro de US$ 2.200 millones entre importaciones y subsidios.
- Esto ocurre justo en un momento en que Europa va en dirección contraria, sustituyendo gas por cañería barato proveniente de Rusia por GNL caro proveniente de Estados Unidos y de Medio Oriente, lo que abre interesantes oportunidades industriales para Argentina y el Mercosur en general.
- Sin embargo, mientras Argentina y Brasil cooperan para mejorar su integración energética, nuestra ANCAP deja traslucir cierta urgencia por vender Carboclor a precios de saldos, empresa propietaria de una posición privilegiada en el estratégico puerto de Campana, a la salida del Paraná, y que alberga el corazón de la industria petroquímica argentina. Entre otras, allí poseen sus terminales empresas como Axión y Shell.
- ¿Optará Uruguay por autoexcluirse de un desarrollo que lo puede convertir en el verdadero Singapur de la región? ¿O será que nos sentimos más cómodos en el rol de Gibraltar?
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