En el marco del informe “Percepciones sobre la inteligencia artificial (IA) en Uruguay 2025”, el Núcleo de Investigación en Comunicación de la Universidad ORT encuestó a más de mil uruguayos para indagar qué piensan acerca de las herramientas de IA y cómo las utilizan. El doctor en Comunicación Social y profesor universitario, Francisco Arri, dialogó con La Mañana acerca de los principales resultados que arrojó el estudio. “Las personas mayores temen que la IA reemplace empleos o afecte derechos”, graficó.
¿Cómo surgió la idea de hacer este estudio?
El origen del estudio tiene que ver con una inquietud del Núcleo de Investigación en Comunicación de la Facultad de Comunicación de la Universidad ORT, donde estamos tratando de abordar cuestiones relacionadas con lo cotidiano, sobre todo con lo que impacta o está transformando no solamente el ecosistema de la industria creativa, sino también la vida cotidiana de las personas. A partir de ahí, se nos ocurrió conocer usos y percepciones sobre la IA a través de una encuesta representativa a nivel nacional de 1063 casos (de mayores de 16 años).
¿Cuáles fueron las conclusiones principales, o sea, qué es lo que piensan los uruguayos sobre la IA?
Hay distintas cuestiones. Por ejemplo, en cuanto al escepticismo y la percepción del riesgo, encontramos que las personas mayores temen que la IA reemplace empleos o afecte derechos. A medida que aumenta la edad, aumenta la preocupación por la privacidad del uso de los datos personales. A su vez, mientras que los menores de 35 años se muestran más laxos y más pragmáticos respecto al uso de la IA, los mayores de 55 tienen cierto miedo o rechazo al manejo automatizado de información.
¿Cuáles son los principales usuarios de herramientas de IA en Uruguay?
Son los jóvenes de entre 18 y 34 años, porque usan Gemini, usan ChatGPT, usan los sistemas de recomendación algorítmicos y tienen un mayor arraigo del concepto de IA. En cambio, para los mayores de 64 años aparece como una tecnología más lejana, y algunos ni siquiera identifican que ya están interactuando con IA cuando están en una red, en una plataforma mediática, en un sistema de recomendación, cuando usan YouTube. Esa es una característica que tienen las tecnologías que empiezan a estabilizarse, que empiezan a pasar desapercibidas, entonces, aunque uno no quiera o no lo piense, está interactuando con IA.
¿En qué casos, por ejemplo?
En muchos contactos cotidianos, cuando uso Waze, cuando escucho Spotify, cuando miro Netflix, estoy usando sistemas de recomendación de IA.
En otro orden, el estudio arrojó que las personas que tienen un mayor trayecto educativo en educación terciaria y universitaria usan más IA y la evalúan más positivamente en su impacto social y económico.
En lo que respecta a percepciones político-ideológicas, quienes se identifican con espectros ideológicos de la derecha o centroderecha tienen más confianza en la IA como motor de progreso, eficiencia estatal, mejora del empleo. En cambio, quienes se identifican con la izquierda o centroizquierda están un poco más preocupados por los riesgos sociales, los riesgos éticos, las cuestiones ambientales, y muestran cierto escepticismo de una automatización que no está regulada.
¿Hubo algún dato que le llamara la atención?
Esto que decía de que muchas personas interactúan con este tipo de herramientas sin saberlo. Y hay una porción de la población, quizás los más jóvenes, que están desarrollando algo que se denomina conciencia algorítmica, que tiene que ver con tomar en cuenta que los algoritmos están intermediando en un consumo estructural. Por ejemplo, cuando la persona te dice que estaba buscando comprarse un par de zapatos y ahora le aparecen publicidades de zapatos todo el tiempo. Entonces, hay una idea básica de que algo pasa y que hay una intervención o una intermediación que está transformando el modo de contacto con esas plataformas. Otra cuestión interesante es que en general los jóvenes empiezan a asociar la IA con algún tipo de impacto ambiental relevante y los mayores no lo tienen tan en cuenta. No digo que lo desconozcan, pero quizás lo subestiman.
¿El impacto ambiental tiene que ver con lo que se sabe del uso del agua para los sistemas de IA?
Nosotros hicimos la pregunta sobre si la IA genera mayores afecciones ambientales que otras actividades como la agricultura, la ganadería, la minería, que son más conocidas. No preguntamos específicamente por qué, eso lo vamos a hacer con un estudio cualitativo. Esto es una encuesta que nos permitió conocer de manera representativa lo que piensan los uruguayos de la IA. Y en ese caso fue donde empezaron a aparecer estas cuestiones del riesgo en la porción etaria más joven.
Con respecto a los usos más frecuentes que le dan los uruguayos a la IA, más allá de los casos que mencionaba de la gente que la usa sin saberlo, ¿cuáles son?
En primer lugar, se encuentra la búsqueda de información o responder preguntas, más de un 35% dijo eso. Luego, estudiar o aprender. Cerca de un 20% la usa para juegos y entretenimientos. Un poquito más atrás, el 18%, para producción de texto. También aparece la autoayuda, que es un dato relevante; si bien no es uno de los usos principales, tuvo una tasa de respuesta del 16-17%. Después vienen otras como producción de imagen, producción de video, producción de sonido. Y hay un 35% de los encuestados que dicen que no la usan; esto tiene que ver con lo que hablábamos de que hay una parte de la población que no la usa o no identifica su uso en las plataformas que sí utilizan IA, como las redes sociales.
Mencionó que hay gente con temor de que el avance de la IA afecte derechos. ¿En qué sentido?
Nosotros preguntamos si la expansión de la IA puede afectar negativamente derechos o libertades, y ahí aparecieron algunos números interesantes: hay un grupo de personas que efectivamente piensan que sí, pero más del 35% no tiene una opinión sobre eso, no está ni de acuerdo ni en desacuerdo, con lo cual eso muestra una posición medio neutral que es lógica en el caso de una tecnología emergente como esta. Esa preocupación respecto de los derechos y las libertades, como te decía, va creciendo con la edad. Además, quienes se consideran de centro o centroizquierda tienen esa idea.
En materia laboral, ¿cómo perciben los uruguayos el impacto de la IA?
Nosotros preguntamos si la IA va a tener un impacto positivo en el empleo, y los niveles también van variando con la edad. Es interesante ver que hay una buena parte de la población que no tiene una posición tomada. Hay un grupo que sí está de acuerdo en que esto va a tener un impacto positivo, sobre todo los más jóvenes, pero con la edad eso va cambiando hacia una tendencia más negativa. Los jóvenes confían en que la IA va a mejorar no solo oportunidades laborales, sino también los servicios públicos. En todo el estudio la edad aparece como un elemento diferenciador en el uso y en la percepción.
¿Cómo esperan seguir estudiando este tema?
Esperamos poder complementar todo esto con un estudio cualitativo porque, si bien no son representativos como lo son las encuestas, nos permiten ver a qué se deben estas percepciones y seguir profundizando con relación a los usos y sus impactos. Lo más importante tiene que ver con la cuestión de la conciencia, cuán claro tenemos que existen estas mediaciones algorítmicas en nuestra vida, en esto que muchos autores denominan una metatecnología, porque es una tecnología que nos abraza, que nos envuelve y que les da soporte a otras tecnologías asociadas. La IA o los algoritmos dependen de otras tecnologías que usamos todo el tiempo, queramos o no.




















































