El pasado jueves, en Torre Ejecutiva, con la presencia del presidente de la República, Yamandu Orsi, y demás autoridades del gobierno nacional, el Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial (MVOT) presentó el plan quinquenal de vivienda y hábitat que está a estudio del Parlamento.
En la presentación, la ministra de Vivienda, Tamara Paseyro, expresó que el plan de esa secretaría de Estado “está en consonancia con las prioridades estratégicas del Presupuesto Nacional 2025-2029”, señalando que el enfoque está en acelerar el crecimiento con empleo de calidad, impulsar inversiones sostenibles, fortalecer la matriz de protección social para combatir la pobreza y la desigualdad, y mejorar la seguridad para favorecer la convivencia. Destacó además que “la política de vivienda se concibe como una prioridad estratégica, desde un enfoque de derechos humanos”. En diálogo con La Mañana, el subsecretario del MVOT, Christian Di Candia, se manifestó al respecto de los planes presentes y futuros de la gestión.
Se presentó el plan quinquenal de vivienda y hábitat para el período 2026-2030. ¿Cuáles son las prioridades?
Lo primero que marcaría sería que este plan es resultado de un proceso, de un trabajo muy largo, donde aparece con mucha fuerza el diagnóstico, la evaluación, la consulta y la propuesta. Remarco esto de la evaluación porque siempre dijimos que no somos un gobierno ni un ministerio fundacional, entonces se evaluó todo aquello que funcionaba para sostener y para impulsar y aquello que no funcionaba tanto para corregir y ver qué otras herramientas incorporar para el acceso y la permanencia en la vivienda. Hago hincapié también en la consulta y en el diálogo porque luego de diez años volvieron a reunirse en varias instancias en el interior y en Montevideo las comisiones asesoras de vivienda y de ordenamiento territorial y este plan recoge más de 180 propuestas y sugerencias que se hicieron de forma presencial y a través de una plataforma digital por parte de más de 50 organizaciones empresariales, sindicales, la academia, la universidad, organizaciones del territorio, en fin, que están obviamente conjugadas junto con un plan de gobierno que se presentó a la ciudadanía y con los objetivos, los énfasis que definió el primer consejo de ministros. Y el plan, con todo esto, recoge una propuesta que tiene cinco objetivos estratégicos que comprenden a grandes rasgos la vulnerabilidad y la emergencia habitacional teniendo, diría yo, un enfoque multidimensional de la pobreza y de la necesidad del trabajo institucional. Luego recoge el acceso a la vivienda de las capas medias y medias bajas, recoge la planificación de la construcción de ciudad y de ordenamiento territorial, que es sumamente importante, y lógicamente hay un énfasis también importante en la mejora de la gestión, la transparencia, la rendición de cuentas y el vínculo con la ciudadanía, porque todo lo que se hace bien puede estar muy bien planificado, pero si la gente no se entera es una declaración de buena voluntad. Entonces, es muy importante el relacionamiento con la ciudadanía.
Dentro de esos tres ejes, tres enfoques, yo diría que el plan busca atacar dos poblaciones objetivas muy claras para el ministerio, una de ellas es la emergencia habitacional del sector más vulnerable de la población, que hoy en día está cuantificado en unos 667 asentamientos, de los cuales ya hay 200 puntos del país donde el Ministerio de Vivienda, a través de sus instrumentos del Plan Avanzar, el Plan Juntos y el mejoramiento barrio, ya está trabajando. Son unos 20.000 hogares que hoy están recibiendo por una u otra razón el trabajo del Ministerio. Son 11.000 en el interior y 9000 en Montevideo. Esos proyectos van a seguir trabajándose, obviamente a medida que se van terminando o que se vaya incorporando mayor presupuesto vamos a incorporar otros más puntos del territorio, con la novedad de que se suma una herramienta importante que es el trabajo de lo que el presidente en su momento le llamó “el mientras tanto”. Esto es sustancial porque incorpora la mirada de la pobreza infantil, que es algo que está acordado por todo el sistema político, que significa qué hacemos con los niños y niñas que nacen en esos territorios tan vulnerables. Porque un proceso de realojo puede llevar muchísimo tiempo, entre que se hace el trabajo social, se encuentra la tierra, se hace la relocalización o en el caso de que no se relocalice mientras se mejora todo el barrio, se urbaniza y se construyen las casas, estamos hablando de 5, 6, 7 años de demora, y para los chiquilines que recién nacen “el mientras tanto” es toda su posibilidad de desarrollo cognitivo, desarrollo físico, de las capacidades de relacionamiento social, con las consecuencias para su vida, para la familia y para toda la sociedad. Entonces estamos buscando herramientas para ello.
¿Las mejoras en vivienda y hábitat son una deuda que mantiene el país?
