Durante su intervención en el Senado el pasado martes 14 de abril, el senador Manini Ríos mencionó los casos de varios militares injustamente procesados o condenados. Una preocupación que el propio Manini Ríos transmitió en forma reservada en una carta entregada en febrero de 2019 al ex presidente Tabaré Vázquez cuando aún era comandante en jefe del Ejército y que motivó su remoción. En aquella ocasión Vázquez decidió publicar en la web de Presidencia algunos párrafos de esa carta, por lo que el relevamiento de Manini Ríos nada tuvo que ver con la situación de Gavazzo en el Tribunal de Honor que había concluido con la firma y aprobación del ex mandatario, nombrando incluso como comandante sucesor al presidente de aquel Tribunal, José Ariel González.
“En ese escrito, que elevé en febrero de 2019, citaba nueve casos, elegidos entre otros muchos; sobre varios de ellos había conversado personalmente con el entonces presidente de la república. Esos nueve casos nunca me fueron rebatidos, a pesar de los ríos de tinta que corrieron y de la gran cantidad de programas de radio y de televisión que se emitieron sobre el tema”, señaló Manini Ríos en el Senado.
Entre los casos mencionados estaba el de Miguel Dalmao, fallecido en 2014. “En ese escrito había citado también el caso del general Miguel Dalmao, encarcelado y muerto en la cárcel por un crimen que todos sabemos que no cometió, incluso, el presidente de la época fue a visitarlo a su lugar de reclusión, dando una clara señal”, manifestó Manini Ríos. “Vienen a mi mente aquellos dichos de la entonces ministra de Defensa Nacional Azucena Berrutti, quien decía que esto se parece más a venganza que a justicia”, dijo el senador.
La viuda de Dalmao, Alicia Burgueño, envió recientemente un audio a varios allegados en el que dio testimonio de la experiencia sufrida. La Mañana se contactó con Burgueño y recibió su permiso para publicar algunos fragmentos.
“Les quiero agradecer muchísimo que lo recuerden, que no dejen que se olvide, porque fue realmente una infamia muy grande”, dijo Burgueño. “Mi esposo en esa época tenía 22 años, siete meses de recibido y cuatro meses en el cuartel en transmisiones. Por un hecho fortuito quedó a cargo de la oficina del S2 durante cuatro días. No hay un solo testigo ni una sola prueba. No hay nadie que lo señale como autor de nada. Más aún hay testigos que dicen que a ellos nunca los torturaron”, relató. “Cuando fue detenido tenía 59, o sea que no son todos octogenarios los que estaban presos. Murió a los 63”, lamentó.
Burgueño señaló a “varios operadores” que estuvieron en el caso, entre ellos Mirtha Guianze, Rolando Vomero, Bernadette Minvielle Sánchez (actual presidente de la Suprema Corte de Justicia), Carlos Negro, María Camiño y Dolores Sánchez. Mencionó además que el Tribunal de Apelaciones no estaba integrado cuando se envió el expediente sino que se integró después e incluso agregó acusaciones. “Miguel fue acusado en principio como coautor y luego como autor y no solo eso, sino que la jueza dijo que prácticamente fue quien organizó el operativo. Lo acusan incluso de haber pertenecido a la OCOA cosa que presenté un documento del Comando que decía que nunca había pertenecido, pero acá ya no importaba nada”, advirtió.
“Yo hablé con muchos políticos que todos me dieron la razón, pero nadie quiso hacer absolutamente nada. Si bien la Justicia se puede criticar, se tiene que acatar. Pero cuando uno está viendo que se están violando los derechos de una persona y que hay tanta irregularidad en un expediente y se mete presa a una persona por 28 años sin una sola prueba creo que alguien debía haber dicho algo”, opinó. “Acá todo el mundo se calló la boca. Los políticos porque son más importantes los votos y defender a un militar era mala propaganda, “no era el momento” decían”, reconoció la viuda de Dalmao.
“Mi esposo no murió del corazón sino de una neumonía por su estado de salud, el elevado estrés y haber estado cuatro años metido en una pieza de un hospital. No se merecía terminar así, la desilusión lo mató. El dolor lo mató. El dolor por lo que estábamos pasando nosotros, sus hijos, él se la vio venir. En los últimos días me dijo “después de todo lo que me hicieron no me van a dejar salir”. No me lo van a devolver, pero por lo menos que alguien algún día se digne nuevamente a mirar o analizar lo que pasó y que me digan al menos “nos equivocamos”, no sé”, reclamó Burgueño.