Hasta hace tres años sabía muy poco de este oficio en la producción de arroz. Tras explorar internet vio que no estaba en el radar de la sociedad, se decidió aprenderlo y trabajar en él. Hoy contagia a los más jóvenes a través de charlas presenciales y en sus redes sociales, donde publica activamente sobre esta actividad.
Hace tres años no sabía nada del oficio de aguador. Intentó tener su primera aproximación y solo encontró cuatro publicaciones en internet. Ahí se dio cuenta de que la sociedad no registraba esta tarea y decidió emprender este camino para aprender y luego educar. Hoy, además de trabajar con su hermano, tiene clientes de Brasil, Paraguay, Argentina y Uruguay, donde imparte charlas y cursos sobre esta tarea indispensable para la producción de arroz.
La figura del aguador es indispensable para obtener un buen resultado durante la cosecha. Su tarea consiste en el manejo preciso del agua para controlar su ingreso, salida y distribución en la chacra y así asegurar la lámina que sea necesaria de acuerdo con cada etapa del cultivo. En una descripción rápida, sus tareas pueden ir desde controlar el riego y la distribución de las láminas de agua, pasando por el monitoreo y la alerta temprana de plagas, enfermedades o desniveles provocados en las taipas hasta minimizar el desperdicio de agua a través del manejo del riego.
En diálogo con La Mañana, Inácio Juzwiak dijo que se trata de un oficio que “continuará persistiendo” a pesar del permanente avance de las nuevas tecnologías en desarrollo. Señaló que las nuevas generaciones de empresarios y productores están revalorizando la actividad y generar encuentros para formar a nuevos aguadores. “No existe tecnología que pueda sustituir el trabajo del aguador” y con esa visión el especialista brasileño se puso un proyecto al hombro: inculcar a las nuevas generaciones la importancia de esta actividad.
Para lograrlo utiliza sus redes sociales donde combina una propuesta propia con contenidos que logra a través del encuentro con sus pares. Durante la entrevista, dijo que permanentemente insiste a los demás aguadores con que cuenten sus historias a través de estos medios para dejar un registro de un oficio en permanente evolución y evitar lo que le sucedió a él en carne propia.
Una de sus últimas actividades en Uruguay fue una charla organizada por Molino Casarone. Durante estas presentaciones comparte los aspectos más relevantes de la tarea, hace un comparativo entre las diferencias que existen para desarrollar la actividad en los diferentes países y maneja aspectos básicos como la importancia del cuidado en el buen manejo de las herramientas.
Consultado sobre las principales inquietudes de los participantes, Juzwiak dijo que los temas son muy variados, aunque en la mayoría de los casos pasan por sobre cómo sortear las dificultades que se presentan a la hora de realizar el trabajo. Sin embargo, advirtió que muchas empresas enfrentan problemas de relacionamiento, la organización de la tarea, tema de estructura del trabajo, clasificación de los trabajadores e inclusive dificultades de liderazgo.
Recambio generacional
La principal dificultad para generar un recambio generacional tiene que ver con el desconocimiento del oficio y la inclinación de los jóvenes a incursionar en el trabajo ayudados por maquinarias. Señaló que los jóvenes tienen una imagen negativa de este tipo de tareas y las perciben como muy sacrificadas, desistiendo de volcarse para este sector.
No se trata de que el trabajo no sea agotador en determinados momentos, sino en reconocer el valor que tiene en sí la tarea. En su experiencia inicial, Juzwiak reconoce que los primeros tiempos a veces no son fáciles, pero está convencido de que luego el oficio se transforma en una pasión.
Con el fin de cambiar esta perspectiva, desde hace un tiempo se dedica a dictar cursos y charlas motivaciones y los resultados han sido muy alentadores. El público que asiste a los encuentros en los países y regiones donde es contratado se retira contagiado a empezar o, en su defecto, continuar en este sector.
La gente piensa que el oficio de aguador es muy difícil y cansador “pero es solo una parte de la historia”. Contó qué fue lo que le sucedió a él mismo antes de conocer la actividad y cómo con el paso del tiempo de transformó en una “pasión”.
Las redes sociales
No solo el contacto directo con las empresas y sus funcionarios es una herramienta que Inacio utiliza para hablar del tema. Sus redes sociales se han vuelto un referente para todos aquellos curiosos por estos temas y quienes tienen cierta inclinación a desarrollar esta tarea. En ellas muestra ejemplos de aguadores con muchos años encima desarrollando la tarea. En uno de esos casos, la persona tenía 33 años como aguador y contaba que su deseo era continuar más tiempo porque es lo que ama hacer.
Uno de los aspectos mas llamativos de los posteos y las historias de Inácio en Agroo Gente en Instagram está relacionado con su concepción sobre el cuidado de las herramientas de trabajo. Sobre la pala, la principal herramienta del aguador explicó que es su principal aliado, la que “me facilita el trabajo” y en el mismo sentido señaló que es su obligación cuidarla. Haciendo una analogía con un tractor con cabina, el aguador explicó que no es al productor que se beneficia si se lo tiene bien cuidado, sino al tractorista que desarrolla la tarea y lo usa todos los días.
En más de una oportunidad sus publicaciones se focalizan en el cuidado y limpieza de las herramientas como una forma de buscar conciencia en el público, porque “hay que valorizarla por la tarea que ofrece”. Está convencido de que para hacer un buen trabajo no solo se requiere de una buena herramienta, sino que hay que mantenerla en perfectas condiciones. Dijo que busca a través de sus publicaciones generar conciencia que, aunque los materiales de trabajo no sean de los funcionarios, es una obligación cuidarlos porque el empresario invirtió en ellos, pero además porque son necesarios para hacer un buen trabajo.
En el mismo sentido, se lo puede ver en sus publicaciones utilizando materiales aportados por la misma naturaleza. En una de ellas, muestra cómo con agua y pasto se puede lavar una pala muy fácilmente sin la necesidad de utilizar productos elaborados por la mano del hombre. Remarcó que todo lo que aporta la naturaleza puede ser utilizable también en este sentido.
Producir en suelos superficiales
En Río Grande del Sur, donde desarrolla principalmente su actividad, el mayor porcentaje de los aguadores tiene más de sesenta años. Por lo que el oficio no solo está en auge, sino que la mano de obra escasea. En ese país se producen 10,5 millones de toneladas de arroz, básicamente para el mercado interno, aunque existen momentos en que deben importarlo. El arroz es el principal alimento de los brasileros junto a la feijoada y la carne.
Una de las particularidades de la producción de arroz en varias zonas de Brasil es que se desarrolla en suelo muy superficiales y pedregosos. Consultado, Inácio dijo que la alta disponibilidad de agua en esos lugares produce muy buenos rendimientos para este tipo de producción.
En Uruguay este tipo de suelos son catalogados forestales. Sin tener todos los elementos como para afirmar que también en Uruguay se pueden utilizar estos predios para producir arroz, señaló que tal vez el inconveniente pueda pasar por la topografía de esos lugares y la disponibilidad de agua suficiente como para este tipo de exploraciones.




















































