¡Qué suerte!

En diciembre de 1869, el presidente Sarmiento, que había sucedido en el cargo al general Mitre, recibe a las tropas argentinas que regresaban de la guerra del Paraguay, con estas palabras: «Dios no nos ha de pedir cuenta de la sangre derramada en la más legítima defensa». La frase contiene conceptos importantes teniendo en cuenta … Sigue leyendo ¡Qué suerte!