La calma de José Ignacio, un paisaje que equilibra lo agreste y lo sofisticado, es el escenario donde Estancia Vik ha construido una identidad única. Su propuesta —que combina arte, arquitectura, naturaleza y hospitalidad— acaba de recibir un espaldarazo internacional: la Guía MICHELIN le otorgó la distinción “One Key”, un reconocimiento reservado a hoteles que ofrecen una experiencia profundamente significativa y memorable.
La “Llave MICHELIN” es, en el ámbito hotelero, el equivalente a la famosa estrella que distingue a los mejores restaurantes del mundo. No se trata simplemente de lujo, sino de autenticidad, carácter propio y conexión con el entorno. Esta designación posiciona a Estancia Vik como un destino imprescindible para los viajeros más exigentes.
“Nos enorgullece compartir este hito”, señaló Gastón Williams, CEO de Vik José Ignacio, Vik Chile y Vik Fazenda Verde. “Para nosotros, este reconocimiento refleja el corazón de Estancia Vik: un lugar donde el arte, la arquitectura y la naturaleza se entrelazan para contar la historia del campo uruguayo con honestidad e imaginación. Ser reconocidos por MICHELIN es un honor, pero aún más, es un recordatorio de lo que más importa: crear momentos que permanezcan con nuestros huéspedes mucho después de que se hayan ido”.
El proceso de selección de la Guía MICHELIN es riguroso y se basa en cinco criterios universales que se evalúan de forma anónima. Se valoran el diseño y la arquitectura del lugar, su autenticidad y personalidad, la calidad y consistencia del servicio, el confort y mantenimiento, y la capacidad de cada propiedad de integrarse de forma significativa con la cultura local. Cumplir con estos estándares es un logro que coloca a Estancia Vik en un selecto grupo de establecimientos de hospitalidad a nivel mundial.
Rodeada de vistas abiertas, con muros blancos de adobe, techos de chapa roja y patios amplios que evocan las estancias tradicionales, la propiedad diseñada por el arquitecto Marcelo Daglio logra un equilibrio entre la elegancia y la esencia rural uruguaya. A esto se suma una huerta orgánica, una piscina de piedra Absolute Nero y una propuesta estética que celebra la identidad del país a través del arte y la arquitectura.
La distinción “One Key MICHELIN” no solo reconoce la excelencia en la experiencia de hospedaje, sino también el modo en que un lugar puede capturar el alma de su entorno. En Estancia Vik, esa conexión se respira en cada detalle. Por eso, más allá de su reconocimiento como referente de hospitalidad, este galardón reafirma a José Ignacio como uno de los rincones más inspiradores de Uruguay para el turismo internacional.















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