Estos días están marcados por la discusión y votación en la Cámara de Representantes de la Ley de Presupuesto para el quinquenio 2026-2030.
Entendemos que el gobierno elegido en noviembre pasado para conducir al país debe contar con las herramientas necesarias para cumplir sus promesas electorales. Y sin duda el Presupuesto es su principal herramienta.
Hemos acompañado buena parte de las propuestas del Poder Ejecutivo para que este, al igual que todos los gobiernos desde 1985, pueda desarrollar su acción de gobierno con normalidad. Si no lo hiciéramos y sus propuestas naufragasen, le habremos dado la excusa perfecta para no cumplir todo lo que alegremente se prometió en la campaña electoral. Maestros como son en el manejo de la opinión pública, es claro que toda imposibilidad de cumplir con sus propuestas se va a deber a la insensibilidad de una oposición cerril, oligarca, imperialista y antipopular que les impidió aplicar sus medidas de gobierno. Que por supuesto son las que defienden al pueblo y terminarían con los males que hoy le aquejan. La culpa no sería del gobierno, sino de la oposición. Y saben perfectamente cómo instalar esta idea en la población.
Hemos optado por votar favorablemente la mayoría de los artículos de la Ley de Presupuesto, aquellos con los cuales coincidimos, y esperar que realmente sirvan para mejorarles la calidad de vida a nuestros compatriotas que hoy la están pasando mal.
Para Cabildo Abierto lo más sencillo hubiese sido ponerse a tirar piedras desde la vereda de enfrente, y dedicarse a criticar y a denunciar sin hacer propuestas serias. Es lo que muchos hacen. Y tal vez sea lo más redituable electoralmente hablando. Sin embargo, hemos optado por el camino de la seriedad y compromiso con el país y su gente, aportando ideas concretas para encontrar soluciones a los grandes problemas que vive hoy nuestra sociedad.
Somos conscientes de que no se puede esperar hasta 2030 para cambiar la realidad en materia de seguridad. Al promedio de tres uruguayos asesinados cada dos días, ¿cuál es el precio por pagar en sangre si no actuamos de inmediato? Es por eso por lo que estamos participando del diálogo por la seguridad pública convocado por el Ministerio del Interior. Y lo hacemos aportando propuestas. Como lo hicimos en el gobierno anterior, aunque no fuéramos escuchados.
También accedimos a participar en el diálogo por la seguridad social, con la intención de hacer aportes que apunten a encontrar soluciones en temas tan sensibles para nuestra sociedad como la atención a la primera infancia o a los adultos mayores.
En definitiva, ponemos en marcha lo que hemos sostenido desde nuestra irrupción en el escenario político en 2019: frente al puño crispado, la mano tendida. Así interpretamos al verdadero artiguismo del siglo XXI en lo que atañe a la sensibilidad por los más frágiles.
Por supuesto que no han faltado críticas a nuestra actitud. Los que apuestan por la radicalización del ambiente político y por la crispación de los ánimos no ven con buenos ojos que nosotros actuemos con la responsabilidad republicana de la que muchos carecen. Les molesta que no aceptemos calladamente el lugar que nos asignaron: un nicho en el extremo derecho del tablero, en una actitud de permanente confrontación que les permita a ellos ocupar el cómodo centro captador de votos. En su desazón no escatiman medios para tratar de ensuciar la cancha y no han faltado los que han sugerido que Cabildo se va a integrar al Frente Amplio. Parece que en sus mentes no hay lugar para ningún gesto de grandeza. Que de eso se trata…
El Uruguay hoy atraviesa una seria crisis, pensamos que la mayor de su historia. Porque no es una crisis política subsanable en corto tiempo con el restablecimiento de las instituciones democráticas. No es tampoco una crisis económica que puede arreglarse con buenos precios y un viento de cola como el que tuvimos hasta hace una década. Esta es una crisis cultural y moral que afecta no ya al cuerpo, sino al alma nacional. Y cuya reparación nos llevará mucho tiempo.
¿Realmente hay quienes piensan que tensando las relaciones entre uruguayos vamos a crear el clima propicio para avanzar hacia las soluciones de fondo que nuestro país urgentemente necesita? ¿Alguien cree que se puede seguir demorando el inicio del camino de restauración de los valores y estilo de vida que alguna vez nos hicieron fuertes como sociedad?
El pasado domingo se cumplieron 200 años de la Batalla de Sarandí. Los orientales al mando de Juan Antonio Lavalleja demostraron que se bastaban a sí mismos para dar la lucha por la libertad de su suelo, y en total desventaja en hombres y recursos lograron un triunfo de enorme trascendencia en el camino hacia nuestra independencia. Vencieron porque estaban unidos. Todos. Lavalleja, Rivera, Oribe…
Dos siglos después, ¿no habrá algo para rescatar de esa página de oro de nuestra historia?