El escrutinio primario de las elecciones para renovar el directorio de la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Profesionales Universitarios muestra un escenario abierto, con diferencias estrechas entre los principales lemas y una definición que quedará supeditada al conteo de los votos observados y aún no escrutados. A esto se suma un dato que atraviesa toda la elección: la baja participación de los profesionales habilitados para votar, tanto activos como pasivos.
De acuerdo con los resultados primarios correspondientes a la Comisión Directiva, entre los profesionales activos el sublema El Orden Profesional, bajo el paraguas del lema Todos Juntos, aparece levemente por delante al sumar 1717 votos, mientras que Profesionales Independientes alcanza 1670 sufragios. Más atrás se ubican Gremios por la Caja-Agrupación Universitaria, con 407 votos; Marcha por los Profesionales por el Cambio, con 340; y los distintos sublemas de Profesionales Unidos que totalizan 239 votos. En este orden, los dos lemas mayoritarios concentran la mayor parte de las adhesiones, con una diferencia de apenas decenas de votos.
En el padrón de pasivos, el escrutinio primario muestra a la Asociación de Afiliados como el lema más votado, con 1173 sufragios. Le siguen El Orden Profesional, que reúne 928 votos sumando sus sublemas, y Profesionales Independientes, con 921. Más lejos queda Marcha por los Profesionales por el Cambio, con 95 votos. También aquí la diferencia entre los dos lemas que disputan la conducción es reducida.
En total, hasta el momento se escrutaron 4998 votos de activos y 3370 de pasivos, con un volumen significativo de votos en blanco y anulados, que llegan a 615 en activos y 251 en pasivos. Hay 838 votos observados más 551 votos aun sin escrutar, lo que mantiene abierta la definición final. La proclamación de las autoridades está prevista para el 23 de diciembre, tras la culminación del proceso electoral.
“Fue una elección rara”
En diálogo con La Mañana, Fernando Rodríguez Sanguinetti, candidato a integrar el directorio por el lema El Orden Profesional, evaluó los resultados señalando que “el lema nuestro en el escrutinio primario fue el más votado en activos y el segundo más votado en jubilados”. No obstante, puso el acento en el contexto general del proceso electoral, al que definió como “una elección rara”.
Rodríguez Sanguinetti explicó que la participación fue particularmente baja entre los profesionales activos. “En los activos no llegó al 9% de los habilitados”, afirmó, y contrastó ese dato con el comportamiento de los pasivos, donde “llegó al 20%”. Según indicó, en el caso de los jubilados la concurrencia “se duplicó con respecto a la elección pasada”, mientras que entre los activos “incluso bajó”.
Para el candidato de El Orden Profesional, estos números plantean interrogantes sobre el vínculo de los profesionales con la Caja. “Esto demuestra que o no estamos haciendo las cosas bien o a los profesionales no les interesa que les cobren cada vez más, que les pongan más impuestos y que tengan que trabajar más años”, expresó. También remarcó que el mecanismo de votación permitía hacerlo con facilidad, ya que “se podía votar en cualquier circuito observado”, incluso fuera del circuito asignado, y recordó que aún quedan cientos de votos observados por contabilizar.
Consultado sobre la respuesta del padrón pasivo, Rodríguez Sanguinetti reconoció que, aunque el porcentaje fue mayor que en elecciones anteriores, “sigue siendo muy bajo”. Subrayó que los jubilados fueron recientemente alcanzados por un nuevo impuesto y que, aun así, “fueron a apoyar solo el 20%”. En ese sentido, adelantó que uno de los ejes compartidos por quienes integrarán el nuevo directorio será “tratar de bajar esas tasas y tratar de eliminarlas generando ingresos a la Caja por otro lado”.
Los votos en blanco
Desde el sector de los pasivos, Óscar Castro, candidato por la lista 50, coincidió en el diagnóstico general de baja concurrencia. “Solo el 8% de los habilitados a votar concurrió”, afirmó a La Mañana, y agregó que dentro de ese porcentaje “hay un montón de profesionales que fueron y votaron en blanco cuando no es obligatoria la votación”. Para Castro, esa conducta “no tiene justificación”, ya que “si no te gustaba ninguna lista, no ibas”.
Castro confirmó que entre los jubilados la participación alcanzó el 20,6%, y sostuvo que “los que se preocupan hoy por hoy por la Caja parece que son los jubilados”, aunque planteó una advertencia: “El que corre más riesgo es el activo, porque es el que se está preparando para la etapa de jubilación”.
Más allá del resultado definitivo, ambos entrevistados coincidieron en que el próximo directorio tendrá una composición distinta a la actual. Rodríguez Sanguinetti señaló que, de acuerdo con el escrutinio primario, “salvo nosotros, que somos el único director reelecto, el resto cambia”. Según explicó, de mantenerse las tendencias, El Orden Profesional tendría dos cargos, Profesionales Independientes otros dos, y el sector de pasivos renovaría su representación.
Respecto a la presidencia y vicepresidencia de la Caja, recordó que “son del lema más votado” y que, al cierre del escrutinio primario, El Orden Profesional aventajaba a los otros lemas por 56 votos, una diferencia que calificó como mínima frente al volumen de sufragios pendientes. “Puede cambiar la tendencia”, advirtió, y reiteró que el resultado final se conocerá tras el escrutinio definitivo.
