Este pasado miércoles 22 de octubre, a las 12:30 horas, la Dirección de Turismo de la Intendencia Municipal se convirtió en escenario del reconocimiento oficial de la Feria de Tristán Narvaja. El lanzamiento del homenaje a los 155 años fue un éxito total de concurrencia, que demostró que cuando se trata de Tristán Narvaja, toda la sociedad uruguaya se siente convocada.
Me emocionó ver al ciudadano ilustre Hilario Pérez, referente cultural y socio fundador del colectivo con sus casi 90 años apoyando con su presencia. Ese encuentro simbolizaba exactamente lo que la feria representa, un espacio donde la sabiduría popular y el reconocimiento oficial se abrazan.
Este aniversario 155 lleva el nombre de Ariel Mendoza, un feriante referente fallecido recientemente, convirtiendo la celebración en homenaje doble, a la feria y a quienes la construyeron con su vida.
Como historiador de la feria, debo recordar que lo que hoy llamamos Tristán Narvaja, es para nosotros la “Feria Madre Dominical” que, según Isidoro de María en “Montevideo Antiguo” y otros historiadores como Ramón Ricardo Pampín, podría ser más antigua de lo oficialmente reconocido. Como toda feria auténtica y originaria, fue rotando hasta quedar fija en 1909 en la calle Yaro por disposición del primer intendente Daniel Muñoz, permaneciendo en la calle homónima ya hace 116 años.
Pero el evento no fue solo celebración del pasado, sino proyección revolucionaria. El Colectivo Cultural Feria de Tristán Narvaja, declaró oficialmente el hermanazgo con la Feria de San Telmo de Buenos Aires, algo que, si bien es un hecho, las autoridades vigentes de ambas ferias, Marcelo Ruso y Vanina Roldan, presidente y vicepresidenta de San Telmo y Adriana Albarenga y Ricardo Cozzano, presidenta y vicepresidente de Tristán Narvaja, se proclaman respectivamente “Primeras Ferias Hermanas del Mundo”.
Queda en manos de legisladores de la Junta Departamental de Montevideo y de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, tramitar legalmente este hecho innovador lanzado en el evento, ante quienes les corresponda la competencia. Porque de aquella orilla partió nuestro nombre, y de la nuestra nació el reflejo, entre ambas el Río de la Plata se hace espejo, se miran y reconocen como hermanas, las dos ferias latinoamericanas más famosas del universo.
Además, relanzamos nuestro libro “Así en la Feria como en la vida, historias de Tristán Narvaja” una obra que contiene nuestra historia, nuestros recuerdos y lo más importante, los testimonios de los protagonistas, nacido de las propias entrañas de nuestras vivencias. Porque para nosotros, la Feria es la arteria principal del corazón de la cultura uruguaya, donde la compra y venta no es más que una excusa para encontrarnos, compartir y reconocernos uruguayos. En tiempos donde todo es digital y nada palpable, se erige como fenómeno real y vivible donde se pueden usar los cinco sentidos en cada compra, siendo no replicable cuando se realizan compras por medios digitales.
Más que un acto protocolar, fue el momento en que las autoridades reconocen ante la sociedad oficialmente, uno de sus tesoros más valiosos, cuando la sabiduría popular recibe el respeto merecido, cuando la dignidad del trabajo es celebrada por quienes pueden protegerla o destruirla.
La masiva concurrencia de medios y autoridades demostró que cuando se trata de defender lo auténtico, toda la sociedad responde. La presencia de autoridades fue impresionante. Karina Fortete, directora de Turismo de la Intendencia, Patricia Soria, alcaldesa del Municipio B, Carlos Varela, director general del Ministerio de Educación y Cultura, el edil Gonzalo Gómez, y Ana Claudia Caram, ministro de Turismo en funciones, conformaron un panel que honró la feria reconociendo públicamente su valor como fenómeno cultural único.
Entre la audiencia: autoridades de diferentes direcciones de la Intendencia de Montevideo, del Ministerio de Educación y Cultura, el presidente de la Junta Departamental Gonzalo Sánchez, representantes de la Comisión del Patrimonio Nacional, diputados, diputadas, representantes del Colectivo Cultural Feria de Tristán Narvaja y jerarcas que raramente coinciden en un mismo espacio.
Tristán Narvaja no es patrimonio de feriantes sino de todos los uruguayos, no propiedad de un sector sino herencia nacional.
En esa sala, todos parecían entenderlo. Todos reconocían estar ante algo que hay que cuidar, proteger, celebrar. Todos comprendían que la feria no es problema para resolver sino tesoro a preservar.
Nosotros, los que la amamos y defendemos, pudimos sentir que no estamos solos, que la sociedad entiende lo que tenemos, que las autoridades reconocen su valor.
Fue un día histórico. El día en que la dignidad de los feriantes fue reconocida oficialmente. El día en que se honró la memoria de Ariel Mendoza y de todos los feriantes que como él, a lo largo de la historia construyeron este patrimonio único.
Fue el día en que todos entendimos que Tristán Narvaja no es solo pasado sino futuro, no solo tradición sino innovación, no solo memoria sino proyecto de las primeras ferias hermanas del Mundo.
Un proyecto que ahora cuenta con respaldo de toda la sociedad uruguaya y de la consabida hermandad rioplatense.
El lanzamiento obtuvo muchísimos apoyos, de organismos públicos que ya mencionamos, de organizaciones privadas, como la fundación Fans, Tango Vivo, Uruguay Musical, Galenas, ATM, de promotores culturales como Gustavo Colman, además de las tres bodegas famosas del Uruguay que ofrecieron un brindis.
Este no fue el festejo que planeamos, fue el festejo que soñamos sin atrevernos a pedirlo. Fue la celebración que la feria merecía, pero que nunca imaginamos posible. Porque hay momentos en la historia que suceden solo una vez, cuando un lanzamiento se transformó en festejo imposible de igualar.
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