Sí, por supuesto. Para nosotros, la mayor deuda es lo que se debería lograr encontrar en la caja de herramientas de política pública que tenemos para atacar el acceso y la permanencia en la vivienda, las que nos permitan mejorar la situación de los asentamientos, realojar, relocalizar, construir viviendas, sin que se generen nuevos asentamientos. Porque si vos te fijás, en los últimos 25 años se han realojado muchos asentamientos, se han regularizado muchos barrios, se ha construido mucha vivienda y, sin embargo, los números en asentamientos son casi los mismos. ¿Y por qué pasa esto? Porque nosotros ponemos mucho balde, pero no logramos cerrar la canilla. Entonces un gran desafío que tenemos es hacer todo el trabajo de todo lo que se hizo bien en los últimos 30 años, mejorar nuestra capacidad cuantitativa y cualitativa de llegar a sus territorios, incorporar una mirada transversal de rápida solución a la pobreza infantil, pero sobre todo lograr que no se generen más asentamientos. Y así, trabajar sobre la permanencia de la gente en las viviendas es fundamental. Por eso la novedad del subsidio parcial de alquiler es muy importante. Porque el subsidio parcial de alquiler permite decirle a una familia: “No dejes esta vivienda, no te vayas a un asentamiento. ¿Cuánto falta? ¿Te faltaban 3000 pesos para alquilar? ¿2000? ¿Cuál es el faltante que tenés para mantenerte en la vivienda que estás?”. O quizás un préstamo grande para arreglar un techo o un subsidio para arreglar una vivienda. Es decir, tratar de tener políticas activas para la permanencia de la gente en la vivienda que tiene y no seguir ensanchando los territorios asentados.
¿Se monitorean zonas para establecer prioridades?
En realidad, la cartera de proyectos, tanto el Plan Avanzar como el Plan Juntos, como el Mejoramiento de barrios, hereda una cartera de proyectos. Este es uno de los ministerios que tiene mayores niveles de política, por lo largas que son las políticas en términos de reconstrucción de vivienda. Nosotros vamos a entregar viviendas que comenzaron los proyectos en 2023-2024, como el gobierno que vendrá a entregar viviendas que nosotros a partir del 2026 empecemos a construir. Entonces hay proyectos que ya están en marcha, que ya fueron priorizados y los que comienzan ahora se priorizarán a partir de los trabajos de los equipos técnicos en el territorio.
¿Se trabaja en coordinación con las intendencias?
Los trabajos con los gobiernos departamentales son muy importantes, y es que ahora comienza la etapa de negociación de los convenios puntuales a partir de la aprobación de presupuestos con cada una de las intendencias. Porque que en el caso del Ministerio de Vivienda hay una gran mayoría de políticos que exhiben las finanzas del ministerio y son las intendencias las que ejecutan. Por ejemplo, las canastas de materiales para autoconstrucción en un predio público o en un predio privado, o las canastas de materiales para refacciones en el hogar. Son cuestiones que en Montevideo a veces no se ven tanto, pero que en el interior tienen un desarrollo muy importante. Entonces, esas negociaciones con los gobiernos departamentales que comienzan ahora también son importantes. Y me había quedado colgado la otra pata, porque hablamos de vulnerabilidad, pero el otro público objetivo que es importante para el Ministerio son las capas medias y medias bajas. Aquellas capas que tienen un trabajo, que hoy tienen una vivienda, que alquilan poniendo mucha parte de su ingreso formal e informal en el alquiler, pero que no tienen un ahorro previo, que no tienen capacidad para llegar a acceder a una vivienda. Bueno, allí aparecen otras herramientas. El subsidio de alquiler parcial es una. La apuesta al plan Entre Todos para la compra de vivienda nueva con subsidio a la cuota. La apuesta del Banco Hipotecario a extender hasta un 95% el crédito de capital que otorga para una compra, que en el mercado financiero privado está cercano al 80%. El Banco Hipotecario estaba en el 90% y bueno, lo vamos a extender al 95, acortando mucho el ahorro previo que precisan las familias de las capas medias y generando lo que llamamos el alquiler social. Hay varios mecanismos que estamos reglamentando para que existan opciones de alquiler por debajo del precio de mercado.
¿El cumplimiento depende de la aprobación del Presupuesto?
En realidad, uno hace el plan quinquenal en base a un presupuesto proyectado. Igualmente, lo que cambiaría si el Parlamento generara alguna transformación en ese presupuesto cuantitativo es, en todo caso, una variación en el alcance del plan, pero no cambia la estrategia. Podrán ser más o menos préstamos, podrán ser más o menos subsidios, más o menos construcciones, pero la apuesta estratégica del plan es la misma.