Según el estudio realizado por la doctora en Ciencias Sociales, Silvina Merenson, titulado “El Frente Amplio de Uruguay en Argentina y el “voto Buquebus”. Ciudadanía y prácticas políticas transnacionales en el Cono Sur” (2015) a medida que el Frente Amplio se fue afianzando como opción política con fuerza electoral, ese voto se vio reforzado.
Esto generó que en las elecciones de 2004, el voto desde Argentina obtuvo un protagonismo hasta entonces inusitado. Analistas políticos, encuestadores y periodistas señalaron que el mínimo porcentaje de diferencia que le permitió al FA acceder a la Presidencia en primera vuelta obedecía a los votos llegados desde el exterior, en su gran mayoría desde el vecino país, según recuerda el estudio.
Hoy existe un contexto particular que puede afectar ese voto dado que Argentina atraviesa una fuerte crisis económica y por la coincidencia en la fecha de las elecciones en Uruguay con las argentinas. A esto, puede sumarse, por otra parte, el cambio generacional de las personas que están habilitadas para votar en el Uruguay, ya que se estima que la mayoría de los uruguayos erradicados en argentina poseen más de 60 años.
La Mañana consultó a Oscar Bottinelli -politólogo, encuestador, analista y director de Factum- sobre el escenario del “voto Buquebus” para las elecciones a realizarse el próximo 27 de octubre en nuestro país.
Bottinelli consideró que nunca fue tan monolítica la adhesión frenteamplista del votante residente en Argentina, como se dice públicamente. “Ese dato tiene mucho de fantasía incluso para estas elecciones”, sostuvo. Añadió que en el llamado “voto Buquebus” del 2004 desde su encuestadora calcularon la llegada de 16.000 personas el día de la elección, dentro de las cuales no había únicamente votantes, ya que viajaban niños y parejas de uruguayos que no votaban.
“Sí, es cierto que en las elecciones de 2004 fue cuando más personas vinieron a votar y en donde se organizó con mucha fuerza el operativo Buquebus, pero el resto es muy fantasioso”, subrayó el politólogo. “Calculamos que el total de votantes efectivos que trajo Buquebus no superaba los 9.000. Incluso, que el total de uruguayos residentes en todo el exterior que votaron, no pasaba los 22.000 o 24.000”, aseguró.
Agregó que probablemente hubo más votos para el FA en el 2004 porque “había un mayor entusiasmo”. El entrevistado subrayó que, normalmente el 1% del electorado no vota por enfermedad o por estar de viaje, es decir que justifican su no voto o pagan la multa correspondiente. “Ese mismo porcentaje del electorado equivale más o menos a los que vienen del exterior, es decir que unos compensan a los otros”, explicó Bottinelli.
Elecciones simultáneas
Para el politólogo, el hecho de que los uruguayos residentes en Argentina lleguen a votar a nuestro país se puede ver un tanto complicado para quienes tienen doble ciudadanía, por ejemplo. Ya que la simultaneidad de las elecciones implicaría que tengan que hacer un doble esfuerzo en caso de votan en ambos países.
En lo que refiere a la orientación del voto, “es probable que la situación argentina, por el desprestigio que tiene en este momento, la pérdida de peso de Mauricio Macri y el auge de Alberto Fernández, sean factores que tiendan a favorecer un voto pro Frente Amplio”, indicó Bottinelli.
La elección de voto según la crisis de 2002
Para el politólogo, la crisis de año 2002 no jugó un papel preponderante en lo que refiere a la emigración hacia Argentina, ya que indicó que data desde mucho antes. “Sí es verdad que la emigración económica es la que importa más desde el punto de vista cuantitativo”, agregó.
Sostuvo que, en general, la experiencia que hay en el mundo con el voto en el exterior, es que se da una mezcla entre los pensamientos de la persona cuando se fue del país, el clima del territorio según las noticias que recibe y, además, el clima del país en el que está residiendo. “Por ejemplo, en Italia fue muy claro que casi la mitad del país votó a Silvio Berlusconi, pero en el exterior fue muy bajo el voto a Berlusconi porque había una muy mala imagen de él”, planteó.
Aseguró que en los países donde se da una votación más hacia la izquierda o la derecha, también hay algún voto proporcionalmente más hacia un lado u otro. “Pero hay que tener mucho cuidado con la generalización del voto en el exterior”. Bottinelli informó que los votantes del exterior podrían definir una banca, pero en términos gruesos, es decir, pensar que cambiarían el resultado de la elección por la gente que llegó del exterior, no le parece posible de ninguna manera.