Óscar Castro, por su parte, sostuvo que “los sectores que venían gobernando con mayoría en el directorio no van a estar”, y consideró que el cambio se reflejará principalmente en las propuestas institucionales. “En la conducción no, en las propuestas a elevar al Estado uruguayo y al Parlamento puede haber”, afirmó.
Las prioridades que vendrán
En cuanto a los desafíos que enfrentará la nueva conducción, Rodríguez Sanguinetti planteó que existen dos ejes centrales. Por un lado, reducir la carga impositiva reciente sobre activos y pasivos, y por otros aumentar los ingresos genuinos de la Caja. En ese marco, insistió en la necesidad de recuperar aportantes, al señalar que existen más de 113.000 profesionales activos que no aportan al sistema.
Castro coincidió en que el foco inicial debe estar en la situación financiera inmediata de la institución. “Lo primero que hay que hacer es apagar el incendio de tu casa y después ver por qué se provocó el incendio”, señaló, y remarcó que, si bien la Caja cuenta con múltiples controles contables, “no hay auditoría de gestión”.
Nuevas reglas en el BPS
Mientras sucedían las elecciones, hubo un cambio relevante desde el BPS. Rodríguez Sanguinetti dijo que ya comenzaron a adoptarse medidas desde el Estado para atender uno de los principales problemas estructurales del sistema: la cantidad de profesionales que trabajan como tales, pero no aportan a la Caja. “Desde el Estado se han tomado medidas en este sentido”, afirmó, y puso como ejemplo una nueva exigencia del Banco de Previsión Social (BPS), que requerirá “una suerte de declaración jurada de los profesionales cuando abren una empresa unipersonal, de que no van a trabajar en la profesión”.
Según explicó, se trata de un reclamo que su sector viene realizando desde hace varios años. “Esto es algo que venimos reclamando hace cuatro años; exactamente el 14 de diciembre de 2021 yo reclamaba esto que estaba pasando con el BPS”, indicó. En ese contexto, describió una situación que, a su entender, está extendida en el mercado laboral. Se trata de profesionales que constituyen empresas unipersonales, aportan al BPS montos sensiblemente menores y, sin embargo, facturan como profesionales. “Pagaban un tercio de lo que pagarían en la Caja, en la última categoría, la más baja, y trabajan y facturan como profesionales. Uruguay está plagado de ese tipo de contrato”, sostuvo.
Afirmó que actualmente existen 113.000 profesionales activos que no aportan a la Caja, y remarcó que “en algún lado están”. A modo de ejemplo, señaló que “hay profesionales que pagan 4.500 pesos al BPS de aportes y facturan como profesionales, y otros que lo hacen en la Caja y pagan 12.400 pesos”. En su visión, esta diferencia explica “las grandes fugas de profesionales que no aportan a la Caja”.
Ante esta realidad, adelantó que insistirán en un mayor control. “Vamos a insistir en que se controle a todos los profesionales”, afirmó, y agregó que esto podría realizarse mediante “cruzamiento de datos e información de los organismos”, algo que calificó como “facilísimo”. En ese sentido, planteó la necesidad de identificar “de qué están facturando, a quién le están facturando y sobre qué servicio se están facturando”.
Consultado sobre si las nuevas exigencias del BPS estaban comprendidas en la ley de reforma de la Caja, Rodríguez Sanguinetti aclaró que “es una medida que toma ahora el BPS”, y añadió que asume que responde a que “los que estamos ganando la elección de la Caja pensamos todos más o menos lo mismo”.
Con relación al aporte estatal, recordó que la situación financiera proyecta cifras significativas. “El año que viene tenemos proyectado un aporte del Estado de 82 millones de dólares”, señaló, y contrastó ese monto con discusiones presupuestales recientes. “En la Ley de Presupuesto estuvieron discutiendo por 600 millones de pesos, que son unos 15 millones de dólares, y en 2026 se deben poner en la Caja 82 millones de dólares”, indicó.
Si bien reconoció que ese aporte “lo tienen que poner porque lo dice la Constitución”, Rodríguez Sanguinetti enfatizó que el objetivo de su sector es otro. “Nosotros no queremos que el Estado ponga plata en la Caja. Queremos ser autosustentables, una Caja autónoma”, afirmó, y concluyó que eso será posible “en la medida que sinceremos el sistema”.
Otro de los puntos que mencionó como prioritarios fue el de los timbres profesionales, a los que definió como “un ingreso genuino de la Caja, establecido por ley”. Según explicó, estos ingresos “han ido descendiendo” no solo porque muchos profesionales no aportan, sino también porque “hay muchas profesiones que no aportan timbres”. Frente a esto, señaló que se deberán arbitrar mecanismos para que “todas las profesiones colaboren con el aporte patronal”. Entre las alternativas, mencionó que las empresas que contraten profesionales que hoy facturan como unipersonales realicen un aporte patronal a la Caja, “por ejemplo del 7,5%, como se aporta al BPS”.




















































