Este clásico tenía varios ingredientes interesantes que estaban en juego. En primer lugar, una copa como campeón del Intermedio. Es común en el mundo y en nuestro país sumar todo tipo de título logrado para llegar a un número global.
Real Madrid y Barcelona cuentan 102 cada uno, Boca alardea de sus 74 mientras River con 72 trata de no tocar el tema.
A nivel uruguayo, pero también sudamericano y mundial, Nacional lleva 167 y Peñarol llegó ahora a 151. Por supuesto que Nacional lo promociona siempre mientras Peñarol lo deja de lado y prefiere enfocarse en las Libertadores ganadas (5 contra 3).
Más allá de que en todos los casos mencionados más arriba pueda haber algún título que esté discutido o debatido hoy en día, lo cierto es que el domingo pasado había un numerito seguro para agregar a la cuenta.
Por lo tanto, en mi criterio lo que estaba en juego en primero lugar era la copa, luego la racha de 9 clásicos sin ganar de Peñarol y también la racha de 13 partidos seguidos ganados por Nacional a nivel de Campeonato Uruguayo.
El primer objetivo lo logró Peñarol. El Intermedio, que ya dijimos no genera un premio adecuado para los finalistas y mucho menos para el campeón, lo obtuvo el aurinegro.
De los 8 jugados desde su primera edición en 2017 el palmarés quedó liderado por Nacional con 5 títulos, Liverpool con 2 y Peñarol ganándolo por primera vez.
El objetivo de la racha clásica queda en suspenso, aunque la regla es clara. A pesar de que Peñarol ganó por penales, Nacional alargó la racha a 10 partidos sin conocer la derrota. Es que para la estadística las definiciones por penales no se computan a los efectos de ganador o perdedor. Esos partidos se consideran empates.
Pero haciendo memoria les planteo a los lectores algunos casos emblemáticos para que entendamos lo injusto de la situación.
Brasil le ganó el mundial del 94 a Italia por penales. ¿Italia sigue creyendo que fue empate?
Uruguay le ganó la Copa América del 95 a Brasil por penales. ¿Acaso no ganamos?
En 2004 y 2007 Brasil nos eliminó en semifinales de Copa América, mientras que con la picada del Loco, Uruguay se metió entre los 4 mejores del mundo en Sudáfrica 2010 y un año más tarde eliminó a la Argentina de Messi de la Copa América en una noche fría de Santa Fe para allanar el camino a ganar nuestra copa 15.
Soy de los cree que debería legislarse a aceptar que las definiciones por penales son parte de los partidos. Nunca acepté la frase de los penales “son una lotería”. Si así fuese deberían ser rematados por los masajistas o los jefes de prensa. Total… son una lotería.
Por si fuera poco, Diego Forlán debió recibir la Bota de Oro del Mundial 2010. Fue premiado con el Balón de Oro como el mejor futbolista, pero como goleador hubo cuádruple empate y por medio de criterios arbitrarios y discutibles se entendió que el alemán Thomas Müller de Alemania merecía ese premio.
Diego Forlán había marcado un penal ante Ghana que claramente fue un sexto gol que le daba el premio. Quienes piensan que eso sería una ventaja puedo rebatirlo por el lado del mérito de tirarlo y hacerlo. ¿Acaso los jugadores que juegan menos partidos porque sus países quedan eliminados no quedan en desventaja con los que juegan en los países semifinalistas?
Tampoco Abreu tiene acreditado en su cuenta de goles su picada ni el Pelado Cáceres el gol decisivo ante Argentina en 2011 o mismo Ugarte ante Brasil el año pasado en la copa América de USA. ¿Recuerdan el gol del Manteca Martínez en el último penal ante Brasil en la copa del 95? Se evaporó y no está sumado a la historia del goleador…
Volviendo al clásico. El tercer objetivo se cortó. Nacional completó 13 partidos consecutivos ganando por el campeonato Uruguayo. Este empate termina la racha y ni siquiera queda el consuelo de los penales.
Yendo al partido, digamos que el 0 a 0 no significa que el partido haya sido tan malo. Por el contrario fue entretenido.
En Nacional se lució Mejía con algunas atajadas notables como el sensacional tiro libre de Leo Fernández al ángulo en el primer tiempo o la gran jugada de David Terans a quemarropa en la segunda mitad. No fue buen partido del Diente y Petit fue más controlado que en otros partidos. Se notó falto de fútbol a Carneiro tras un año de inactividad por su lesión, pero llamó la atención que haya jugado tantos minutos y le hayan asignado un penal que terminó tirando muy mal.
En Peñarol se lucieron varios. Por el lado del arquero, después de todo lo que se habló, hay que decir que fue un buen partido de Martín Campaña. Le sacó una pelota en el ángulo en la primera mitad a un cabezazo de Coates y le atajó el penal a Carneiro en la definición. Después tuvo poco trabajo.
En defensa nadie defeccionó, pero lo de Herrera fue gigantesco mientras que el capitán Maxi Olivera culminó un buen partido en el minuto 120 con una salvada milagrosa cuando Villalba se iba solo sin golero para anotar. En el medio siguen creciendo Sosa y Remedi.
El Cangrejo Cabrera tuvo momentos buenos, pero en otros no fue utilizado. Maxi Silvera no tuvo profundidad y Leo Fernández generó peligro con buenos remates, en especial un tiro libre desde muy lejos que salvó Mejía.
El partido de Diego García no fue malo, pero justo es decir que la entrada de David Terans entusiasmó recordando a aquel que se fue en el 2021.
La presencia de jóvenes en los penales decisivos como Mulethaler y Umpiérrez le dieron un toque de optimismo a lo que pueda generar la cantera mirasol.
Si bien existieron algunas jugadas polémicas para los que miraban desde las tribunas lo que más se le podría recriminar a Ojtojich fue que no haya suspendido el partido ante la caída de bengalas en varias ocasiones.
No le reclamo como posibilidad de suspensión la lamentable agresión sufrida por un policía que hoy sigue en el CTI porque nadie le avisó de la gravedad. Allí fallaron los encargados de seguridad que debieron informarle. La situación de la pistola náutica y la bengala fue a los 2 minutos de juego y no daba para seguir jugando con un herido de gravedad.
Sigo pensando que hay cosas que deben cambiar en los operativos y que la equivocada creencia de que es peor poner policías en la tribuna. Eso deriva en un libertinaje inaceptable. También hay que ser más duro en lo referente a sanciones individuales. En resumen, apliquemos la frase “el que rompe paga” y que sea personal y no del club que es víctima de sus supuestos hinchas.
Se habla de pérdida de puntos y derechos de locatario de Nacional. No puedo creer que nadie se dé cuenta de que los violentos van por otro lado y no los detendrán estas sanciones. Las únicas medidas que pueden ser eficaces son la prevención fuera y dentro del estadio, la represión si rompen algo, y la Justicia con condenas severas que le duelan al delincuente y no al club que es rehén de estas situaciones.
Pero este tema lo dejo para otro día.